DROGAS: MAFIAS, PRESOS, COSTOS
Llevo bastantes años escribiendo en pro y a favor de que sean legalizadas las drogas; o mejor dicho; la venta de las drogas puesto que su consumo está legalizado o consentido hace mucho tiempo. Pero este tema no se debate en los foros o parlamentos donde debiera ser debatido periódicamente y con cierta frecuencia, puesto que los hechos y realidades así lo requieren. Al parecer la falta de decisión política (o cobardía) es un muro infranqueable por el momento; como igualmente lo es, el rotundo y estrepitoso fracaso de controlar el consumo, puesto que crece y crece cada día más. España (que es un puente para el paso internacional de mucha de la droga) tiene ya el triste palmarés (o vergüenza) de que es el primer consumidor de cocaína de todo el mundo y con arreglo a su población.
Está claro y es de dominio público, que las drogas (todo tipo de drogas) se vende en cualquier rincón de España y que pese a las fabulosas sumas que pagamos el contribuyente, para mantener el enorme tinglado oficial so pretexto o promesa de erradicar este ilegal negocio, ello y reitero, se muestra como un fracaso descomunal; por tanto se debe pensar en otros caminos y uno de ellos es la legalización, al igual que es legal la venta de alcohol, tabaco y otras drogas en forma de "medicamentos" y que se compran libremente en las farmacias. ¿Por qué pensar en esta legalización?
Primero y principal, por cuanto la venta clandestina sigue cada vez con mayor amplitud de áreas o medios. Segundo, por cuanto las cantidades fabulosas que se llevan los delincuentes de todo tipo, serían una cantidad enorme que sabiéndola emplear en educación ciudadana, surtiría un efecto mucho más positivo que la persecución que hoy se hace ("recordemos que todo lo prohibido atrae más"). Tercero, por cuanto la corrupción y el crimen que conlleva este tráfico ilegal, es otra lacra enormemente perjudicial por cuantas consecuencias conlleva la misma. Cuarto; por cuanto la legalización, significaría el liberar a miles y miles de policías y funcionarios de justicia, de prisiones, plazas carcelarias, etcétera; que ya no serían necesarias y todo ello se podría dedicar a combatir el resto de delincuencia que es enorme en España. Quinto por cuanto la venta de la misma, reglada y controlada por el Estado, con establecimientos dedicados a ello y dotados con personal médico y farmacéutico (para no sólo vender sino tratar de aconsejar a no consumir); amén de los terrenos para producirla en España, significan un importante campo de trabajos y por tanto de ingresos adicionales. Y sexto, por cuanto todo ello, significa una liberación de impuestos que a ello se dedican y que deben dedicarse a mejores fines y no a este continuo fracaso que se padece; y no sólo en España puesto que este asunto es de ámbito mundial y de ello se benefician pocos y "selectos beneficiarios"; que han de tener "algún tipo de patente de corso", puesto que si no es así, no se entiende yo al menos no lo entiendo en absoluto.
Veamos el por qué. Leo en prensa los siguientes datos: "Una mafia italiana (se cita el nombre) se le estiman unos ingresos anuales de entre
Tras todo este cúmulo de disparates, silencios y "palos de ciego"; no se entiende el por qué no se toman las medidas opuestas, ya que por mucho perjuicio que traiga la libertad de venta; yo estimo que nunca será tanta como la que ya se padece; puesto que con la libertad de venta, tienen que venir leyes de condenas (incluso a cadena perpetua y con trabajos a realiza para el Estado) que de verdad, disuadan a los traficantes; puesto que aún legalizadas, es de temer que se siga una venta clandestina y por múltiples motivos; sobre todo la venta a menores, que por descontado y como ocurre con el alcohol y tabaco, debe estar prohibida y férreamente controlada. Los menores lo que necesitan es una educación integral y desde el parvulario, para que no piquen en el consumo y sepan desde niños las nefastas consecuencias que ello conlleva.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más)
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