FRANCO DE UN EXTREMO AL OTRO
I
Mis anteriores escritos sobre el dictador y "el lado menos conocido y que infinidad de interesados, no quieren reconocer y menos que se recuerde"; me ha ocasionado gran cantidad de "debates", en los que a cada cual "se le ve el plumero"; y lo que me ha permitido, ejercitar aún más mi caletre y afianzarme, así como estimularme a aportar algo más de lo que sé, guardando aún mucho más para el futuro
puesto que no me mueve otra motivación, que el que se conozca la verdad y no "nos engañen"; los que sólo pretende esgrimir nuestra sangre sudor y lágrimas, para ellos darse "la vida padre".
Que Franco fue un asesino, lo han dicho muchos y yo también; puesto que si en la preguerra y guerra civil (1934-1939 y no 1936-1939 como se dice) se asesinan en ambos bandos a cantidades inconfesables
y no se me hable del número, puesto que a cada cual nos duele nuestro muerto, ya que el dolor, es individual y nunca colectivo
de más o menos inocentes o "carne de cañón"
Los muertos después de ganada la guerra por Franco, fueron asesinatos "inútiles"; todos los asesinatos son inútiles, pero estos más, por cuanto ya y simplificando
la guerra estaba ganada por el dictador
y las fuerzas contrarias, estaban dispersas en forma de cadáveres, cautivas, o huidas al extranjero; es por lo que yo considero, son los peores asesinatos, con los que tiene que cargar Franco y "su franquismo"; que asesinó mucho más que el propio Franco, puesto que materialmente y que yo sepa
Franco, "no mató a ninguno". Pero en todas estas guerras tan cruentas, hubo represiones sangrientas; salvo en la de "Secesión de los EE.UU. donde el inmortal Abrahán Lincoln ordenó tajantemente, el que no hubiera represalias ni represaliados"
y por ello, fue asesinado por "los de siempre".
Pero en el otro extremo de Franco y "su franquismo", existen cuarenta años de gobiernos sucesivos y que dictaba el dictador como tal: y en los que ocurrieron tantas cosas, que es imposible reflejarlas en artículos por largos que fueren. Por ello y aparte de todo lo ya escrito por mí, que mantengo y me ratifico; sigo aportando datos
pero datos del pueblo, puesto que una nación no es nada si no se refleja la historia del pueblo.
Por ello y pasándome por "los bemoles" a tanto contrincante que me ha surgido; historiadores y otros "escribanos"; que escriben sobre la base de lo que han leído en otros libros o sobre la base más substanciosa, de lo que perciben en su panza o en su bolsillo yo, y como testigo de casi todo lo que cuento digo, afirmo y mantengo.
Había que ver y vivir aquellos años de hambres infinitas, en que las gentes, "se comían hasta la suela de sus alpargates", amén de yerbas de variadas clases que salían a buscar al campo (que hablen los ancianos y ancianas que lo han vivido), que buscaban en las casas más acomodadas, "las sobras de pan y otras vituallas o las dádivas que imploraban para sobrevivir" incluso aprovechar el cadáver tirado de un cerdo muerto, o del pescado que el veterinario mandaba tirar sí; había gentes que hasta aquello lo aprovechaban y como oí decir a un gitano "el aceite y la sartén matan todos los microbios el hambre, sólo se mata comiendo"; y no, no era culpa de Franco, aquello era culpa de una devastadora guerra, que dejó hasta los campos arrasados; y fueron "comidos", por los irresponsables ("qué importa el bando: si bien y hay que reconocerlo que en el franquista, supieron administrar mejor tierras y ganados") desde "las crías, a los sementales y desde los granos para consumo, hasta las reservas para la siguiente siembra" siembra que por otra parte, muchos no hicieron o por que no pudieron, o por temor a aquellas bárbaras razzias de devastación que habían sufrido o que temían sufrir, por cuanto conocían de cómo actuaban aquellos bárbaros, peores que las del tan criticado Atila.
