El "dios dinero y sus malditos sacerdotes"
En la tierra donde nací y vivo se cuenta un viejo chiste, que muestra una de las grandes miserias del ser humano; puesto que miseria y grande es, pretender vivir del robo y la vagancia. Cuenta el chiste que un individuo iba al templo con frecuencia y ante el altar de su mayor devoción imploraba así… ¡¡Dios mío… si yo no te pido nada… pero ponme donde halla… del resto me encargaré yo!!
He dicho y escrito muchas veces y hace ya muchos años que… "el dinero es un medio y no un fin"; puesto que debe ser el medio para vivir honestamente y con cierta comodidad; si se emplea como fin… "el dinero no tiene fin y todo se reduce a tener una cuenta con cada vez más ceros a la derecha"; lo que termina por ser una desgracia para infinidad de gente, incluido el poseedor de tan monstruosos capitales, que y por poner un ejemplo… "tiene que tener guardaespaldas hasta para ir a mear".
¿Qué es ser rico y qué es ser pobre? A estas alturas yo ya pienso y creo firmemente, que los más ricos de este planeta, son los componentes de esas tribus "dicen que salvajes", o los componentes de pueblos "aún nómadas" y que se autoabastecen con lo que logran en las tierras donde nacen, viven y mueren… el resto somos mucho más pobres que ellos y muchos infinitamente mucho más pobres aún. Dejo a mis lectores analicen y saquen las conclusiones que puedan… a mí no me van a hacer cambiar.
Vean lo que está ocurriendo en uno de "los grandes templos del dinero mundial"; uno de los no muchos centros de poder especulativo y donde no se producen otras cosas que desastres de todo tipo y que repercutirán en casi todas las partes del mundo; habiendo logrado una infernal impunidad que nadie se atreve a coartar y menos controlar.
"Es la capital financiera de Europa, en sus rascacielos se fraguan las historias que luego aparecen en el reputado Financial Times y por los despachos deambulan hombres que cobran salarios de seis cifras. La City londinense es un mundo aparte. Pero detrás de esa imagen de poder y éxito se esconde una verdadera jungla donde la "esclavitud" es la cultura que marca las pautas del día a día. La muerte del becario alemán Moritz Erhardt después de trabajar jornadas maratonianas en la firma de inversión Bank of America Merrill Lynch ha protagonizado las portadas. Sin embargo, la muerte de este joven de 21 años tras 72 horas seguidas de trabajo no es, ni mucho menos, un caso excepcional. Día sí y día también, se pueden leer crónicas sobre demandas de estresados traders despedidos por negarse a hacer turnos de catorce horas. Es más, los suicidios desde la azotea del Coq d'Argent -un conocido restaurante situado en un rascacielos muy cerca de la antigua sede del Banco de Inglaterra- pasan ya casi desapercibidos. LaCity es un monstruo. Lo saben los que están y lo saben los que empiezan. Los becarios asumen como regla no escrita que hay que estar en la oficina seis o siete días a la semana para alcanzar una media de 110 horas semanales. La mayoría se quedan alojados en Claredale House, un complejo residencial en Bethnal Green (al este de Londres) y lo que empieza como una aventura se convierte "en los peores tres meses" de sus vidas. Tom (nombre ficticio para respetar el anonimato que ha pedido la fuente) reconoce haber terminado su trabajo a las once de la noche, pero haberse quedado hasta las dos de la mañana para demostrar que se estaba tomando en serio las prácticas. Son jóvenes con un currículum académico de excelencia y algunos de ellos reconocen a El Confidencial que han llegado a consumir "algún tipo de sustancias" para aguantar el ritmo".
El resto lo pueden leer aquí puesto que es mucho más extenso: http://www.elconfidencial.com/mundo/2013-08-22/la-city-esclavista-suicidios-jornadas-inhumanas-y-sustancias-para-aguantar_20026
Lo preocupante es que "éste veneno" ya se ha extendido tanto en la mayor parte del planeta, que reitero… cada vez quedan menos zonas donde la gente pueda vivir de forma mucho más apacible y natural, de la que en definitiva; nos ha aportado tan "altísima" tecnología, la que permite especular con el dinero las veinticuatro horas del día y hacerlo no sólo por horas, sino por fracciones de minuto, donde en ese infernal juego de la especulación… "en definitiva está devastando al mundo" y se está devastando, por cuanto cada vez se controla más cosas… yo creo que ya, hasta los que van a morir por cuanto interesa a determinados individuos; que de poder, se quedaban con todo el planeta… para no sabemos qué". Pobrecitos.
De ahí que en algunos de mis artículos yo ya calificara a esos "inmensamente ricos"… simplemente como "pobres ricos"; son dignos de lástima, y gran desprecio… y como muy bien sentenció aquel que escribiera lo que sigue y con lo que hoy termino.
"Era tan pobre… tan pobre… que sólo tenía… DINERO".
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más)
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