Cuando oigo esta frase, que en mi país es muy frecuente… y veo con la indiferencia, o con el desprecio, o peor aún con la irresponsabilidad con que se pronuncia… un torbellino de reacciones me llenan “a reventar”; para mí es de lo más idiota que ser humano puede pronunciar, puesto que desde ese momento… él mismo se está considerando como siervo o súbdito, del aparato que lo va a gobernar o mejor dicho, lo va a manejar a su gusto y con toda impunidad.
Precisamente por estos incalificables “seres”; pasó, pasa y pasará lo de siempre, puesto que el político, el que gobierna, tiende al absolutismo y de ahí a la dictadura o tiranía, son pasos contados y ello se puede analizar si se estudia la historia del hombre. El que no ha progresado en lo esencial y pese a lo que presuma hoy, que afortunadamente existen libertades (no en todos los países, ni mucho menos) y que permiten a ese hombre, el hacerse ver y notar, civilizadamente y sin necesidad de más revoluciones, puesto que todas, absolutamente todas han fracasado… puesto que destruyeron todo y se volvió a empezar una nueva dictadura o tiranía, según que casos.
Y ello es la constante en esa “corta” historia que de la humanidad tenemos y que no pasará de los tres milenios… “de los otros milenios o “milenios de milenios”; apenas sabemos nada, salvo que aquel “hombre u homínido”, era apenas… “un animal más”.
A la vista de todo ello, sabemos con plena seguridad, que hay que controlar al político y de la forma más eficaz y pacífica, que hoy se lograría si en verdad se obrase con inteligencia y solidaridad humana… puesto que “el político”; si logra controlar el poder sin miedo a responsabilidades; controla el tesoro público (impuestos y reservas) y con tan inmenso poder en sus manos, “comprará todo lo comprable”, para eternizarse en el mismo y sólo preocuparse de “aquellos que lo sostienen o le pueden hacer sombra”.
¿El pueblo?... pues como siempre; a trabajar, pagar sin rechistar y a ser entretenido con los entretenimientos con que se “droga” a las masas para que no piensen. Precisamente por todo ello, a ningún gobernante (“salvo excepciones”) le interesa el que sea impuesta, una verdadera enseñanza integral y que enseñe, al hombre a ser hombre y a la mujer a serlo igualmente… “después todo lo demás” (como ya hiciera en su tiempo el insigne Pitágoras). Formados así, los individuos; seguro que serían más solidarios y por tanto humanos, patriotas y por tanto seres responsables en grado óptimo… Pero eso es lo que no quiere el demagogo, que aspira a gobernar y que en general son la inmensa mayoría que se encaminan a la política (veamos la trayectoria de la mayoría de ellos); puesto que lo hacen para como mínimo medrar y vivir bien del trabajo del resto y como máximo, para enriquecerse en grado superlativo y envanecerse, tal cual hacían aquellos emperadores o sátrapas, de los que la historia nos cuenta sus horrendas actuaciones… “que por cuanto sigue ocurriendo, esas lecciones no han servido para nada”.
La demagogia moderna, que no política… (puesto que política es el arte de gobernar bien a los pueblos y en paz y concordia, unos con otros) ha logrado, instaurar lo que disfrazado con la noble palabra “libertad”, no lo es en el grado que debiera, puesto que para ejercer la libertad, “hay que estar bien preparado para ello”. Y así con lo de “un hombre un voto” (y sus arreglos y sistemas más o menos proporcionales) han conformado, algo que dicen es democracia, pero que en realidad son “inmensos nidos”, de dictaduras o “dictadurillas”, donde al final nadie que hace verdaderas “barrabasadas” responde de nada.
Ya fue un error bajar la edad del voto, de los 23 a los 18 años, puesto que ni a los 23 siquiera, la mayoría ha conseguido una madurez como para decidir en algo tan importante, como es la elección de quienes lo van a gobernar; por tanto no sería malo el estudiar, mediante personas preparadas y eruditas, cual sería la edad conveniente para votar y qué otros requisitos, para luego “gobernar”… puesto que “lo mismo que un pastor no puede dejársele que deje el rebaño para conducir un reactor”… “tampoco a un pescador, se le puede confiar el ministerio de marina”… y son dos ejemplos para meditar… simplemente para meditar, que es lo que nunca suele hacer el ser humano.
Es arriesgado pensar y exponer lo pensado… pero viendo… “los preludios de otra guerra internacional o mundial”… y lo que puede ocurrir, simplemente por los intereses del petróleo (otra cosa no hay entre esas sangrientas luchas en Oriente Medio)… hay que hablar y decir cada cual, lo que crea conveniente pensando siempre en esa siempre ausente, paz y concordia… a la que hay que llegar y pese a los malditos políticos, que hoy manejan (que no gobiernan) a este pobre planeta.
