Méjico, Yucatán, costa del Caribe
He tenido varias ocasiones para emprender ese largo viaje que representa "atravesar el charco" (definición que un torero diera al Atlántico) y siempre desistí, pues qué duda cabe que estar muchas horas volando sobre ese inmenso océano, merece un respeto, pero esta vez me he decidido (tras convencer a mi esposa) y ambos vamos a "cruzar el charco", rumbo a la ya famosa zona de veraneo que es Cancún y la que está situada en la costa del Mar Caribe (Sur de México) donde pensamos pasar "ocho días" en el ya lejano 1993..
Me atrae este viaje y no es solo por el que dicen ser "paradisíaco lugar" (que no lo es) si no también, por que cerca de donde estaré, se encuentran las ya famosas ruinas de las ciudades y centros "religiosos" de la civilización Maya y pretendo visitar algunas de ellas en estos días.
AQUELLA NOCHE MEJICANA
Esta tarde-noche asistiremos a lo que aquí denominan (y vienen anunciando insistentemente) como "una noche mexicana" y a la que nos anima la ya referida camarera (Consuelo) a la que compramos "los boletos" y la que queda muy contenta, puesto que nos dice que con ello ha ganado "tres dólares de comisión" (aquí se habla más de dólares USA, que de pesos mexicanos (nuevos o viejos) mi esposa y yo celebramos ese "extra" que apercibe tan simpática camarera, pues de todas formas ya habíamos decidido asistir a esta fiesta, que en realidad será una cena bufé compuesta exclusivamente por platos mexicanos y amenizada con el folklore de este país; y en la que se nos ofrecerá (dice Consuelo) desde el clásico "mariachi", hasta una pelea de gallos, pasando por los "platillos mexicanos" (muy variados y demasiado condimentados y especiados, para nuestro gusto, como luego comprobaremos (emplean demasiados "aliños") el "explosivo tequila" y bebidas de todas clases, ya que ofrecen "barra libre", por tanto cualquiera que no tenga cuidado "puede -luego- soñar con la noche mexicana".
El espectáculo empieza a las 19,30 h. y sorprendentemente no resulta un fiasco o "engaño para turistas", por tanto lo pagado por persona (noventa nuevos pesos (unas tres mil seiscientas pesetas) es compensado generosamente y más aún para los "glotones y bebedores". Actúa sucesivamente un mariachi con seis componentes, un ballet mexicano con otros once miembros, a los que hay que aumentar varios más como "animadores" o presentadores. Ejecutado un variado repertorio por los seis componentes del mariachi, que nos "animan" la cena. Inicia su repertorio el ballet y van interpretando primero, una danza exótica que denominan como, "del fuego y sacrificio humano", la que interpretada por siete personas (seis hombres y una mujer) ataviadas con muy vistosos atuendos (aparentando (se nos dice) el lujo de las vestimentas religiosas de los mayas) van danzando rítmicamente al ritmo que marca una grabación de una música exótica, la que acompañada por unos "collarines" de una especie de cascabeles que los hombres llevan acoplados a los tobillos, logra un efecto que nos deja "boquiabiertos", a quienes no esperábamos todo aquel lujo que en el inicio se nos ofreció y que terminó con el simulacro del sacrificio humano (la víctima sería la mujer) y el traslado del cuerpo en ritual procesión tras la danza, todo lo cual propició el que los espectadores prorrumpiéramos en fuertes aplausos y pese a que, vete tú a saber en qué se basa aquella "danza maya", ya que este enigmático pueblo (o civilización) poco dejó escrito (su escritura es indescifrable si bien se sigue estudiando) y poco se sabe de ellos, salvo los peculiares bajorrelieves de sus monumentos, los que desde luego no son muy claros de descifrar ,"digan lo que digan los expertos o entendidos", pero aunque fuese una alegoría o aproximación, aquella danza resultó bellísima por la "fuerza" que denotaba la misma y el vigor de sus intérpretes, por tanto y de cualquier forma, fue una primera actuación (para mí) magnífica.
Después nos ofrecieron la ya clásica danza (la hemos visto en España más de una vez) denominada de, "supervivencia o lucha por la vida" y que representa la caza y muerte de un ciervo, por los aborígenes mexicanos, el que es cazado a flechazos y el que ha de morir por que el hombre necesita su carne y piel para sobrevivir. La representación de esta danza es hermosa, por cuanto el actor principal es un hombre atlético, que sobre su cabeza lleva la de un pequeño ciervo y su danza simula el estado de miedo, ansiedad y terror que se supone sufre el animal al ser acorralado y cazado, desarrollándose esta larga danza queriendo simular todos los movimientos del animal y que van desde el pacífico pastar en el bosque, hasta los últimos estertores de su muerte; por tanto -repito- es una danza hermosa y agotadora, donde el actor principal, termina bañado en su propio sudor... fue aplaudido con entusiasmo por todos los asistentes. Posteriormente nos ofrecieron "lo más popular" de las danzas mexicanas, por tanto nos ofrecieron de diferentes estados mexicanos... "Jalisco, Guadalajara, Yucatán y otros", las que se sucedieron con abundancia y donde pudimos notar la vistosidad y el garbo de los danzantes, así como el vigor que caracteriza a casi todo el folklore mexicano. Fue un encanto ya que hasta hubo un "lacero" (vaquero con lazo) que realizó maravillas con la cuerda y pese al corto espacio del escenario improvisado de que disponían todos los artistas. Posteriormente se realizó un simulacro de "pelea de gallos" (menos mal) ya que a los mismos no les pusieron "navajas" (espolones de acero, fuertemente sujetos a los que poseen estas bravías aves) ya que cuando "los arman" con ellas, casi seguro que uno de ellos queda inerte y bañado en su propia sangre.
