"En busca de los dioses"
Considero haber leído más que suficiente, sobre religiones o "credos religiosos"; cómo para decir que en lo que no creo en absoluto, es que nadie ha podido ver y menos hablar con Dios; sencillamente por cuanto La Creación es tan inabarcable, que su Creador ("en el que creo firmemente por cuanto no existe efecto sin causa; y puesto que existe la obra, seguro que tuvo o tiene un Creador") debe serlo mucho más; puesto que "contenido es una cosa y contenedor otra muy diferente".
Lo triste y lamentable, cuando no aberrante, es "la sangre, sudor y lágrimas", que ha ocasionado y aún ocasiona, ese tema de que, "mi Dios es más verdadero que el tuyo, y el mío es el único y yo soy su representante"; puesto que no hay "documentación fehaciente" de tan fanáticos o absurdos, dogmas, de los que en cada tribu y por pequeña que sea, tienen el suyo; todo se reducen a, "visiones, contactos íntimos en soledad" y afirmaciones de quienes con el don de palabra (muchos por la fuerza) han conseguido, consiguen y conseguirán, los suficientes seguidores, para considerarse y que le consideren el genuino o "genuina", enviados del Sumo Hacedor; con lo que generalmente, tienen la vida asegurada y a un nivel, que la inmensa mayoría no llegamos en nuestra larga vida; pero ya lo dice ese dicho que afirma, el que… "Si quieres hacerte rico, funda una religión y consigue los suficientes creyentes"; y de los que hay "material" tan abundante en este pobre mundo, que sobraría para hacer una abultada enciclopedia. En Internet hay abundante material, de tantos "listos o salvadores de incautos, que por lo visto, siguen siendo abundantísimos en este perro mundo, donde también los creyentes abundan con profusión".
Mundo que indudablemente, el ser humano o "mono humano", sufre tantos miedos, y el más grave es a perder la vida y desaparecer del "mundo de los vivos"; que quién logre "comerle el coco", lo lleva a donde quiera el embaucador, al propio tiempo que le saca, "hasta la cerilla de las orejas" (al decir de mi queridísima abuela materna) puesto que, "todos o casi todos los dioses", tienen necesidades de dinero contante y sonante; y "su representante y muchas veces su corte o coorte, lo necesitan mucho más; y como son o se consideran sus administradores en el planeta, pues el resto ya lo sabemos o nos lo imaginamos".
Pero voy al origen de este artículo y que se refiere a mi titular; y el mismo lo copio del de un libro, escrito por Jacques Lacarrière: "En busca de los dioses" (Una historia de la Humanidad a través de los antiguos mitos) Editorial: Ediciones Escogidas, S.A. –Madrid; libro que me llamó la atención y no sólo por el título sino por la destacada y buena presentación del mismo; que lo es igualmente por su enorme contenido de casi cuatrocientas páginas; que están llenas de testimonios, sobre mitos y leyendas, sobre dioses y toda la parafernalia que sobre ellos y en todos los tiempos, se han escrito y practicado ceremonias, que maravillan, sobre la credulidad de las masas de todos los tiempos y que hoy en día, siguen siéndolo por motivos que no entiendo en absoluto y por cuanto, el libro es algo así; como un libro "de ciencia ficción, cuentos y relatos fantásticos, que asombra el analizarlos sin profundizar mucho en ellos"; puesto que la pregunta que surge en mi mente, es escueta y sencilla… ¿Cómo es posible que con estos materiales, se hayan creado tantos grandes negocios, tantas grandes y sangrientas batallas y tanto disloque, en el pobre e ignorante ser humano de todos los tiempos? Pero lo es, lo fue y ya digo, seguro que lo va a seguir siendo, visto lo que ocurre con gran frecuencia, y lo peor de ello, es que "los fanatismos idiotas siguen".
En lo que a mí respecta, ya y de esto hace muchos años; las creencias y religiones me preocupan poco; sí que de lo mucho que he leído y analizado, me quedo con el cristianismo crudo y duro (no con ninguna de sus sectas, que las hay a cientos), cuál es el considerado como, "el mejor de los discursos de todos los tiempos", y su nombre es, "El Sermón del Monte", que lo pronunció Cristo, "en medio del desierto" y seguido por una gran cantidad de seguidores. ¿Qué yo quiero decir que me considero cristiano? No, ni mucho menos; si acaso un aproximado a aprendiz de cristiano, puesto que lo que Cristo pide o pidió en aquella prédica; y mientras el ser humano "seamos de carne y hueso"; considero no difícil, sino dificilísimo, seguir al pie de la letra lo que allí se pide; que por otra parte está claro y muy claro; por tanto hace ya tiempo, que procuro seguir una máxima bastante sencilla y como ya estoy bastante cercano a una muerte natural, pues aguardo la misma con plena tranquilidad y ya veré lo que hay tras ella, que creo lo debe haber y bastante mejor que lo que aquí, he visto a lo largo de mis muchos años andando por este perro mundo; por ello escribí la siguiente máxima, que a mí me ha ido bastante bien: "No hagas a nadie, ni a nada vivo, sea hombre, animal o planta; nada que a ti no te gustaría te hicieran; cuida tu entorno allí donde te encuentres como si fuese tu propia casa; y vive la vida con la máxima tranquilidad que puedas; no se necesita mucho para vivir bastante bien". ¡Ah! Y si te interesa leer ese sermón; y no tienes una Biblia a mano, en mi Web lo tengo copiado íntegramente, sacado del Evangelio de San Mateo y sacado de una Biblia Cristiana/Católica, que poseo; la verdad, merece leerlo y consuela mucho el meditarlo fríamente.
NOTA: Jacques Lacarrière, nacido el 2 de diciembre de 1925 en Limoges y fallecido el 17 de septiembre de 2005 en París, es un escritor francés. Es conocido por sus relatos de viaje influenciados por su pasión por la civilización griega.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y
No hay comentarios:
Publicar un comentario