DOS AÑOS PARA ABRIR UN BAR
("EL PAPELEO ESPAÑOL")
A lo largo de mi ya larga vida, no había sabido de la "burrocracia!" (que no burocracia) y de abuso como el que padecemos; la democracia ha venido a empeorar muchas cosas y entre ellas, el enorme papeleo y gastos consiguientes, que tenemos que soportar para cualquier asunto burocrático. Hoy me refiero a la reapertura de un modesto negocio; puesto que se trata de una reapertura de lo que fuera bar y que va a seguir siéndolo pero que al cambio de inquilino, han surgido nuevas exigencias e imposiciones y por tanto enormes gastos a soportar y tiempo a perder.
Uno no se explica tantas exigencias, tantas prohibiciones, tanto afán de entorpecer, bajo el señuelo de evitar daños y catástrofes, puesto que cuando esos daños y catástrofes llegan y pese a todo y "a todos"; ocurren los desastres mayores y menores que todos los días vemos en los noticiarios y donde al final, los que se dicen responsables, nunca responden de nada; sigue ocurriendo lo que sentencia el viejo dicho de "el muerto al hoyo y el vivo al bollo y mientras más gatos más ratones".
En esos dos años, el nuevo inquilino ha tenido que gastar una cantidad muy importante de dinero, aparte de ese enorme tiempo perdido; y el dueño del local ha tenido que prescindir de cobrar alquileres, por pacto previo pero creyendo que la nueva apertura sería en uno o dos meses. Por el contrario, ese local ha seguido pagando impuestos al ayuntamiento y al Estado, en cuantía considerable y sin descuento alguno.
En los Estados Unidos (USA) y hace mucho tiempo que lo escuché en una conferencia o convención sectorial; cuando alguien va a iniciar unas obras, nuevas o de reforma; simplemente presenta el proyecto, se lo sellan en el ayuntamiento y de inmediato puede empezar la obra y terminada esta y sin más requisitos, abrir el negocio o habitar la vivienda o edificio, por importantes o grandes que sean. Eso sí, si no se ha realizado todo con arreglo a los reglamentos existentes en el municipio, pueden llegar y tirarte la obra sin contemplación alguna. Con ello se agilizan trámites y se evitan pérdidas de tiempo, dinero y crean puestos de trabajo. Eso es sencillamente una administración eficaz pero aquí en España "esa burrocracia, cuando no cosas peores" (recordemos lo que ocurre en Marbella y muchos otros municipios de España) son las lacras y abusos, que al parecer nunca van a terminar y puede que no terminen, por que indudablemente, "mucha gente" vive simplemente de poner obstáculos.
¿Se extraña alguien de ver tanto local comercial vacío o cerrado y que nadie intente abrir nuevos negocios? Uno de los principales motivos, es el que cito del bar, pues lo dicho vale para cualquier tipo de negocio. Ni en la época de Franco pasaba.
Sé de otro caso de aguas del raudal de
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más)
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