"Vivimos ya en una nueva edad media"
Y es así, puesto que cada vez abundan más "los señores aislados, con escolta, con feudos propios y con fortificaciones incluso muy superiores a las de aquellos señores del medioevo y que incluso los había de horca y cuchillo". Lo del progreso se detuvo en décadas pasadas, salvo para los nuevos feudales y se ha pasado a los dos extremos medievales; en uno están esos "nuevos señores" que se atrincheran en su fortalezas y en el otro, las bandas de bandidos que pululan por todo el territorio... urbano, agrícola o forestal y que roban y saquean, lo que nos dejan esos otros "intocables"; que como aquellos otros "nobles bandidos", saqueaban con sus impuestos todo cuanto podían a sus siervos o súbditos. Por tanto y de similar manera, hoy somos esquilmados y seguimos siendo súbditos indefensos. Los políticos "a medrar".
Igualmente y como aquellos señores, se reservaban las armas para ellos y las prohibían a sus dominados (previniendo las sublevaciones); hoy es lo mismo y tampoco nos dejan armarnos, para una defensa de esos otros "ladrones", que se pueden presentar en nuestra propia casa, para robarnos, saquearnos y si nos resistimos, incluso torturarnos. Cosa que ocurre ya con demasiada frecuencia, para vergüenza de unas autoridades (que se dicen) pero que están muy lejos de una eficacia digna de tal.
Aquellos "señores" a cambio de la explotación de sus siervos, les garantizaban protección de "otros bandidos y ladrones", cosa que como vemos hoy no existe, por la indefensión en que se encuentran nuestros bienes y en cualquier lugar. Se incumple con ello la principal obligación de un Estado político, cual es la garantía de vidas y haciendas de los que contribuyen a su sostenimiento. O sea, en este sentido hoy tenemos, "un medioevo aún peor". Veamos lo que va proliferando para aquellos que pueden costearlo.
"Fíjate cómo será el nivel de seguridad que la gente no tiene ni alarma en sus casas", comenta uno de los privilegiados vecinos de La Finca. A pocos kilómetros de Madrid, en pleno término municipal de Pozuelo de Alarcón, se esconde, oculto a las miradas ajenas, uno de los búnkeres más glamorosos y selectos jamás soñados, la milla de oro del siglo XXI, el espacio donde se pueden encontrar más celebrities y fortunas por metro cuadrado. La Finca protege con la mayor privacidad de España la vida de personajes, tanto públicos como desconocidos, de marcado poder adquisitivo. Agentes de seguridad privada recorren el recinto día y noche. Además, cámaras nocturnas y detectores de infrarrojos no pierden detalle de todo lo que se mueve en la zona. Una auténtica jaula de oro de la que poco, muy poco, se sabe o se conoce. (El Confidencial 6-6-2010)
El informe que es muy extenso, afirma que estos "señores feudales", prescinden totalmente de las policías oficiales y se limitan a mantener a "sus mesnadas", perfectamente armadas y con todo tipo de auxilios modernos; o sea lo mismo o mejor aún, que aquellos fosos, murallas, puentes levadizos y demás artilugios de que disponían aquellos otros medievales, para mantenerse seguros en sus castillos o fortalezas.
El resto, pues ya digo; desarmados y a merced del primer grupo más o menos organizado, que decida saquearnos, dentro o fuera de la ciudad, en un polígono industrial, casa de campo, cultivo en campo abierto o donde les venga en gana. Cuándo el hecho ha sido consumado, es cuándo aparecerá la policía que como siempre o casi siempre llega tarde y además, incluso la mayoría de lo robado, nunca aparece, puesto que esas bandas están mucho mejor organizadas que las policías (o cuando y como ha ocurrido en Valencia, cuatro o cinco policías, es que trabajaban de socios con alguna de estas bandas de bandidos y se repartían el botín)... ¿para qué pagamos tanto y tanto impuesto? Es una pregunta que hay que ir haciéndose cada vez más frecuentemente.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo) www.jaen.ciudad.org (allí más temas)
No hay comentarios:
Publicar un comentario