II
No había para la inmensa mayoría de la población (es claro que para los ricos sí y como ocurre en cualquier lugar de éste pobre planeta) desde medicinas, al pan suyo de cada día y faltaba de todo. De ahí, a que se comprara y vendiera todo hubo un negocio magnífico hasta para los "traperos", puesto que se compraba desde el papel viejo, hasta las suelas de goma de las alpargatas y desde el trozo de cable de cobre, recorte de instalaciones ("al que robaba algo se le caía el pelo") hasta el de plomo y desde las puntas o clavos, del clavazón de los envíos de mercancías; que entonces se hacía en cajones de madera hasta las chapas oxidadas, de bidones de derivados del petróleo o las aún más fuertes, de los "cilindros" contenedores de sosa cáustica; y desde el pelo de los cerdos que se pelaban en los mataderos hasta los cuernos y huesos del ganado mayor "no hablemos de las pieles, que hasta las de conejo de corral, las compraban aquellos traperos. No había de nada y lo poco que había, era controlado por "los de siempre" (los buitres); por lo que surgió aquel sucio negocio que se denominó, "el estraperlo"; y en el que estuvieron pringados, desde los apegados a Franco y "otras alturas" hasta muchísimos más, que eran necesarios como intermediarios, para guardar la cara a "los intocables" (o sea como hoy se libran otro tipo de buitres de todo tipo "de plumaje").
Hubo también y hay que decirlo mujeres que se tuvieron que meter a putas, simplemente para comer y que comieran los suyos; o hacerse queridas de los sinvergüenzas (y sin escrúpulos) de siempre, por lo mismo. Hoy las que se meten a putas, es por que como se paga bien cada "acto", es un negocio estupendo y lo dicen ellas y hemos sido testigo de ello, puesto que "alguna lo ha dicho en televisión".
Pero también Franco se preocupó de crear organismos para "administrar tanta miseria y tan pocos recursos". Así nació,
También fue creado otro organismo nacional, que se denominó: "Regiones Devastadas" y el que fue creado, para eso mismo, para tratar de reconstruir todo lo devastado, "por unos o por otros" (quedó como intocable, un pueblo arrasado, en Aragón, que el dictador dictó, quedara como muestra y museo de lo que no debiera repetirse nunca más, y allí está
"de su nombre no quiero acordarme", que lo fijen los "mecánicos de la historia")
con ese organismo, se fue reconstruyendo todo lo que se pudo; incluso se expropió a terratenientes ("y Franco no era comunista, ello es indudable") y surgieron a docenas o centenas, los denominados, nuevos pueblos, o pueblos de "la colonización" (en mi provincia hay muchos); y en ellos, se edificaron desde las viviendas, hasta el depósito de agua común y se repartieron parcelas de tierra y casa, a quienes de ninguna de las maneras, habrían podido ser dueños de nada
Que hubo privilegiados, corrupción, etc
. ¡Pues lo mismo que hoy, que si no eres del partido que manda y mangonea, no te dan ni agua!... pero poco a poco, se iba avanzando, social y económicamente.
Pero desde aquellas épocas del "inicial mando franquista", en que las mujeres tenían que ir a lavar la ropa, a las afueras de los pueblos o en lavaderos públicos, edificados un siglo antes; secar las ropas al sol e ir y volver cargadas a la casa recoger el agua en cántaros y cubos, en la fuente pública para poder asearse, guisar y luego fregar los platos y cacharros de cocina y el agua final, era aún aprovechada para regar las puertas de aquellas casas, con pavimento de piedras o cantos rodados y la mayoría de tierra pisada con lo que se mitigaba el polvo y se asentaba el pavimento.
De ese "lavado" a la lavadora eléctrica y automática que la mayoría teníamos cuando muere el dictador. De vivir hacinados, a prácticamente cada individuo tener su habitación y su cama y su armario.
De recoger excrementos de caballería (lo he visto con mis ojos) por gran cantidad de niños y niñas, con espuertas de esparto y con las propias manos y a las salidas del pueblos; estiércol que luego era vendido por "cuatro" perras, al hortelano o pequeño propietario de olivar, como abono orgánico y magnífico para sus plantas o arbolado hasta la recogida de basuras, organizada municipalmente, barrenderos incluidos, que ya había cuando muere el dictador.
De ir andando a todos sitios, incluso de pueblo en pueblo, o a lo sumo con un burro o burra (yo lo he vivido en trayectos de ida y vuelta, que suman cuarenta kilómetros) y por cuanto, no había dinero, ni para pagar "el billete del autobús de línea" hasta, todo cuanto ya teníamos en 1975, de bicicletas, motos, y coches, cuando el dictador es enterrado.
