CULTURA... ¿DE VERDAD SE QUIERE ENSEÑAR?
Cómo una vez más, los demagogos que nos manejan, andan a la greña, sobre un nuevo plan de enseñanza, en el que incompresiblemente se discute hasta la implantación del idioma común… cosa que dudo hicieran "los hotentotes si es que aún existen"… busco textos escritos por mí hace… "la tira de años y veo que aún tienen actualidad": Veamos.
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Pienso sinceramente (y es muy triste) el que en realidad muy pocos pensamos, en lo que significa esa gran palabra, hoy sin sentido como tantas otras; puesto que formar y enriquecer en cultura es algo enormemente complicado y quizá... hubiese que empezar por instaurar escuelas para maestros, profesores y catedráticos, para que se formasen ellos primero; puesto que si no se forman, difícilmente podrán formar a sus discípulos (palabra que nunca debió perderse, como la de MAESTRO: adrede y con mayúsculas).
Observando la población toda (chicos y grandes) y desde la verdulera (con perdón) hasta los denominados padres de la patria, de los veintiún parlamentos (17 autonómicos, Ceuta. Melilla, Congreso y Senado); pienso sinceramente que... tendrían que dar muchas clases de ética, oratoria, educación, etc. pues muchas veces, parece ser que estamos en una cuenca minera y de tiempos muy lejanos ya, donde lo que impera es la ley del más fuerte y el más bruto; y el ejemplo que dan al denominado, gran público (la masa) es deplorable y por ello esta piensa que todo el monte es orégano y supongo dirá, si éstos son los que dirigen y mandan, pues nosotros igual o peor, suponiendo que ya sepan discernir de lo correcto o incorrecto.
El Ministerio de Cultura, debiera ser cerrado por inútil; y por descontado, todas sus dependencias centrales o provinciales y hasta tanto, un congreso no muy numeroso, de los que se consideren sabios o preparados (fuera totalmente de las familias políticas) fuesen reunidos y estableciesen unas normas para ver que se puede hacer... con la epidemia de incultura e in civilización, que invade a España y creo que gran parte del resto del mundo: Podían empezar sacando extractos de las escuelas de Pitágoras, Buda, Confucio, Lao Tsé y Cristo, así como la de Gandhi y algunos otros... ´¡Qué pena! ¿Quién es capaz de afirmar y mantener que estamos situados en el progreso? ¿Somos hombres... ó ya somos máquinas? ¿Aún habrá que retroceder más en la ya indiscutible decadencia actual? ¿Es que están ciegos los que dicen dirigirnos... o es que no quieren ver lo que se nos viene encima?
Retengo en la memoria un proverbio árabe, que supongo debe ser anterior a Mahoma y el Islam y que más o menos dice: Es más necesaria una palmera datilera que cinco profetas.
Ante tan contundente reflexión (es antes el estómago que la mente) reconozco con algunos de mis comunicantes, que cultura es todo cuanto sabe y aprovecha al hombre; puesto que está claro, que el sabio por sabio que fuese y por iluminado que esté en lo religioso, si no se alimenta, muere... por tanto sean dátiles, patatas, o cualquier alimento, es necesario que alguien lo obtenga, para alimentar a quien sea y para ello necesita ese saber que nadie puede negar es cultura. Quizá por ello mismo, yo llevo bastantes años, cultivando un minúsculo huerto, el que sin embargo, me aporta cierta cantidad de productos vegetales, que obtengo mediante mis pocos conocimientos y mi esfuerzo; lo que por si mismo me ha enseñado el gran esfuerzo del campesino; estoy satisfecho por todo ello, pues ese pequeño huerto y a lo largo de muchos años, me ha enseñado más que muchos de los muchos libros leídos a lo largo de mi ya no corta vida... alguna vez me he referido, al mejor libro, que es el que está escrito a ras de la corteza terrestre y por la propia naturaleza, simplemente lo que hay es que observarlo y aprender a leerlo con suma atención: me permito recomendarlo a quienes verdaderamente tienen inquietudes por aprender.
También debo decir (y en esto me reitero) el que yo... no trato de adoctrinar a nadie, ni presentarme como alguien excepcional; simplemente, que tengo inquietudes y ello me obliga, a lo que pudiéramos denominar... el tocar la campanilla: a ese toque acuden los que quieren y la inmensa mayoría (supongo) que ignora ese toque; pero los que acuden, bien venidos sean si saben tocar su campanilla y entre todos logramos un concierto armónico y en el que cada cual aporta su tono, para que sea obtenida una armonía que a todos enriquezca... así pues, nadie obliga a nadie, ni yo estoy obligado a contestar a nadie, pues tocada mi campanilla, he cumplido con lo que yo mismo me impongo y sin ánimo de otra cosa que lo ya dicho... simplemente que para que un sonido (idea o reflexión) se transmita... "hay que tocar la campanilla y el que no quiera oírla... simplemente que no abra la puerta". (Fue escrito en el 2001)
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más)
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