1.7.20

Artículo de AGF para publicar y difundir: Gracias

"Ni uno solo de tus cabellos caerá…?"

 

                           Entre las muchas palabras y frases enigmáticas, atribuidas a Cristo, una de las que más me han intrigado y espero que a muchos más; es la siguiente, y con la que responde a un preguntante… "Ni uno solo de tus cabellos caerá sin permiso de Él"; lo que yo entiendo con tal tipo de rigidez o control exhaustivo, que no admite discusión, si es que ello es así; y como también y de otra forma, un fraile cristiano "disidente", dejara dicho y escrito. "Somos como marionetas cuyos hilos mueve Dios" (Lutero). ¿Por qué inicio mi artículo con estos interrogantes y precisamente en uno de los momentos y días más "conformistas", que he vivido en mi larga vida? Y no digo "felices", por cuanto ya he afirmado que, "ese estado no existe en este planeta". Si bien añado, que hoy 26 de Junio, estoy en mi casa de la costa de Torre del Mar; desde donde escribo, estoy viendo el "Mare Nostrum", apacible, tranquilo, con un maravilloso color azul, enmarcado con un cielo de igual color, pero más luminoso, azul intenso; y mar, montañas y todo lo que abarca la estrella; que lo baña; ese Sol espléndido; y el que no calienta aún estos lares (son las 10,30 de la mañana); me encuentro muy bien de salud y "compañía", puesto que convivimos, "dos seres, uno que no habla y el otro que no ladra"; pero que se llevan "divinamente", amo y perro o perro y amo. "Aníbal", casi siempre pegado a mí, y al alcance de mi mano, para que lo acaricie y le hable; "el resto de mis conversaciones, que son muchas, lo mantenemos, "yo y mi otro yo"; y apenas necesitamos a nadie más; por lo que llego a explicarme, a aquellos ermitaños o pensadores solitarios, que incluso llegaron a ser históricos y famosos, por lo que creemos fue un aislamiento, pero seguro que no lo fue, por lo que yo estoy viviendo aquí, en este punto del planeta, donde y de verdad, "yo no me encuentro solo". No me ha funcionado mi conexión con Internet, por lo que no he podido enviar mi cotidiano artículo, "de semillas"; cosa que no me crea "rabieta alguna", pues ello no depende de mí, sino de "las técnicas tan maravillosas que poseemos, pero las que también fallan". Mi serenidad la he mantenido y acrecentado mucho más, al volver a la urbanización y ver "la semilla de níspero", que enterré en un rincón de uno de los jardines, y que hoy, dos años después, ya muestra un arbolito, espléndido en salud y que ya tiene un metro de alto, su tronco inicial ya se ha dividido en tres más, y "apuntan al cielo con una salud vigorosa"; quién sabe si a lo mejor, llego a comer alguno de sus frutos, cosa que tampoco me preocupa; sí su vida y deseando sea larga y de muchos frutos, que alguien, o los pájaros aprovecharán. Hoy mismo y como tantas veces he hecho, voy a enterrar en otros rincones, cuatro huesos de frutas que he comido, albaricoque, ciruelo, y melocotón-paraguayo; a lo largo de mi vida, he "enterrado ya cientos de huesos o semillas", pero es claro que no sé, el destino que tuvieran la inmensa mayoría de ellas.

                           ¡Y no, no me he perdido! Sigo en el tema inicial, si bien por la magnitud o profundidad del mismo, "necesita alimento neuronal", que lo tengo desde que inicié este trabajo, que viene "formándose en mi mente" hace días; y lo explico.

                           Domingo 21 de Junio, cae en mis manos, "el diario ABC que trae un suplemento, "original y único"; por cuanto en el mismo, vienen retratados y con sus correspondientes semblanzas, cientos de hombres y mujeres, que han muerto a consecuencia del "virus chino" ("lo de corona-virus, lo dejo para los eruditos") y que este periódico, o mejor dicho, sus muy humanos dirigentes, ofrecen, como homenaje y memoria a tantos seres humanos, que han muerto, muchos de ellos en circunstancias trágicas o tristes, puesto que no tuvieron ni el consolador entierro español". El citado suplemento tiene nada menos que 48 páginas y; "no he visto en ellas publicidad alguna"; lo que por todo ello, ese suplemento, debiera ser premiado con un gran premio dedicado a ese periodismo, humano; que ya apenas si se ve, "en diario alguno de este perro mundo"; pero precisamente por "eso de perro", seguro que no le conceden premio alguno; seguro que algunos perversos, le buscarán, "un calificativo descalificativo".

                           Y vuelvo a Cristo y su frase de "la caída de uno sólo de tus cabellos"; que si ello es así, por cuanto "lo dice el hijo de Dios"; es que a todas estas víctimas, del "virus chino, los hombres, los gobiernos, y vete a saber cuántas cosas más"; estaba previsto en los designios del Universo y su Creador, que habían de morir y por ello murieron; y en las condiciones en que lo fueron. Terrible situación para aceptarla "religiosamente"; puesto que muchos se pudieron haber salvado, "si los irresponsables monos humanos, en cuyas manos estuvieron, hubieran obrado de forma contraria a como lo hicieron".

                           En lo que a mí respecta, yo vivo hace ya muchos años, en la creencia (para mí segura) de que, "nacemos en un momento y morimos en otro momento, que nadie sabe marcar, hasta tanto llega el mismo". Ni el más afamado médico sabe el momento de la muerte, ni el momento de la vida, "cuando nace el que viene a vivir". También en los grandes accidentes o catástrofes naturales, hay infinidad que murieron por causas de ello, pero también hay infinidad, que vivieron e incluso resultaron ilesos, de las mismas. ¿Imaginemos la caída de un avión de pasajeros, que cae como una bomba incendiaria, que contiene algunos cientos de persona, que a pesar de todo ello, muchos mueren, algunos sobreviven, heridos, y alguno, es que sale ileso de los restos?

¿Por qué ocurre así? ¿Tiene lógica la frase de Cristo con la contundencia que la pronunció? ¿Vale para algo mi propia reflexión? Añadiría más cosas, pero prefiero no decirlas y que cada cual, que esto lea, le dé la interpretación que su caletre le dicte.

                                Yo y como sigo tranquilo y conforme con mi sino; haré lo que tengo previsto hoy, que es in a comer, en "el Villamar"; "una peregrina", riquísima gran almeja (Vieira) , condimentada al horno y con riquísimos aditamentos, un bollo de pan rústico para mojar en la salsa; un platito de aceitunas con hueso y conservadas de una de las mil formas en que se conservan, las aceitunas verdes… y una jarra "helada de cerveza" de capacidad medio litro; y después ya en casa, fruta fresca de la abundantísima variedad que hay en mi España y en especial, en mi Andalucía. Y como me considero "un nada" (ver ello en mi Web) y este menú lo he repetido ya muchas veces, en los años que por aquí vengo a reposar y encontrarme con "el padre Mar"; lo digeriré todo muy bien, después dormiré la siesta en mi sillón, y terminaré a la caída de la tarde, fumándome un cigarro puro de Canarias, y echándole migas de pan a mis amigos los gorriones; y antes de que se marche el Sol, ya estaré en la cama, leyendo hasta que venga el sueño y a dormir lo que el cuerpo necesite; y luego, a esperar a las seis de la mañana para iniciar el nuevo día, realizar mi aseo personal, y salir con Aníbal a que nos acaricie el Sol mientras realizamos un largo paseo, por el muy bonito paseo marítimo de esta pedanía.   


Antonio García Fuentes

                                                       (Escritor y filósofo)                   

www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) 

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