Precisamente por estos incalificables “seres”; pasó, pasa y pasará lo de siempre, puesto que el político, el que gobierna, tiende al absolutismo y de ahí a la dictadura o tiranía, son pasos contados y ello se puede analizar si se estudia la historia del hombre. El que no ha progresado en lo esencial y pese a lo que presuma hoy, que afortunadamente existen libertades (no en todos los países, ni mucho menos) y que permiten a ese hombre, el hacerse ver y notar, civilizadamente y sin necesidad de más revoluciones, puesto que todas, absolutamente todas han fracasado… puesto que destruyeron todo y se volvió a empezar una nueva dictadura o tiranía, según que casos.
Y ello es la constante en esa “corta” historia que de la humanidad tenemos y que no pasará de los tres milenios… “de los otros milenios o “milenios de milenios”; apenas sabemos nada, salvo que aquel “hombre u homínido”, era apenas… “un animal más”.
A la vista de todo ello, sabemos con plena seguridad, que hay que controlar al político y de la forma más eficaz y pacífica, que hoy se lograría si en verdad se obrase con inteligencia y solidaridad humana… puesto que “el político”; si logra controlar el poder sin miedo a responsabilidades; controla el tesoro público (impuestos y reservas) y con tan inmenso poder en sus manos, “comprará todo lo comprable”, para eternizarse en el mismo y sólo preocuparse de “aquellos que lo sostienen o le pueden hacer sombra”.
¿El pueblo?... pues como siempre; a trabajar, pagar sin rechistar y a ser entretenido con los entretenimientos con que se “droga” a las masas para que no piensen. Precisamente por todo ello, a ningún gobernante (“salvo excepciones”) le interesa el que sea impuesta, una verdadera enseñanza integral y que enseñe, al hombre a ser hombre y a la mujer a serlo igualmente… “después todo lo demás” (como ya hiciera en su tiempo el insigne Pitágoras). Formados así, los individuos; seguro que serían más solidarios y por tanto humanos, patriotas y por tanto seres responsables en grado óptimo… Pero eso es lo que no quiere el demagogo, que aspira a gobernar y que en general son la inmensa mayoría que se encaminan a la política (veamos la trayectoria de la mayoría de ellos); puesto que lo hacen para como mínimo medrar y vivir bien del trabajo del resto y como máximo, para enriquecerse en grado superlativo y envanecerse, tal cual hacían aquellos emperadores o sátrapas, de los que la historia nos cuenta sus horrendas actuaciones… “que por cuanto sigue ocurriendo, esas lecciones no han servido para nada”.
La demagogia moderna, que no política… (puesto que política es el arte de gobernar bien a los pueblos y en paz y concordia, unos con otros) ha logrado, instaurar lo que disfrazado con la noble palabra “libertad”, no lo es en el grado que debiera, puesto que para ejercer la libertad, “hay que estar bien preparado para ello”. Y así con lo de “un hombre un voto” (y sus arreglos y sistemas más o menos proporcionales) han conformado, algo que dicen es democracia, pero que en realidad son “inmensos nidos”, de dictaduras o “dictadurillas”, donde al final nadie que hace verdaderas “barrabasadas” responde de nada.
Ya fue un error bajar la edad del voto, de los 23 a los 18 años, puesto que ni a los 23 siquiera, la mayoría ha conseguido una madurez como para decidir en algo tan importante, como es la elección de quienes lo van a gobernar; por tanto no sería malo el estudiar, mediante personas preparadas y eruditas, cual sería la edad conveniente para votar y qué otros requisitos, para luego “gobernar”… puesto que “lo mismo que un pastor no puede dejársele que deje el rebaño para conducir un reactor”… “tampoco a un pescador, se le puede confiar el ministerio de marina”… y son dos ejemplos para meditar… simplemente para meditar, que es lo que nunca suele hacer el ser humano.
Es arriesgado pensar y exponer lo pensado… pero viendo… “los preludios de otra guerra internacional o mundial”… y lo que puede ocurrir, simplemente por los intereses del petróleo (otra cosa no hay entre esas sangrientas luchas en Oriente Medio)… hay que hablar y decir cada cual, lo que crea conveniente pensando siempre en esa siempre ausente, paz y concordia… a la que hay que llegar y pese a los malditos políticos, que hoy manejan (que no gobiernan) a este pobre planeta.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (en ella más temas)
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