De profesión… Yerno
Hace ya "la friolera" de 53 años que yo era llevado a la fuerza, a "servir en el Ejército de Franco"; aquel inolvidable día (15 de Marzo de 1960) nos montaron en un tren "marranero" y con asientos de madera, y desde Jaén al campamento de Almería (Viator); tardamos en llegar más de veinticuatro horas (230 km. Por carretera); el último trayecto, andando desde la estación de Viator al campamento y llevando (turnándonos) las maletas de los sargentos… "que como jefes no se podían estropear sus esqueletos". Allí pasé, los 118 días peores de toda mi vida y donde más que "un soldado de España", yo me consideraba un prisionero en mi propio país, puesto que nos tuvieron más de dos meses, encerrados en el mismo y en unas condiciones que sólo ese período daría para una buena novela, contando la realidad de "las milicias y más las de las levas de individuos llevados a la fuerza a un servicio que en mayoría no nos atraía lo más mínimo". Terminado ese período en aquel "campo de concentración" (ya lo fue antes para los prisioneros de la guerra civil y el que nos obligaron a limpiar e instalar de nuevo); terminado aquel período, igualmente andando y con todos los pertrechos a cuestas, fuimos llevados al puerto de Almería y allí, embarcados en un sucio barco "frutero" y amontonados como animales, fuimos desembarcados en nuestro destino… "la plaza fuerte de Melilla y en ella incorporados al Ejército del Norte de África, Comandancia General de Melilla", donde calculo que estaríamos alrededor de doce mil hombres, en un régimen militar estricto.
En aquel Ejército, había algunos privilegios y sobre todo a los soldados rasos, en vez de darnos cincuenta céntimos al día, como cobraban los que quedaban en la península "e isla adyacentes", allí nos pagaban 1,15 pesetas… "lo que apenas si llegaba para los arreos del afeitado y aseo y quizá a algún sello o franquicia para un correo ordinario, de vez en cuando"… "de sargento para arriba, la cosa cambiaba y aquellos soldados con gorra de plato, cobraban bastante más que los que quedaban en la península de igual graduación".
Cuando nos llevaron y no sé en qué etapa; en una de las infinitas formaciones que habíamos de soportar; en una de ellas, se nos fue haciendo "la media filiación" y donde una de las preguntas, era el oficio que teníamos o lo que sabíamos hacer… para algo (no mucho) me sirvió a mí el ya ser un mecanógrafo bastante experimentado; pero los que no tenía oficio o "eran del campo" (braceros-jornaleros) a esos les esperaban los trabajos más duros, entre ellos, los que fueron destinados al grupo de artillería de montaña (regimiento número 32 "Fuerte Camellos" fue mi destino) fueron algo así, como "los galeotes de una galera", puesto que mientras estaban despiertos, estaban trabajando… "limpieza de mulas, aparejos, cadenas, agua y pienso para el ganado, montaje de piezas de artillería, desmontaje de las mismas, o sea interminables ejercicios pesados y que dejaban molidos a aquellos que tuvieron "la suerte", de caer en tales menesteres militares.
Pero los que en sorteo éramos destinados a "África"; no teníamos más remedio que ir allí, puesto que la guarnición la componíamos reclutas de toda España y no había forma de eludir el destino; aunque ya allí, "sí que de alguna manera valían las recomendaciones y el padrinazgo que cada cual pudiera llevar, le deparaba un destina más llevadero".
Por todo ello, allí estábamos de todas las clases sociales, y desde "los pobres, pobres", hasta los hijos de "ricos, ricos"; y ese es el caso de uno de estos últimos, el que al preguntarle el sargento que tomaba nota, por su oficio… "con toda desfachatez le dijo que… "hijo"; lo que tras la sorpresa del sargento y repreguntado, se supo que era, "hijo de un rico terrateniente y el que contaba con muchas fincas o cortijos", por lo que "la criatura" a sus veintidós años; había vivido toda su vida sin dar golpe y disfrutando como hijo de rico; de dinero de sobras… lo que luego se demostró a lo largo de aquellos largos dieciocho meses de "mili", donde dio ostentación de su poder dinerario.
Me he acordado de todo ello, al recibir una información, sobre el yerno del rey ("un tal Urdangarín") el que tras todo lo que ha hecho, "acompañado de su esposa" (suponemos muchos), se puede afirmar que su oficio, ha sido el de "ejercer como yerno"; puesto que… "dio el braguetazo real y de él ha vivido como un príncipe y pese a ello, ha metido mano en donde nunca debió, por lo que hoy está procesado".
Pero por cuanto se comenta e imaginamos, el rey y para quitarlo de la bochornosa circulación española… "ha llamado a otro rey musulmán y es de imaginar que le ha dicho… colócame al yerno"; y es claro que ha sido colocado y muy bien colocado, nada menos que en Qatar, un riquísimo emirato lleno de petróleo.
Allí y aparte de gozar de los privilegios que imaginamos, como marido de la hija del rey que es amigo del otro rey; no existen tratados de extradición, ni de retención o confiscación de bienes o ingresos, amén de otros privilegios, que según se me dice, van desde el de… "pasaporte diplomático hasta no sé cuantas cosas más".
Mientras aquí y en la isla de Mallorca, el juez que instruye el caso, seguirá acumulando "papeles", que ya veremos si con ellos se termina el proceso judicial o irán directamente a la papelera y de allí… "al reciclaje de papel viejo".
Para el futuro y para prevenir "cosilla así" u otras; ya se está tramando el situar a la familia del rey, como a los diputados parlamentarios; o sea que no los pueda molestar, nada más que el Tribunal Supremo y tras todos los requisitos, que son necesarios para que en esas "alturas", los altos dignatarios puedan campar por sus respetos, como hasta aquí han hecho… "o sea que estamos en una verdadera democracia… pero de las islas caribeñas o de otros lugares similares y donde la impunidad es el privilegio de los que mandan o manejan al pueblo".
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más)
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