Que vivimos en un mundo artificial no creo sea ya discutible; que los sabores naturales y otras muchas cosas naturales, las hemos perdido; tampoco creo merezca duda. Ya y hace mucho tiempo; cuando se adoptó masivamente el corta fiambres y el famoso "bidé"; el ingenio español creó de inmediato, chistes sabrosos al cambio de sabor del jamón y otros fiambres, así como "a un fruto no de higuera precisamente", que la modernidad de aquellos artilugios había cambiado de sabor.
Dejando el chiste y pasando a propias experiencias; yo recuerdo de niño haber ido múltiples veces y en patulea con otros chiquillos, a bañarnos en chilancos de ríos cercanos, donde disfrutábamos de esa agua natural y corriente, que incluso nos permitía beberla in situ, si se nos producía la sed. Igualmente el ir a bañarnos en albercas de riego y que abundaban en las huertas cercanas a la población, al igual que ir a bañarnos en otras aguas limpias de otros nacimientos o cauces; donde eran abundantes las ranas y "otros bichos", e igualmente las suavísimas ovas, que con su textura aterciopelada, acariciaban nuestros cuerpos; e incluso yo recuerdo con deleite, el bajar las manos para palpar aquel bosque de césped acuático, compuesto por este tipo de algas y sin miedo alguno, aunque me rozasen las manos algún pececillo asustado u otro cualquier bicho o batracio; es más, nos distraíamos viendo las rápidas carreras de "los zapateros" y otros bichos acuáticos, que con rapidez inusitada, "corrían por encima del agua" y de forma incomprensible para aquellos niños, carentes de las enseñanzas necesarias, pero que aprendían rápidamente en la mejor de las universidades del planeta "el vivir y aprender sobre la vida cotidiana y natural", que en las épocas que digo era bastante dura "pero muy libre y feliz para nosotros los niños" ¿los mayores?, "bueno" ?
Luego las cosas mejoraron y llegué y hace muchos años, a tener chalet y piscina; y empezaron las luchas familiares, por el esclavizante servicio al cuido de nuestra particular alberca; la que debo decir que siempre ha estado al cuidado de mis hijos y algún otro auxiliar; yo nunca he hecho nada por mi alberca, salvo cuidar que tenga el agua al nivel que debe tener y es claro; pagar los muchos gastos que cuesta el mantener el agua, "pura y cristalina que marcar los modernos tiempos".
Ello me ha reportado mis "luchas familiares", pero en ello no he cedido; "la piscina si la queréis a vuestro gusto, trabajarla", yo con pagar los materiales y averías ya cumplo; Igualmente con el césped, que jamás lo he recortado; son dos trabajos que no "me entran" y sin embargo el cavar la tierra, quitar malas yerbas, cuidar mis hortalizas y jardines, no me importa nada y lo hago y haré mientras pueda; salvo ciertos trabajos duros o especializados, que por lógica tengo que pagar a quién sabe hacerlos.
Sobre la piscina, siempre decía a los míos "si me quedo sólo; yo echo en la misma una docena de ranas y que se apañen"; a mi no me da miedo bañarme en esa agua puesto que ya lo hice muchas veces de niño (como arriba explico) y nunca me ocurrió nada y ahora con tanto cloro y otros potingues, no sé, no sé.
Era una intuición más de ese mi "sexto sentido" (que todos tenemos más o menos desarrollado) y el que me decía que tantos mimos al agua no eran necesarios.
Pues bien, acabo de leer un reportaje gráfico; en el que en cierto modo se me da la razón, puesto que se van imponiendo en Europa (en España han empezado hace poco en las islas Baleares) las que se denominan "Piscinas naturales"; que no necesitan cloro, ni alguicidas, ni nada o sea que han descubierto lo que la naturaleza hace, "con sus bichos y plantas" y lo han industrializado; asegurando que los costos de una piscina natural, no difieren de los de las que hoy disfrutamos o padecemos; y que su mantenimiento, es mucho más económico y por tanto el valor total, se amortiza a lo largo del tiempo. Además tienen la gran ventaja de que al ser natural en todo; no producen las secuelas que los productos químicos transmiten a la epidermis y además no atacan al medio ambiente en absoluto, puesto que en definitiva, es lo que yo intuí "ranas y los bichos naturales y algas que naturalmente el agua produce y todo solucionado". A quién le interese este asunto, que busque en www.lospenotes.com y www.piscinasnaturales.es y que vea lo que de cierto o incierto haya sobre este asunto, el que desde luego merece ser estudiado y más aún si piensa hacerse una piscina o algún ayuntamiento piensa en ello, puesto que aseguran estar autorizadas con todos los requisitos legales, para que sean de uso público.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más temas)
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