El turismo como "alimento humano"
(y II) He querido realizar este preámbulo, como introducción al tema central y queriendo afirmar -si preciso fuera- la fuerza que necesitamos para ofrecer lo nuestro; o sea, "nuestro turismo de interior", el que afortunadamente está en auge y creo sinceramente que por "su propio impulso", ya que el hombre, sobre todo el inteligente, busca "nuevos horizontes" a su inquietud, busca nuevos lugares de paz y sosiego y en definitiva, está ya huyendo del denominado "turismo de masas", sobre todo de los litorales costeros, donde (y muy tristemente) el turismo ha degenerado en "algo", que antes o después irá repeliendo a ese hombre, que por lógica irá buscando nuevos lugares, donde encuentre lo que en realidad necesita y que desde luego... no es el "pseudo turismo de masas y velocidad", que es lo que puede terminar por destruir, ese "BIEN MUNDIAL", cual -indudablemente- es EL TURISMO dicho con mayúsculas y con toda la firmeza de que seamos capaces.
Si bien, llevo veinte años como profesional de la hostelería y en el ramo del hospedaje, que como sabemos es el soporte del turismo, sencillamente por cuanto..."sin camas no hay turismo"… pero doce años antes, ya viajaba yo por España y visitaba ciudades y pueblos y sin -entonces- saberlo, iba "almacenando en mi mente", imágenes y hechos vividos, que luego me han servido bastante para atreverme a entrar en la defensa de ese turismo del interior, que si bien hoy se reconoce plenamente... pero hablar de ese turismo hace ya más de veinte años, ello era considerado como, "una aventura imposible". Afortunadamente y pese a las continuas crisis españolas desde aquellos años 1976 o 77, alguna zona deprimida -antes mucho más- de esta provincia... hoy obtiene el veinte por ciento de "su riqueza material", a través de ese turismo en el que casi nadie creía entonces. Ojalá que a igual ritmo, "les estén llegando las otras riquezas inmateriales" y las que también traslada el turismo, en ese intercambio humano... que es la principal riqueza que se trasvasa a través de ese fenómeno del actual siglo y el que aún -tristemente- está por desarrollar.
NUESTRA PROVINCIA ES EN SI MISMA... "UN INMENSO COMPLEJO TURISTICO", en la que y en el perímetro que ocupa uno solo de sus parques naturales (el de Cazorla, Segura y Las Villas) (tenemos otros tres, más) cabría perfectamente -por ejemplo- la provincia de Álava, o alguna otra también española.
He afirmado que en total llevo viajando algo más de treinta años y curiosamente y bastante recientemente, he realizado un "nuevo" viaje...nuevo para mí, ya que es habitual en la forma de hacer turismo hoy, o mejor dicho lo que hoy se denomina hacer turismo... y pese a que en sí y en principio no me atraía ello, pero necesitaba esa nueva experiencia y por ello la he realizado.
Se trataba de ir en autocar a Francia y Bélgica, desde Jaén... visitar Burdeos, Tours, París, Bruselas, Brujas y Gante, los castillos del Loira y "de paso" (dicho entre comillas) pasar un día entero en el complejo norteamericano de "Eurodisney", situado en las cercanías de París y todo ello en..."OCHO ESCASOS DIAS"... o sea, salir de la ciudad de Jaén un domingo a las "cero horas", "oír misa en la catedral de Burgos", comer en San Sebastián, e ir a dormir a Burdeos... de cuya ciudad francesa, regresamos al domingo siguiente, llegando a Jaén, igualmente a las "veinticuatro" horas, de dicho domingo... Pueden imaginarse el resto del viaje y lo que ello representa para quien de verdad, le agrada hacer turismo y ha necesitado, por ejemplo...una semana en París, para poder ver y disfrutar lo más relevante de dicha ciudad... Pero este es el turismo de hoy y el que las masas parece que aceptan, pero el que no tiene futuro, tan pronto el hombre empiece a pensar un poco, solo un poquito y me explicaré.
He visto en París (igual ocurre en Bruselas, Madrid, Barcelona, u otra cualquier gran ciudad y ello desde hace tiempo); cómo "se está destruyendo el ser humano", en una actividad absurda por lo loco de ella, inhumana por las consecuencias que ese "sin vivir" conlleva y por tanto, totalmente negativa por lo súper-comercializado, que está todo y al decir todo... entiendan todo, ya que (inexplicablemente para nosotros los españoles) te cobran hasta el necesario uso de unos aseos, o servicios, que necesitas vitalmente para "evacuar"... y lo mismo te limitan en muchos establecimientos, el tiempo de permanencia sentado en una mesa, tomando un café u otra cualquier consumición, que te han cobrado a precios bastante altos... reitero ello pues ya se llega incluso a reducir los espacios turísticos a enseñar al turista (caso de Versalles) para rentabilizar aún más el negocio y ello lo realiza el propio Gobierno francés... y no hablemos de la denominada "comida basura", en el otro extremo de ese pseudo-turismo de velocidad o vorágine.
Si nos situamos como habitantes de esas absurdas ciudades... hablemos de las jornadas de trabajo en esas megalópolis, donde necesitan horas suplementarias... simplemente para "ir y venir al trabajo", lo que provoca el ya "endémico estrés", en que se vive en ellas, si es que eso es vivir, que yo lo dudo.
Todo ello va a provocar -ya lo está provocando- el que esas inmensas cantidades de lo que podríamos calificar como "pobres capitalinos", tan pronto llega el ansiado fin de semana, fiesta, puente festivo o vacaciones, salgan en estampida… "huyendo de la gran ciudad, que los ahoga y los extermina, de las mil formas diferentes y de las que ustedes -"que leen este relato"- saben mucho más que yo, simple observador viajero y que también ha de hacerlo al ritmo que marcan los tiempos".
De ahí las avalanchas de automóviles que inundan y que incluso colapsan las carreteras, por amplias y bien trazadas que estén, pues las mismas no pueden con el inmenso tráfico que provocan esas huidas en masa.
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NOTA: Lo que antecede es una primera parte de un relato escrito en 1994 y que se encuentra en mi Web.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (Aquí mucho más)
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