Despoblación y superpoblación
El hombre es el único animal "o bicho" nacido en este planeta y en el que no ha encontrado el equilibrio para vivir en armonía con el mismo, como sí que han encontrado el resto de animales o bichos que aquí nacieron, vivieron o aún viven; los que tampoco nunca fueron una plaga exterminadora para sus propias especies como sí lo es "el bicho humano", que arrogantemente se auto tituló "sapiens-sapiens".
Aberrantemente, "ese bicho humano", está empleando "su mucho saber y sus inmensos medios tecnológicos", en cosas tan absurdas como el tratar de edificar ciudades en el fondo de los mares, en el satélite terráqueo (Luna) o incluso en lugares tan lejanos e inhóspitos como pueden ser lo que hay en el planeta Marte.
También emplea gran parte de ese poder técnico-económico, en edificar cosas estrambóticas, como pueden ser los edificios denominados "autosuficientes", o torres enormemente grandes, altas y costosísimas, para simplemente poder presumir de que… "yo hice o costeé la más alta de las de todo el mundo hasta que otro emulador babeliano (de Babel) logre desmarcar al anterior para orgullo propio y de la posteridad, que recoja en sus anales tan gran proeza… o idiotez supina".
Puesto que la realidad ha demostrado que hacinar a estos pobres "bichos humanos", en enormes colmenas u horribles termiteros, no soluciona problemas verdaderamente humanos sino que por el contrario los crea y aumenta, puesto que a la vista está la degeneración que conllevan las denominadas "grandes urbes", que no son otra cosa que los enormes fracasos políticos y sociales de unos gobernantes que no supieron prevenir los enormes problemas que se acumulan a medida que se concentra la población en áreas demasiado reducidas, para que esta pueda vivir de forma aceptable.
De las denominadas "grandes ciudades"; he visitado Londres, París, Roma, Berlín; alguna norteafricana y por descontado Madrid y Barcelona aquí en España… "no viviría en ninguna de ellas y por nada del mundo"; considero que estar allí es "un sinvivir continuo" y no merece la pena. Igualmente no me atrae en absoluto ir a visitar esa selva de cemento que es Nueva York y mucho menos aún, el ir a visitar esos infiernos que supongo son, esas otras grandes aglomeraciones asiáticas o americanas y por motivos harto conocidos y que de vez en cuando nos dice (algo) la prensa. Prefiero la pequeña ciudad o población, en la que puedes hacerlo todo o casi todo a pie, o a lo sumo tomando un autobús urbano o taxi en cortos recorridos; por ello me quedé en mi Jaén natal, el que hoy es tres veces mayor que cuando yo nací y ya va siendo una ciudad incómoda; y en la que muchas ya de sus partes, son desconocidas por el resto; por tanto ya empieza a convertirse en… "una selva más… pero de cemento e incomodidades".
Pero como Jaén es también una provincia andaluza y española… ¿es que aquí nos estamos superpoblando en demasía? No, en absoluto, puesto que lo que hoy me hace reflexionar es la noticia que acabo de leer sobre mi propia provincia y que afirma lo que sigue:
"El desierto demográfico avanza en Jaén que pierde 5.300 habitantes en un año – nueve pueblos de la provincia (cuenta con 100 principales) tienen menos de diez habitantes por kilómetros cuadrado".
Debo decir o aclarar el que mi provincia cuenta con 13.500 kilómetros cuadrados de extensión, unos 670.000 habitantes; es enormemente rica en recursos naturales; somos los mayores productores de aceite de aceituna (mal denominado de oliva) y en general, hay "mucho campo aún por cultivar y muchos recursos aún por explotar"; o sea que aparentemente aquí no debiera haber problemas, pero los hay y muchos, entre ellos existe ahora mismo un cuarenta por ciento de paro obrero y en los jóvenes, el porcentaje llega al setenta por ciento o más.
Todo ello sumado (imagino) es el resultado de la bajada de población, que deduzco es debida a que "mueren más que nacen aquí", que la emigración se sigue llevando (como en el pasado) a lo mejor de la población útil… y que debido a la comodidad, el miedo al futuro, o simplemente el darse la mejor vida posible; las hembras en edad fértil aquí no quieren parir (ni los padres engendrar) y todo ello lleva a la decadencia que hay ya no sólo aquí, sino por ende en toda España y gran parte de una Europa, decadente en extremo como demuestra su ya atroz envejecimiento.
En resumidas cuentas y como al principio digo… que… "El hombre es el único animal "o bicho" nacido en este planeta y en el que no ha encontrado el equilibrio para vivir en armonía con el mismo, como sí que han encontrado el resto de animales o bichos que aquí nacieron, vivieron o aún viven"… y por tanto somos el bicho más desgraciado o infeliz que aquí vino a nacer… amén.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y http://blogs.periodistadigital.com/nomentiras.php
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