De aquellos caminos polvorientos, que se decían "carreteras" y que luego mucho después, fueron cubiertos de asfalto hasta la red de carreteras, e incluso autopistas que dejó en 1975 Franco al morir.
III
De no tener agua, como antes digo, hasta llegar al grifo de agua corriente en la cocina-lavadero primero, luego el aseo, luego el agua caliente y bañera y bidé incluso; en vivienda propia y con esos servicios, "alicatados hasta el techo y con azulejos de colores o de serigrafía". De no tener servicios de cloacas y sanitarios, puesto que un retrete común servía (en pozo ciego) a varias familias "a tirar de la cadena y que "? Amén de la pavimentación de calles, con incluso acerado; desconocido para la mayoría de aquellas criaturas, obligadas a vivir cuasi como los siervos de la gleba. Yo mismo he ido a dormir a la luz de un candil; y mis primeros baños, fueron en una "fafa" (jofaina o (palangana) de niño y luego de mayor, en un lebrillo (tinajón) de barro , o en un barreño de cinc, disponiendo del agua caliente de una olla, y de utensilios para el aseo, un trozo de jabón común, igual al empleado para lavar por aquellas mujeres y un estropajo de esparto al gel y todo lo demás que sobraba ya cuando muere el dictador.
Desde aquellas horribles hambres (que reitero) y otras carencias de casi todo hasta que los cubos de basura, contenían cada noche, otro tanto de lo consumido entre el día que ya era notorio cuando muere el dictador.
De la transformación de secarrales y eriales, en tierras de riego y producción masiva y de todo el progreso agropecuario, debido a los cientos de pantanos, que continuaron construyéndose (el inicio de ese obra hidráulica nacional y no acabada aún, se debe al otro dictador; Primo de Rivera) y sistema de riegos; el consiguiente aumento de la producción eléctrica ("los que dicen saberlo hoy todo, no saben, que apenas si teníamos alumbrado, cuando ya anochecía y el que podía costearlo") que nos llevó, del candil, hasta el aire acondicionado, que ya lo teníamos cuando murió Franco.
De aquellas locomotoras y trenes, la mayoría infectos (salvo los mínimos departamentos de "primera y segunda") en que en duros bancos de madera, había que hacer el trayecto atravesando toda España, hasta los modernos trenes "TALGO" que ya había en abundancia cuando muere el dictador. Del TURISMO (con mayúscula) y de la emigración ("dos ríos de oro") ya he escrito largo y tendido en otras ocasiones.
De las masas in cuantificables, de analfabetos totales o casi; hasta los millones de titulados universitarios y posibilidades de alfabetizarse y aprender, de todo; aquel, que quiso, fuese mayor o menor de edad; ¿qué balance hay a la muerte de Franco?
De esos cuarenta años en que gobiernan los gobiernos de Franco ("él astutamente, decía que no se metía en política") y que hábilmente, son ocupados por hombres propuestos al dictador y aceptados por éste (el que no servía o se colaba, ya se sabe que recibía "el motorista" y el cese inmediato): y entre buenos ministros, menos buenos, menos malos o malos del todo
pero se llega a una España rica y próspera, décima potencia mundial, reconocida
y eso ocurre cuando Franco
"es sepultado en su faraónico sepulcro
pero el que quizá aceptó por cuanto, quería dejar memoria de él
pero también de la época en que gobernara a España
simplemente como español, que se sentía hasta "el bigote".
Sí son cuarenta años, largos, muy largos "para muchos de nosotros mucho más", puesto que empezamos "con el candil" pero indudablemente, son cuatro décadas apasionantes y que deben ser recogidas, con toda honradez por quienes lo vivieron y contar "su verdad"; pero pensando en la verdad de los hechos, todos los hechos; sus verdaderas causas y sus verdaderos efectos en definitiva, su principio y su fin y no como "estos nuevos ricos", que han nacido en la opulencia y sin saber "una papa" de nada cierto y veraz, se lanzan a inundar de mentiras, todo lo que en definitiva les interesa, para seguir viviendo como mucho más ricos y encima; "que los alaben".
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más)
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