De polvo eres y en polvo te convertirás
"Polvo eres y en polvo te convertirás" (Gen 3:19) o "Arrepiéntete y cree en el Evangelio" (Mc 1, 15) son las frases de las Sagradas Escrituras que se mencionan y que miles de Católicos escucharon en el primer día del inicio de la Cuaresma. Dos frases duras, pero reales, que llegan al alma y al corazón, porque recuerdan a los fieles que, aunque no lo quieran, desde el más humilde hasta el más poderoso, irremediablemente morirá. Son el recuerdo verdadero de que todos acabaremos convertidos en polvo de la tierra". Sí, lo reflejo en primer lugar, "puesto que es el polvo", que más aterra a la mayoría de monos humanos, que no creen, en que la vida, "no acaba con la muerte"; que ese "polvo", procede del "pijama" en que vivimos, cuál es la materia corporal, y que el "cuerpo espiritual, no muere"; y así lo enseñaron en todas las religiones importantes y civilizaciones que las sostuvieron. En la nuestra, desde Pitágoras, a Cristo, pasando por el moderno codificador del espiritismo, "Allan Kardec, en su "libro de los espíritus", que desarrolla la teoría de la reencarnación, de forma contundente; e igualmente muy consoladora.
Pero hoy me voy a referir y comentar "otros polvos o arenas"; principalmente los que recientemente, han inundado España y otros países de Europa y que procedentes del desierto sahariano, han venido a, "sembrar, tintar, o incluso pintar", enormes espacios, ayudados por las abundantes lluvias, que lo convirtieron en pintura muy pegadiza, y la que recientemente he podido comprobar incluso en esas medianías de cemento, pintado en blanco y que ahora aparecen de color "arenoso" en las autovías de Andalucía; lo que nos demuestra una vez más, "lo poco que somos cuando la Naturaleza, actúa desplegando sus muy variadas e importantes fuerzas, que llegan a aturdirnos".
Pero es más, "esas arenas africanas, son también un buen fertilizante para las tierras donde llegan y que lo hacen, hasta pasar por encima del Océano Atlántico y derramarse en la enorme Amazonía; y ello me lo dice un geólogo, que afirma el que esas arenas, son ricas en hierro y otros minerales; y que como tales, son un buen abono natural, aunque al que le manchan su casa, automóvil, u otros bienes, le repatee su llegada, que reitero, esta primavera ha sido enorme o "abusiva".
Pero hay otras "arenas" muy abundantes y que sorprende su procedencia, la que afirmaban los científicos en un documental de los muchos que he visto y me gusta ver, puesto que esas "blancas arenas de esas idílicas playas tropicales"; se deben al coral o corales, y al continuo comer "o roer", de los mismos, por peces que se alimentan de parte de esos corales, que comen y luego defecan esas arenas limpísimas; trabajo que imaginemos los miles de años (o eones: un eón equivale a mil millones de años) que han tardado en conformarse. Pues bien, eso lo realiza un pez bastante grande, denominado, "pez Loro" (1) y otros similares y que son abundantes.
El agua, la gota de agua, al congelarse en la roca de las montañas, ejerce una fuerza enorme, que hace romper la piedra y convertirla en partículas o arenas, que igualmente el viento y la lluvia arrastran por torrentes y ríos que llegan al mar; y lo que representa otro contingente de esos arenales inmensos que hay en las playas. Y que también el aire los acumula permanentemente sobre la tierra y "sus enormes desiertos".
Pero esas partículas o arenas finales y limpias (en mi época de constructor de obras, se decía que la mejor era la "arena lavada" en los bancos que se forman en los ríos) son durísimas, y lo que se construye con ellas, nos lo dicen las enormes construcciones de todo tipo, que nos legaron los romanos y su ingeniería, junto a "su cemento"; las que tras milenios, aún muchas de ellas permaneces firmes aguantando todos los elementos.
Sí, son "esas arenas que vienen y van y que duran o permanecen "vivas" como el tiempo"; es más, aún creo recordar, que los científicos que se dedican a estudiar la materia genuina y que se cree fue la materia prima, para construir el Universo, es una especie de substancia o arena durísima y sin embargo manejable o maleable, para con ella, construir el resto de materias siderales en las infinitas formas que conocemos y que posiblemente aún ni se conozcan, puesto que la realidad de La Creación, sólo la define una palabra, sólo una palabra, y estas es, MISTERIO.
(1) PEZ LORO DEL QUE HAY MUCHAS ESPECIES: Su dieta, que consiste esencialmente en algas que extraen de los trozos de coral que se desprenden de los arrecifes. Roen el coral con los dientes que tienen en la garganta para extraer los pólipos de las algas. Tras ingerir el coral, los peces loro defecan arena.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (Aquí mucho más)
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