El "estado de la nación"… ¿Y qué?
Cuando esto escribo, se está "celebrando" en España, esta especie de "discusiones bizantinas, peleas de gallos de corral, representación falsa de realidades que ni se atreven a nombrar, o menestra política de cortinas de humo, para que los que viven del dinero público, sigan viviendo a lo grande, mientras el resto, entre los que contamos usted o yo, nos han empobrecido de tal manera, nos han dejado tan indefensos de todo cuanto "tuvimos" o podríamos tener, que ya sólo nos han dejado la indiferencia total a que ha llegado el real estado de impotencia en que nos han sumido; de ahí ese ¿y qué? Que arriba figura, que sintetiza todo ello y mucho más que cualquier inteligente puede añadir, pues hay, "infinidad de tela por cortar".
Puesto que la realidad la dejó señalada para la historia el insigne Gandhi antes de ser asesinado, con estas contundentes palabras: "Hay suficiente en el mundo para cubrir las necesidades de todos los hombres, pero no para satisfacer su codicia". Añadamos hoy, el que, esa codicia, se ha condensado en unas minorías, señaladas incluso con cifras en las publicaciones que con orgullo, se publican; y por ellas se demuestra el gravísimo problema de "la nación o de todas las naciones"; o sea y más claro; que cada vez hay más ricos-ricos y paralelamente; cada vez hay más masas de pobres-pobres, o ya indigentes a los que llega a faltar, hasta, "el pan y el agua para calmar su sed o poderse mantener limpio y aseado.
¡Ese es el Estado de la nación española y del resto de naciones de este perro mundo, donde la avaricia es la que gobierna y domina; y el resto, tenemos que soportarla con la indefensión notable en que lo hacemos, puesto que no quieren solucionarlo los que pueden; y los que no podemos, ni pensar ya se puede en "revoluciones", que históricamente se ha demostrado que para lo único que han servido ha sido siempre, para; "un quítate tú que me ponga yo", que al final haré más o menos lo que hacían los que hemos logrado derrocar, para situarnos nosotros y disfrutar con toda libertad y abusos, de, "los bienes nacionales". Y esa es la historia, que se repite desde que se escribe y sabemos por ello, y se continua, si analizamos lo que ocurre hoy cotidianamente; todo lo demás es mentira y "cortinas de humo" para tapar la realidad de los hechos.
Así es que, reuniones en "esos gallineros dicen que parlamentarios, otras de mayor rango, dicen que internacionales, partidos "a,b,c,d, etc."; todo son discursos de "listos para tontos", puesto que la intención de los que dicen dirigir y gobernar, es "situarse ellos mismos en el mejor de los lugares", tratar de eternizarse en los mismos, asegurándose retiros principescos, y "a vivir que la vida son cuatro días y hay que asegurar la panza y el bolsillo", para toda esa vida, para "los míos" y además, que luego en la historia que se escriba, cuenten, "lo bueno que yo fui y lo que dejé en mi legado", pues ya lo afirmó Napoleón… "¡La historia la escriben los vencedores".
El resto no contamos para nada; y se nos nombra, con el ya "manido, sobado y pisoteado nombre de pueblo, res pública, masa, plebe o cosas así, que sólo servimos para producir bienes; que otros son los que los van a disfrutar largamente y sin haber puesto en el trabajo, nada positivo.
Y no; "la cosa no viene de ahora ni de ayer"; ya hace milenios que los verdaderos sabios lo anunciaban, pero todos ellos, o fueron asesinados, u olvidadas sus enseñanzas, puesto que a los de siempre (los ambiciosos y egoístas) no les interesaban nada más, que sus mentiras y el "pan y circo" que ya perfeccionaron los romanos y que hoy, súper perfeccionado con los adelantos que posee "el poder", se va eternizando en una, "inmensa mentira global, que en realidad acabará con lo que de civilización haya podido tener, el mono humano".
Pero recordemos algo de lo que el maestro de maestros, Pitágoras ya aconsejaba a los gobernantes y dirigentes de aquellas sociedades de su tiempo: "Procurad que vuestros gobernados no sean ni ricos ni pobres; ricos, se llenarán de soberbia y pobres se envilecerán"; Ese es el sentido de la frase, de que, "en el término medio está la virtud"; y la situación social, en que "si las clases medias son muy abundantes", las sociedades donde estas moran, serán mucho más prosperas en todos los sentidos, que si se establecen, las diferencias, hoy "abisales" en que nos han sumido, con la ayuda de una tecnología, que en realidad se ha empleado y emplea, sólo en dominar y enriquecer a esas minorías, que yo califiqué hace tiempo, en… "los asquerosamente ricos".
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (Aquí mucho más)
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