La cena: bueno... "la cena era explosiva" para aquel que desconoce y no practica aquello del templo de Delfos ("nada en exceso") y dispusimos "libremente", desde los famosos "tamales" al "tequila" y desde las verduras y arroz, hasta una variadísima pastelería y desde la cerveza, hasta la "famosa piña colada" (con o sin alcohol)... "Allí hubo de todo y como -repito- era barra y bufé libres, algunos supieron después lo que es eso de la libertad... acompañada de cierta gula".
Terminado el espectáculo marchamos a dormir y dormimos bien ya que afortunadamente fuimos cautos en comer y beber.
Antes de amanecer me despierta la resaca del mar Caribe, yo afortunadamente no tengo "resaca" de la ya descrita cena, pues cenamos con moderación y yo sólo tomé un vaso de cerveza (Ana ni eso) y una cena bastante moderada y por varias causas, ya que debo decir que ese invento "norteamericano" del bufé, me repele bastante y no me resulta grato ese sistema de comida o cena y guardando "rigurosa cola", lo que me recuerda "tristes escenas de la posguerra española", aparte de que "ese invento" se realizó... simplemente para ahorrar personal y de paso estropear una comida o cena, las que si no te las sirven en la mesa, pierden gran parte de su atractivo y valor "en todos los sentidos", pero...¡Oh el progreso!
Miro por el amplio ventanal que da a la terraza y salgo a ver el grandioso espectáculo que me ofrece la luminosidad del sol caribeño, reflejado en el bellísimo color azul turquesa del mar, las blancas arenas de estas playas, por las que veo deambular algunos madrugadores pelícanos; y tras un largo disfrute de este espectáculo natural, pasaremos al diario aseo y después bajaremos al muy amplio y bien surtido comedor, donde desayunaremos a placer (se puede tomar incluso champán); y así nos disponemos a continuar con este día nuevo en tierras que un día fueron, "la Nueva España, de la colonización española; y que aquellos españoles dejaron en la independencia mejicana, con una extensión enorme, en relación a lo que Hernán Cortés, conquistara a aquellos, esclavizantes aztecas, los que con sus tiranías sobre los otros pueblos de aquellas tierras, fue el motivo para que aquel puñado de españoles, conquistaran el inicial imperio azteca, ayudados precisamente por esos pueblos sublevados y que Cortés, supo emplear en provecho propio; todo lo cual es una gran historia, que los gobernantes actuales ocultan o deforman; y de la que el pueblo mejicano apenas sabe "una papa"; pero no se olvide que la primera imprenta que allí se instala en "indias", la instalan los tan criticados españoles, junto a una de tantas universidades europeas, como sembraron en toda la américa "española", que lo fue durante siglos, y desde más de la mitad de lo que hoy son, los poderosos USA hasta la "Patagonia del cono sur" y salvo lo que Portugal colonizara en Brasil, tierras que fueron también de España, durante los reinados de los "Felipes", II, III y IV por herencia de sus abuelas ya que Isabel de Portugal (1) casó felizmente (fueron un feliz matrimonio) con Carlos I; formándose durante aquellos sesenta años, el mayor imperio que se había formado en el planeta Tierra; pero el que se perdió, por la inutilidad de los gobernantes españoles, que no supieron conservarlo; cosa que sí hizo la Iglesia Católica. Pero aun así, el verdadero conquistador fue el idioma español, que es allí donde reúne la fuerza que hoy permite afirmar es, el segundo hablado en el planeta; lástima pues, pero si no se tuerce lo antes dicho, hoy indudablemente sería el primero; pero eso es una larga historia, de la que hoy, "ni quieren hablar los que tienen la obligación de hacerlo"; pero ya lo dijo Napoleón, "la historia la escriben los vencedores"; por lo que es claro, que la misma, está llena a rebosar de mentiras. Más adelante quizá les relate algunos episodios de mis viajes, que creo pueden ser entretenidos e incluso interesantes.
(1) Isabel de Portugal (Lisboa, 24 de octubre de 1503 - Toledo, 1 de mayo de 15391) fue la única esposa de Carlos I de España, y por tanto emperatriz del Sacro Imperio Romano Germánico y reina de España. Actuó como gobernadora de los reinos españoles durante los viajes de su marido por Europa. Isabel era la segunda hija del rey Manuel I de Portugal y de su segunda esposa, María de Aragón, siendo por tanto infanta de Portugal por nacimiento. Isabel era nieta de los Reyes Católicos, por tanto prima hermana de Carlos V. A lo largo de su vida, muchos la compararían con su abuela Isabel I de Castilla, por su carácter y su determinación en la política. Isabel fue sin duda el alma española de Carlos V que, debido a sus viajes por Europa, pasaba poco tiempo en España. De sus trece años de matrimonio, Carlos estuvo la mayor parte del tiempo fuera de España, alejado de sus problemas y devenires políticos. Fue gracias a las gobernaciones ejercidas por la reina Isabel (1529-1532, 1535-1536 y 1538-1539) que España pudo mantenerse independiente de las políticas imperiales. (Wikipedia) OBSERVACIÓN: Esta semblanza, demuestra "lo que los reyes de España", se preocuparon de su imperio, cuyos frutos "se los llevó" la Iglesia Católica en gran medida.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (Aquí mucho más)
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