Se dicen hoy tantas cosas, sobre esas masas de jóvenes que se emborrachan o se drogan y en las que muchos de ellos sucumben y quedan marcados o destruidos, tras no poder superar un grado de control; que se les escapa pese a que muchos presumen de todo lo contrario. ¿Pero por qué lo hacen… es ello nuevo en esta sociedad?
No… en absoluto; lo que ocurre es que siendo esta una sociedad que produce de todo y de forma masiva; igualmente produce borrachos y drogadictos de igual forma; puesto que la sociedad se sostiene sobre la base del consumo de todo… desde armas, al alcohol, pasando por la droga y la prostitución y un sin fin, de vicios o necesidades vicio. ¿Pero qué motiva a los jóvenes a emprender esos inciertos caminos del alcohol?
Pues sencillo… el miedo, la inseguridad, la falta de formación como individuos… el haberlos adocenado o empujado a que sean simples rebaños, manejados bien por demagogos o por falsos ídolos, en los que idiotamente ven (ilusos) su porvenir. No dudemos ni por un momento que los principales responsables son sus padres.
Así, un “guitarrero o guitarrera”; un mediocre dando saltos, grandes voces, gritando a la libertad (que desconocen totalmente en que consiste esa gran palabra) y ensordecidos con atronadores ruidos (que no música); y el que los electriza y reúne en descampados, al igual que los rebaños de vacas en una feria o en los corrales de los grandes mataderos anexos… y allí, generalmente (o muchos de ellos) empapados en alcohol, drogados de múltiples formas; dicen que son felices y se encuentran en no entendemos que tipo de cielo o “infierno deseado”.
¿Qué les llama a ello?... sencillo; la fama y el dinero. Los pobrecitos saben que a aquellos energúmenos; con unas guitarras, unos ensordecedores tinglados y sus saltos y contorsiones; les han proporcionado millones y millones y ellos… claro, tratan de imitarlos; arrimandose a ellos para ver que se les pega de esa fama y dinero, que es por el que desde muy pequeños viven… han aprendido que “el dinero lo es todo en esta vida”.
Así y mientras adoran a estas aberrantes y destructivas figuras… aborrecen a padres y maestros; considerándose víctimas de no se sabe qué… pero la realidad nos muestra, a grandes cantidades de estos “perdidos”, que llegan incluso a asesinar a sus progenitores, maestros, conocidos… o incluso por diversión, a alguien que ni conocen y que hacen simplemente por aburrimiento… para divertirse.
Que nadie les hable de disciplina, austeridad, trabajo esforzado; y todas las reglas que han formado siempre a los hombres de todas las generaciones que han hecho algo por la vida. Ellos creen (pobrecitos) que su sitio en esta vida, es vivir en esas continuas borracheras de todo tipo; y que esa es la vida… “la mejor vida de este mundo”.
Y he dicho que no era nada nuevo, si bien hoy es diferente y mucho más grave, por cuanto lo que nos cuenta de Roma, Tito Livio; y de Grecia, Plauto… al menos contaban con unas leyes severas, que en algo, controlarían a aquellas juventudes díscolas y rebeldes; desorientadas, que en todas las naciones o imperios; han existido.
Hoy incluso desde los gobiernos, se les consiente, cuando no se les incitan (“¡Colocáos! arengó en un gran espacio abierto, nada menos que un denominado intelectual que se llamó Tierno Galván… “socialista puro”; animando a aquellas juventudes que se colocaran con el porro de hachís, en aquel acto)… y es que no nos engañemos; al político de “Roma, Grecia o el actual”… les interesan los rebaños y como mejor se maneja a los rebaños es drogándolos… con drogas físicas o psicológicas; puesto que drogados o dormidos… poco molestarán… “así no piensan ni preguntan”.
¿Educación y formación integral… disciplina, correctivos o penas duras para que aprendan por las buenas o las mala?... ¡O no… eso huele a dictadura y eso ni se piensa siquiera… que hagan lo que quieran!... nosotros a mangonear lo que “los no borrachos ni drogados, producen que es más que suficiente para darse la vida padre”. Y controlar todo, para ganar las próximas elecciones.
Así pues… hoy, los gobernantes; acosados por “esos productores de bienes”, antes mentados; han dictado leyes tímidas; hablan de nuevos engendros… “botellódromos”; que serán algo así como enormes depósitos para que se sigan drogando o alcoholizando… y que pasen días, meses, años, lustros, decenios… pues en realidad… ¿qué les importa a ellos el drama de una sociedad que antes de haber empezado a vivir… ya se está destruyendo?
