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LA DELINCUENCIA Y LA JUSTICIA: AYER Y HOY

 

            Se dice que hemos progresado mucho; en los asuntos que indican mi titular, me permito ponerlo en duda, puesto que "los hechos cantan y bien alto y claro".

En donde nací y vivo; primero fue "el juzgado", luego "los juzgados", después  "el palacio de justicia", ahora quieren hacer "la ciudad de la justicia" ¿después qué será). Recuerdo mi ciudad natal (Jaén: Capital de provincia) con unos sesenta setenta mil habitantes; un juzgado de instrucción, otro de distrito, uno tutelar de menores y la audiencia provincial; todos cabían en las dependencias que le sobraban a la Diputación Provincial; donde igualmente estaban la comisaría general y provincial de policía, la sede del Gobierno Civil y su aparato, La Cruz Roja, la delegación de tráfico; todas las dependencias propias de la Diputación; un colegio de monjas con varias aulas; un dispensario para necesitados donde se servían comidas gratuitas ("Gota de leche"), e incluso una cooperativa de alimentación para los funcionarios de la diputación y "no se cuantas cosas más". Los amplísimos sótanos o bajos a otra calle, estaban totalmente vacíos… "luego se llenó todo con sólo lo de la Diputación"; que incluso y para su servicio; han realizado obras bajo los jardines, para meter "un ciento de automóviles"… y a los demás, los fueron instalando "en palacios o sedes propias". Hoy ese gran palacio, está lleno a rebosar de empleados de la citada Diputación.

            Hoy en esta pequeña capital, con algo  más de cien mil habitantes… hay los juzgados siguientes. Tres secciones de la Audiencia Provincial (antes era sólo una y la provincia tenía muchos más habitantes: hoy faltan la mitad por la emigración); cinco de primera instancia; tres de instrucción; tres de lo penal; tres de lo social; uno de menores; dos de lo contencioso administrativo y uno de vigilancia penitenciaria: En total 21 juzgados. Igualmente en las cabezas de comarca han aumentado los juzgados y se estima que en ese ámbito, se ha duplicado el número de los mismos. Reitero que hoy el total de la provincia suma unos 650.000 habitantes, que son menos de los que había hace medio siglo, que es más o menos a la época en que me remonto.

           Se dice que en España hay más abogados que en "media Europa de la desarrollada". Que si bien todos no se dedican al ejercicio en los juzgados, pero sí hay súper abundancia de picapleitos y siguen saliendo de las facultades, en grandes cantidades, pues parece que hay "tajo".

            Pues bien, pese a todo ese aparato, la delincuencia aumenta cada vez más. Cifras oficiales dan de aumento en mi provincia, en relación al año anterior; o sea el 2006, a el 9,32 %  y donde se practican 42.068 diligencias previas (nacional de igual período es  el 3,78 con la friolera de 4.256.698) así se publica en diario ABC del 18-09-2007; por lo tanto está claro y meridiano, que "mientras más gatos más ratones". Y tengamos en cuenta algo muy importante; o sea, que muchos actos delictivos ya no los denuncia el perjudicado, puesto que es consciente de que no sirve para nada y yo mismo doy fe de ello, puesto que asaltaron mi propiedad tres veces, fue denunciado y nunca recibí aviso de nada en absoluto, procedente del juzgado oportuno donde todo quedó archivado.

      Hace dos milenios y medio; ya aconsejaba el sabio Pitágoras a sus discípulos y después de haberlos enseñado "ser hombres y mujeres", en su escuela mixta: "Cuando vayáis por el mundo, si entráis en una ciudad donde los abogados y los médicos son numerosos, no entréis en ella, allí las cosas del cuerpo y del alma van mal" (cito de memoria, pero el significado es el mismo); pensemos que en aquella época una gran urbe o república, no contaba con más de cuarenta o cincuenta mil habitantes; Atenas, por ejemplo… ¿qué diría el sabio hoy al saber los tinglados, locales, provinciales, regionales, nacionales e incluso mundiales, que existen sobre tanto pleito como hay siempre?. Pleitos que se complican y se alargan tanto, que terminan muchos de ellos, por carecer de la efectividad que debe tener siempre, algo que se somete a la Ley.

            Con este historial tan deplorable… ¿qué nos espera en el futuro?; no creo que nadie responda, pero ahí queda esa pregunta a los que dicen ser responsables.

 

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

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