EL AUTOMÓVIL COMO MOTOR RECAUDATORIO
No, no es nada nuevo en los gobernantes; de siempre han cargado los impuestos sobre el producto o productos de mayor consumo y donde se mueve más dinero; y ello va desde aquellos viejos monopolios de la sal, luego el juego; el tabaco, etc. y que han llegado a culminar en el "sagrado automóvil" y sus derivados de cuatro o dos ruedas, puesto que en realidad, gira todo alrededor del consumo de petróleo y sus derivados. También sobre el juego y el alcohol, "descansan" las arcas del recaudador; no explicándome como no se regulariza ya, el brutal consumo de drogas y de la prostitución; puesto que en estos dos campos ("exentos aún") hay perdiéndose, unas cantidades incalculables de dinero en forma de impuestos, que por falsos escrúpulos, no se acomete su reglamentación; lo que considero idiota, pues estos brutales negocios existen y no pueden erradicarlos, aparte de que los mismos, nos cuestan a todo el contribuyente cantidades igualmente ignoradas pero igualmente enormes (sanidad, policía, etc.) por sus cuantías; pero volvamos al automóvil.
Los datos de que parto son los relativos al año 2005
y en los que España y "su tesoro nacional", le consiguen recaudar sólo al automóvil (quedan por tanto el resto de motores que andan con petróleo) la friolera de "veinticuatro mil trescientos ochenta y tres millones (24.383) de euros"; un cinco por ciento más que en el ejercicio del año anterior; siendo los impuestos por carburantes el 69 % del total ingresado" (ABC 12-05-2006)". Se detallan los conceptos de este brutal ingreso y que va desde el impuesto de matriculación, hasta por el permiso de circulación". "No se incluyen lo que el Estado y municipios consiguen con esa feroz persecución a la caza de las infracciones de tráfico y que como sabemos se han agravado, muchísimo, sin que se haya conseguido gran cosa en los accidentes o daños que provocan las máquinas a motor, por lo que queda claro que todas esas subidas han sido principalmente para recaudar más y exprimir más, al ya muy castigado usuario del motor de explosión".
Pero es que en tan gran invento, el que fuera promocionado hasta el infinito por "San Henry Ford I", que supo ver la inmensa mina que representaba el automóvil, llevado al individuo
todos los gobiernos y los grandes capitales privados, supieron ver el rico maná que de él se extraería, puesto que a los gobernantes y al capitalista, lo que le interesan son los ingresos limpios y sanos
¿Qué el automóvil es la mayor enfermedad mortal de Occidente?... pues bueno, es como el alcohol o el tabaco, pero "el negocio es el negocio". En 1927 dijo Ford, en asamblea convocada para animar a sus ya miles de trabajadores: "Ahora que hemos conseguido sentir al hombre la necesidad de ir en coche, debemos hacérselo cada vez más refinado y atractivo para que siga deseándolo; y sienta ilusión por cambiar su automóvil por otro nuevo modelo, lo que permitirá la indefinida expansión de nuestra industria". Acertó plenamente y con ese acierto, cambió totalmente la civilización.
Y como he indicado, otros grandes beneficiarios; veamos lo que ingresa nuestra "pequeña petrolera" (¿qué ingresarán las grandes y los "jeques" del petróleo?). El mismo diario y en el mismo día, afirma: "Repsol YPF ganó 862 millones de euros, un 8,20 % más, por el alza de los precios del gas y del petróleo. La compañía indemnizó con 37,8 millones al ex consejero delegado y a seis ex directores". O sea que si la compañía gana, sus grandes administradores, es que "se forran o los forran" pues hay dinero en cantidades enormes para eso y para mucho más.
Y como he hablado de pasada sobre los ayuntamientos, recordemos lo que nos cobran, por un denominado "impuesto de circulación" (para ya apenas poder circular). Por el pago de vado para garajes, impuestos que pagan los mismos, aparcamientos en la calle cobrados y no vigilados (al Ayuntamiento le importa un bledo si te roban o queman el coche) etc. etc. No olvidemos ni por un instante, lo que representan los seguros del y para el automóvil, con todas sus variantes y cargas, voluntarias y obligatorias a que nos obliga el disponer de ese automóvil que
"ya nos ahoga". Tampoco olvidemos lo que conlleva el mantenimiento, desde los neumáticos, hasta el agua para el limpia parabrisas, amén de anexos, lujos y chuminadas. Y finalmente, lo que hoy cuesta cada carné de conductor y sumemos todo.
Pero es claro "la previsión del gran Ford I se convirtió en la maldición de hoy; puesto que la enfermedad que más seres humanos mata hoy es el automóvil y derivados" sencillamente es el precio que hay que pagar y los que gobiernan lo saben; fingen, nos cuentan mentiras, pero nos exprimen como digo.
Antonio García Fuentes
Escritor y filósofo
www.jaen.ciudad.org (allí más)
No hay comentarios:
Publicar un comentario