Gobernar y gobernarse
He referido bastantes veces la sentencia de Confucio en cuanto a quién debe o no debe entrar a gobernar; la que dice escuetamente… "Aquellos que no saben gobernar su casa y hacienda, que no entren a gobernar hombres"; Dicho ello hace "la friolera" de dos milenios y medio, es como si se hubiese dicho esta misma mañana; puesto que para hacer algo útil se necesita haber tenido experiencia y por tanto, lo hoy extendido de "un hombre un voto" y que ese votante simplemente por serlo, pueda llegar a presidir el gobierno de una nación; es algo así, como si "a un cabrero (con mi mayor respeto por ese oficio que es tan útil como infinidad de otros) lo montan en un avión de pasajeros y le dicen que lo ponga en marcha "y lo lleve a destino". Aquí tenemos el terrible ejemplo del anterior jefe de gobierno, al que ni merece nombrar, por la devastación que dejó tras su paso; y al que no le da vergüenza el cobrar el enorme salario que le pagamos, los expoliados. Es más aún el gran fracasado se permite dar consejos de gobierno.
Añadamos que aquí donde nací y vivo, el voto se otorga a los dieciocho años; edad donde en mayoría de casos "no han tenido experiencias notables y que conforman a cualquier individuo en las múltiples faenas que la vida exige para salir adelante dignamente". A pesar de esa inmadurez, algunos demagogos quieren dar el voto a los dieciséis años y en Argentina ya lo han hecho en las últimas elecciones, donde y sabiendo (hoy con los ordenadores saben hasta "el diámetro de nuestro ano") que allí había "una cantera de seiscientos mil argentinos de 16/17 años", los perversos gobernantes que allí dicen gobernar; han impuesto una ley para sacar estos votos, puesto que saben que si a los mayores los "lían y manejan", a estos "niños" los van a liar muchísimo más… "y como arriba digo que un voto cuenta lo mismo sea de la edad que sea el propietario del mismo"; el resultado final es el ver cómo está una nación muy extensa y rica y que la han empobrecido hasta grados inexplicables.
En general las hoy denominadas "democracias progresistas"; están hechas una calamidad tan grande, que el estado social y económico de todas ellas nos dice, quién gobierna, cómo gobierna y los intereses que defiende… nunca los del pueblo, que aunque los votase "no sabían ni lo que votaban ni para qué lo hacían"; puesto que como dejó dicho para la historia, el sinvergüenza de Enrique Tierno Galván (que lo fue en aquellos momentos y en otros en que igualmente mejor hubiese estado callado)… puesto que este individuo dejó para la historia la terrible frase siguiente… "Las promesas políticas se hacen (o están) para no cumplirlas".
O Sea que reconoció y además como catedrático que era, "marcó escuela"; admitiendo y aconsejando a los políticos sin escrúpulos, que no se cortaran de hacer promesas, que ello no obligaba a nadie; cosa que se ha empleado en España hasta la saciedad, incluido el actual equipo que dice gobernarnos; que preconizando su jefe (Rajoy Brey) una serie de promesas, con las que "engatusó" a una inmensa mayoría ya hastiados y asqueados, por el indeseable antecesor (Rodríguez Zapatero) le dieron la mayoría absoluta más abultada que se conoce en España… y con la cual, este jefe de filas políticas, simplemente "se ha limpiado el culo", eso sí, justificando que ello era necesario… necesario para ellos y los ejércitos de parásitos que mantenemos; pero para el sufrido e indefenso pueblo no; esperemos que las urnas le pasen la factura que merece tan pronto empiecen "las nueva hornadas".
¿Qué gobernar es dificilísimo? Nadie lo dude; y ello lo sabe el súbdito español (nunca hemos llegado a ciudadano en España) simplemente habiendo experimentado, el gobierno de su propia familia y su propio negocio; y no creo necesario extenderme mucho más en ello. De ahí la lapidaria sentencia de Confucio y que arriba he recordado una vez más; aún cuando hoy yo le añado otro grado de gobierno que es mucho más difícil y este es… "el autogobierno en el individuo"; puesto que; quién no aprende a autogobernarse difícilmente podrá gobernar a nadie, ya que.
¿Si el hombre no sabe (ni quiere aprender) a gobernarse a sí mismo?... ¿Cómo va a saber gobernar a los demás? Pienso que sobre este punto de reflexión, podemos deducir los continuos y abundantísimos, casos de fracasos, de gobiernos; republicanos o no; y por cuanto las similitudes de hechos que conozco, me confirman ello; puesto que el hombre/mujer en general, luchó y lucha por el poder. Logrado éste, degenera, se endiosa o lo endiosan, se inicia o aumenta la corrupción y al final… "todo lo conquistado se viene abajo" y cae en manos de otro continuador, que seguirá igual o parecido camino. Así lo dice la Historia… Y no solo la historia pasada sino la que estamos viviendo hoy; donde la situación que soportamos no es debida a otra cosa que a la falta de verdaderos gobernantes, verdaderos hombres (o mujeres) de Estado, verdaderos y autodisciplinados individuos que "quemados" en los avatares de sus propias vidas, pasaran a gobernar políticamente y con la máxima disciplina y orden… por el contrario soportamos una plaga de inútiles, sobornados y sobornadores y por tanto totalmente fuera de una ley natural que los castigaría implacablemente como merecen… puesto que las leyes en que se sustentan en realidad "están fuera de la ley natural y humana que todos llevamos dentro de nuestro propio ser y aunque algunos ni lo noten"… pero esos llevarán sus remordimientos durante un tiempo que ni ellos saben y por descontado que pagarán sus latrocinios… "antes o después"… y lo dijo alguien a quienes muchos de estos hipócritas dicen seguir… "quién a hierro mata a hierro muere". Confiemos en que esa terrible sentencia se cumpla… "aquí o allí donde iremos todos"; En ese tribunal iremos desnudos totalmente a enfrentarnos con la verdadera Ley.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más)
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