Navidad… es navidad
He escrito bastantes veces sobre estas fechas (en mi Web hay varios artículos: si bien ahora me la tienen bloqueada "algunas almas caritativas")… fechas que analizadas a fondo, "no tienen sentido alguno y mucho menos el que se les quiere dar"; puesto que el sentido y significado actual es el consumo, el enorme y absurdo consumo que por obligación o "mimetismo"; la mayoría de los millones y millones que dicen celebrar el evento quieren realizar; y que realizan incluso, emprendiendo unos gastos y derroches absurdos que en realidad no debieran acometer (muchos de ellos) puesto que los van a notar y antes de lo que ellos mismos imaginan al hacerlos; pero como lo que impera es el absurdo y la ostentación, se sigue ello y con tal fidelidad que en muchos casos mueve a risa.
Se pretende basar esas celebraciones en el derroche; empezando por el que hay que comer y beber más que nunca se ha comido y bebido a lo largo de todo el año… y terminando en que hay que entregar y recibir muchos, muchísimos regalos, incluso de cosas que no nos van a servir para nada útil en general… pero hay que seguir la costumbre ya impuesta por "los nuevos dioses del consumo".
Se me puede argüir y con cierta razón, el que "la vida moderna está sostenida por ese consumo brutal" y que si no hay consumo, no hay puestos de trabajo, no hay recaudación de impuestos, no hay por tanto… "material combustible para que la absurda máquina administrativa creada pueda funcionar; y la que además, hoy está en la ruina más espantosa".
Bien… pero esa ruina y esa situación ha venido precisamente, por ese desenfrenado producir y consumir, que ha llevado a situaciones insostenibles y que ya fueron denunciadas hace bastantes años… "para mantener el consumo que tiene el denominado mundo rico, necesitaríamos tres o cuatro planetas como el que tenemos… y no tenemos más que uno" (lo afirmaron los chinos, los que sin embargo han entrado en tromba en ese consumo "que agota y pudre al planeta").
¿Qué hacer entonces? Yo no tengo respuesta para ello… pero sí que mi intuición me lo viene ordenando hace ya muchos años; y es, contenerse, consumir y gastar con moderación; no derrochar y mucho menos tirar a la basura alimentos que otros podrían aprovechar y que "muchos" cometerían delito para conseguirlos… y aun cuando no podemos hacérselos llegar, pero por respeto a ellos, seamos moderados ya que no austeros. Enseñemos a nuestros menores a serlo y a que se vayan acostumbrando en que todo lo que se ve en las tiendas no se puede adquirir.
No es una enseñanza moderna… ni mucho menos; ya los griegos y siglos antes de Cristo, lo hacían grabar en sus templos… "Conócete a ti mismo… y Nada en exceso".
Por otra parte y si estos derroches se quieren justificar "religiosamente", o como conmemoración "al nacimiento de una religión que redimiría al ser humano por los siglos de los siglos"… ¿Qué relación guardan estas bacanales absurdas, con el nacimiento de un ser que nace humildemente, de un matrimonio pobre y que aquella noche, seguro que ni cenaron siquiera. Y lo resumo así, puesto que si me atengo a lo que aquel Ser, hablara en su grandioso "Sermón del Monte" y que recogió Mateo en su evangelio… entonces es que sí que no encuentras justificación a nada de cuanto ocurre éstos días; donde sobran hasta "los árboles de navidad, el santa Claus, los ciervos, el trineo y todo lo demás"; incluida la tan celebrada "noche vieja"; que lo que conmemora religiosa o filosóficamente, es "la muerte de las tinieblas y la nueva luz que ha de iluminar al ser humano para llegar a ser mejor… mucho mejor"; esa es en conjunto la conmemoración de la verdadera Navidad… "muere la noche más larga y nace un nuevo día que irá ganando luz cada día que amanezca, hasta que se cumpla el nuevo ciclo anual" y que se iniciará en… "Las hogueras de San Juan"; todo ello no son otra cosa que la continuidad de otros ritos viejísimos y que marcaron en otras sociedades, que dicen que… "vinimos a renovar con el Cristianismo".
Yo y un año más… con esposa, tres hijos casados y siete nietos… espero "con el miedo" de cada año, esa nochebuena y en cuya cena, no disfrutaré por cuanto antes digo; pero que tengo que aguantar, por cuanto "la familia obliga"; y no puedo oponerme a tantos… lo que sí conseguí, es que la cena de noche vieja, sea una cena más y un poco después de las diez de la noche y como de costumbre; ya estoy leyendo en la cama… "las uvas me las como cuando me apetecen, puesto que las hay todo el año" y lo demás es que ya me da risa.
Después tendré que "vivir" los regalos de reyes… de los que yo no pago ni un céntimo; yo a mis nietos les entrego cantidades "establecidas por mí", cuando nacieron y una vez al año, cuando es su cumpleaños… y para que engrosen una cuenta "de reservas", para cuando lleguen a su mayoría de edad… "los otros regalos que se los hagan entre ellos el resto de familia y que los disfruten"… Raro que es uno y además… plenamente convencido, que apenas nadie me va a entender… "en estas confesiones navideñas"; cosa que tampoco me va a preocupar mucho.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más)
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