Tener hijos… no tener hijos
Mi nueva novela que pronto saldrá editada en la red de Internet; principalmente toca ese tema y cuyos protagonistas, entre situarse en la vida y luego tratar de darse "la vida padre"; cuando tratan de engendrar hijos, ya se les ha pasado la época fértil y tienen que recurrir a todo lo que hoy hay como sucedáneo, pero sin conseguirlo; y por ello empiezan a vegetar en ese final en que termina toda pareja sin hijos, que normalmente suele ser bastante triste, cuando no trágico.
Desde ya mucho tiempo atrás en el "rico occidente o sociedad de consumo", la mayoría de parejas suelen emprender el mismo camino. Como mucho y para justificarse a sí mismos, suelen traer "un retoño" y no quieren más. Retoño que pasará casi de inmediato a la guardería, de allí al colegio y así continuará hasta su mayoría de edad o independencia; y donde su familia apenas la ha conocido puesto que vivirá "entre juguetes y aparatos electrónicos que lo entretengan y eduquen"; los progenitores, siempre atareadísimos; emplearán gran parte de su tiempo en tratar de ganar cuanto más dinero mejor, para surtir al retoño de todos sus caprichos y de paso costearse ellos los también muy numerosos que necesitan… la familia desapareció hace tiempo; por muchos motivos que dejo a cada cual los averigüe con su caletre.
Entre mis muchas experiencias tengo la dolorosa de ser hijo único; no he conocido pues, el disfrute de tener hermanos con quienes jugar o pelearme, cosa que desde muy niño noté y envidié de aquellos otros que sí los tenían. Fueron épocas de calamidades de todo tipo y como correspondían a la pos guerra civil. En mis primeros siete años, mi madre fue mi abuela materna, puesto que mi madre (viuda) tenía que ir a trabajar (cuando había trabajo) por pura necesidad de supervivencia. De todo ello me quedaron unos traumas y unos tan amargos recuerdos que me han martirizado toda mi vida y aún hoy a mi ya avanzada vejez, me siguen martirizando sobre todo en las noches en que el insomnio no me deja dormir cuando a mi mente viene aquella película de pesadillas que yo viví de niño, con tantos miedos por las soledades padecidas.
Seguro que por ello, tras mi casamiento y desde aquella muy feliz noche de bodas, mi esposa y yo fuimos de inmediato en busca de hijos; desafortunadamente a los cuatro meses vino un aborto, lo que nos dejó desolados a ambos, que abrazados lloramos juntos (contábamos 21 años ella y yo 25)… de inmediato a que pasó aquello continuamos y así nos nace nuestro primer hijo en 1964, el segundo en 1966 y el tercero en 1968… nunca fui más feliz que cuando podía estar en la cama los domingos o días de fiesta y estos chiquitines venían corriendo a arrebujarse con migo y que los acariciara y les contara cuentos u otras cosas; luego vendría todo lo demás, que terminaba "en el banquetillo" de la tarde, compuesto de refrescos y frutos secos variados, en que todos disfrutábamos como niños y a lo grande, pero en casa… yo entonces trabajaba "más que el Sol", puesto que había de hacerlo muchas horas nocturnas, como viajante de comercio y lo que me imposibilitaba el estar más con mi familia… pero mi esposa quedaba en casa cuidando a la prole y ahorrando lo que podía con la buena administración que siempre llevó en el hogar… pasaron los años y vino un nuevo aborto; el que sentimos igualmente puesto que queríamos aquel cuarto hijo.
Nunca he firmado nómina, o sea que he ido por libre por la vida y como autónomo me jubilé; o sea que el que sabe de estas cosas entiende muy bien que la vida no me fue fácil… hoy esos tres hijos (que ya nos han dado siete nietos) unidos en la empresa familiar, la llevan de forma regular y siguen unidos, aun cuando las discusiones familiares "son la salsa de la vida" y las hay en todas las familias. Mi esposa y yo satisfechos, ya que llevamos casados nada menos que medio siglo y un año más; puesto que consideramos haber cumplido con "la ley natural que se sintetiza en la frase bíblica de… "creced y multiplicaos".
Y en ese creced y multiplicaos entran todos los animales o bichos que pueblan el planeta; "entre los que el bicho humano somos unos más".
Cuanto antecede me lo inspira un demoledor informe publicado en ABC del 15-05-2014; el que refiriéndose a España, titula así… "Hogares con menos hijos, menos matrimonios y más divorcios". El que de alguna manera demuestra el estado poblacional de España que en esto como en tantas cosas, está en franca decadencia, puesto que una población que no se renueve, va camino de la extinción; la que llegará antes o después. Los huecos serán ocupados por los emigrantes y España será al final un mestizaje de razas y colores… "nuestro ancestral mestizaje de queso de muchas leches será sustituido por otro de vete a saber que leches y colores".
Los pensionistas de hoy iremos muriendo cada vez más pobres y abandonados, puesto que al no renovarse la población el desenlace final será terrible. Por igual motivo los jóvenes que piensen hoy en sus futuras jubilaciones si es que llegan a viejos; que se preparen y ahorren si pueden, puesto que difícilmente las van a encontrar en un sistema "ya en saldo" y del que los gobernantes no se ocupan absolutamente de nada… "salvo en asegurarse sus pagas vitalicias por el servicio público y a través de los impuestos que harán pagar a… "todo bicho viviente"; que por pocos que sean, les harán pagar lo suficiente para que "los de siempre vivan con comodidad y sin preocupaciones"…. ¿Progreso… quién dijo tan gran mentira?
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y http://blogs.periodistadigital.com/nomentiras.php
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