Esa política de gobierno… de buen gobierno… como tantas otras que necesitamos, duerme en el olvido, ya que… “coger al toro por los cuernos”… sencillamente no es político.
No… en absoluto; lo que ocurre es que siendo esta una sociedad que produce de todo y de forma masiva; igualmente produce borrachos y drogadictos de igual forma; puesto que la sociedad se sostiene sobre la base del consumo de todo… desde armas, al alcohol, pasando por la droga y la prostitución y un sin fin, de vicios o necesidades vicio. ¿Pero qué motiva a los jóvenes a emprender esos inciertos caminos del alcohol?
Pues sencillo… el miedo, la inseguridad, la falta de formación como individuos… el haberlos adocenado o empujado a que sean simples rebaños, manejados bien por demagogos o por falsos ídolos, en los que idiotamente ven (ilusos) su porvenir. No dudemos ni por un momento que los principales responsables son sus padres.
Así, un “guitarrero o guitarrera”; un mediocre dando saltos, grandes voces, gritando a la libertad (que desconocen totalmente en que consiste esa gran palabra) y ensordecidos con atronadores ruidos (que no música); y el que los electriza y reúne en descampados, al igual que los rebaños de vacas en una feria o en los corrales de los grandes mataderos anexos… y allí, generalmente (o muchos de ellos) empapados en alcohol, drogados de múltiples formas; dicen que son felices y se encuentran en no entendemos que tipo de cielo o “infierno deseado”.
¿Qué les llama a ello?... sencillo; la fama y el dinero. Los pobrecitos saben que a aquellos energúmenos; con unas guitarras, unos ensordecedores tinglados y sus saltos y contorsiones; les han proporcionado millones y millones y ellos… claro, tratan de imitarlos; arrimandose a ellos para ver que se les pega de esa fama y dinero, que es por el que desde muy pequeños viven… han aprendido que “el dinero lo es todo en esta vida”.
Así y mientras adoran a estas aberrantes y destructivas figuras… aborrecen a padres y maestros; considerándose víctimas de no se sabe qué… pero la realidad nos muestra, a grandes cantidades de estos “perdidos”, que llegan incluso a asesinar a sus progenitores, maestros, conocidos… o incluso por diversión, a alguien que ni conocen y que hacen simplemente por aburrimiento… para divertirse.
Que nadie les hable de disciplina, austeridad, trabajo esforzado; y todas las reglas que han formado siempre a los hombres de todas las generaciones que han hecho algo por la vida. Ellos creen (pobrecitos) que su sitio en esta vida, es vivir en esas continuas borracheras de todo tipo; y que esa es la vida… “la mejor vida de este mundo”.
Y he dicho que no era nada nuevo, si bien hoy es diferente y mucho más grave, por cuanto lo que nos cuenta de Roma, Tito Livio; y de Grecia, Plauto… al menos contaban con unas leyes severas, que en algo, controlarían a aquellas juventudes díscolas y rebeldes; desorientadas, que en todas las naciones o imperios; han existido.
Hoy incluso desde los gobiernos, se les consiente, cuando no se les incitan (“¡Colocáos! arengó en un gran espacio abierto, nada menos que un denominado intelectual que se llamó Tierno Galván… “socialista puro”; animando a aquellas juventudes que se colocaran con el porro de hachís, en aquel acto)… y es que no nos engañemos; al político de “Roma, Grecia o el actual”… les interesan los rebaños y como mejor se maneja a los rebaños es drogándolos… con drogas físicas o psicológicas; puesto que drogados o dormidos… poco molestarán… “así no piensan ni preguntan”.
¿Educación y formación integral… disciplina, correctivos o penas duras para que aprendan por las buenas o las mala?... ¡O no… eso huele a dictadura y eso ni se piensa siquiera… que hagan lo que quieran!... nosotros a mangonear lo que “los no borrachos ni drogados, producen que es más que suficiente para darse la vida padre”. Y controlar todo, para ganar las próximas elecciones.
Así pues… hoy, los gobernantes; acosados por “esos productores de bienes”, antes mentados; han dictado leyes tímidas; hablan de nuevos engendros… “botellódromos”; que serán algo así como enormes depósitos para que se sigan drogando o alcoholizando… y que pasen días, meses, años, lustros, decenios… pues en realidad… ¿qué les importa a ellos el drama de una sociedad que antes de haber empezado a vivir… ya se está destruyendo?
Esa política de gobierno… de buen gobierno… como tantas otras que necesitamos, duerme en el olvido, ya que… “coger al toro por los cuernos”… sencillamente no es político.
Antonio García Fuente
(Escritor y Filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más)
(Escritor y Filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más)
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