Hispania tras la caída de Roma I
(Ensayo histórico)
La provincia romana que se denominó "La Bética"; posiblemente fue la más desarrollada y romanizada de todo aquel Imperio, puesto que la Península Ibérica fue dividida en tres provincias; si bien ello tardó mucho, puesto que antes hubieron de ser derrotados los cartagineses (ver su historia en Internet, que es muy extensa) anteriores "propietarios de Hispania" y con los que hubieron de sostener varias guerras ("Púnicas: hasta derrotarlos"); pero quedó aquel Sur peninsular, como principal y más rico territorio romano, hasta que muchos siglos después, conquistaron Egipto, que pasó a ser su principal conquista por cuanto suponía de riquezas para la metrópoli. No obstante recordemos, que a lo largo del tiempo de este Sur Ibérico, le llegaron nuevos emperadores a la propia Roma, lo que demuestra su influencia y unión con la metrópoli; amén de su muy larga historia cultural, que se remonta hasta los textos de "La Biblia en el reinado del rey Salomón" y otros, con los griegos de aquellas muy lejanas épocas (Focea)[1]; y lo que marcaría muchos hitos en su historia, señalaré sólo una ciudad aun pujante y moderna, cuya historia data de tres milenios atrás y que no es otra que Cádiz, a la que acompañarían otras también andaluzas y de aquellas lejanas épocas.
Por todo ello paso al otro extremo del Imperio, y me sitúo en los lugares donde surge, la fuerza que de verdad acabará con la Roma Imperial, y que aguantará como Bizancio hasta que en 1453, es arrasada por los musulmanes otomanos[2]. Y lo hago así, por cuanto Andalucía, fue protagonista en muchos hechos históricos de aquellos y otros imperios; y los que está recogidos en la Historia de la Humanidad, como vamos a ir viendo en este muy apretado relato y en el que dejo, muchos interesantes hechos por causas obvias. Y que no son otras que los continuos fracasos civilizatorios del "mono humano".
¿Pero por qué desaparece Roma y van apareciendo sus herederos y pese a lo grandioso del legado romano, del que aún se alimenta la civilización que sostiene a este pobre mundo? Pues sencillo, ya que todo, absolutamente todo, lo que nace en el universo, "nace para morir"; y a todo absolutamente a todo, le llega ese momento, ya que la imperfección de la obra "humana" así lo requiere.
Por mi parte y en mí ya muy amplia obra escrita, hay una parte, que titulé genéricamente como, "Reflexiones de un nada"; y la que va creciendo en sus contenidos, pero que ya en los primeros capítulos, afirmo la realidad del, "nada que somos y sabemos, los que sin embargo presumimos de sabidurías infinitas, pero las que hasta hoy no han servido para consolidar una civilización como tal; y de ahí, la desaparición de todas las conocidas y muchas de las desconocidas, puesto que el nada es latente en el individuo de todos los tiempos".
Vuelvo pues a continuar el relato y lo recojo cuando un considerado sabio emperador, transforma las creencias religiosas de Roma y a través, del nuevo credo cristiano, quiere perpetuar aquella Roma arreligiosa, que por haber dado cabida a tantos dioses propios y extraños, terminó por no creer en ninguno; y eligió, el que a pesar de todo, aún no ha sido enseñado lo suficientemente bien, puesto que de ser todo lo contrario, no habría "los cientos o miles" de rupturas, divisiones, o incluso luchas sangrientas, que hubo desde un principio y que continúan hoy de múltiples formas demostradas, y donde cada cual, "pretende ser el papa de todos y como representante de aquel único Dios, que propagó sin éxito, el "padre Abraham"; semita, cuyas enseñanzas y por cuanto he deducido, las recoge ya predicadas en Babilonia, cuando allí los llevan como esclavos; de ahí que ni judíos, cristianos o musulmanes, se lleven bien y como debieran serlo, los que se dicen, "hermanos del mismo padre".
Pero ya se sabe, cada cual que puede, "se lleva su rebaño o parte del mismo", conforma su propio negocio y a vivir de la religión, que es lo que siempre fue y sigue siendo; todo lo demás son "cortinas de humo, más o menos misteriosas pero mentiras al fin y de ahí el cuento o casos de nunca acabar"; ahora mismo mientras escribo recuerdo del beneplácito o aceptación de las barbaridades que tiene en marcha el nuevo zar ruso ("un tal Wladimir Putin") y a las que se presta el, "papa ruso ortodoxo, dicen que cristiano", por cuanto el negocio es el negocio y Dios, es un ente muy lejano y desconocido y al que mejor dejar en el misterio de siempre, mientras se sostengan los infinitos negocios "divinos", en este pobre y desamparado planeta.
Pero volvamos a esta especie de un tejer de una tela que nada aclarará, pero a través de la misma se verán, los múltiples hechos y traidores que las tejieron, simplemente para beneficio propio o de "panza y bolsillo", como ya los califiqué hace muchos años.
El "cristianismo" que impone el nuevo emperador Constantino "el grande"; va a mantener "a trancas y barrancas" unos siglos más, al imperio romano, sobre todo en Oriente: Veamos un resumen del personaje y su circunstancia:
Constantino I el Grande:
(Cayo Flavio Valerio Claudio Constantino; Naissus, Dacia, actual Serbia, h. 280 - Ancycrona, Ponto, actual Turquía, 337) Primer emperador cristiano de Roma. Era hijo de un militar, Constancio Cloro, que asumió la gobernación de la parte occidental del Imperio al abdicar el emperador Diocleciano en el año 305. Muerto Constancio Cloro al año siguiente en Britania, las tropas allí estacionadas proclamaron emperador a Constantino.
Constantino hubo de librar duros combates contra sus rivales hasta que, en la batalla del puente Milvio (312), se impuso a Majencio y se hizo con Roma. Con ello obtenía la parte occidental del Imperio, mientras que la oriental, controlada por Licinio, no pasó bajo su poder hasta el 323 (batalla de Adrianópolis). Desde entonces hasta su muerte ejerció como emperador único (Totius orbis imperator).
La trascendencia del reinado de Constantino para la historia occidental procede de las consecuencias que tuvo su conversión al cristianismo (en algún momento indeterminado del proceso de conquista del poder, aunque no se bautizó hasta poco antes de morir); descartada la sinceridad de su sentimiento religioso, es posible que dicha conversión se debiera al fracaso de las persecuciones de los reinados anteriores, así como a la búsqueda de elementos de unidad que contrarrestaran las tendencias disgregadoras del Imperio.
Por el Edicto de Milán (313) acabó con el culto estatal pagano en Roma, decretó el fin de las persecuciones contra los cristianos y la devolución a éstos de los bienes expropiados. Aunque no convirtió al cristianismo en religión oficial del Estado (un paso que daría Teodosio en el 391), concedió importantes privilegios y donaciones a la Iglesia, apoyó la construcción de grandes templos y dio preferencia a los cristianos a la hora de seleccionar a sus colaboradores. A cambio, otras comunidades religiosas comenzaron a ser perseguidas dentro del Imperio, como sería el caso de los judíos.
Temeroso de que las disputas teológicas rompieran la unidad de la religión cristiana, puso el poder a disposición de la jerarquía eclesiástica para combatir las numerosas herejías de la época. Ya en el 317 dictó leyes contra los donatistas, a quienes el Concilio de Arlès había situado fuera de la ortodoxia cristiana. Repitió la operación contra los arrianos, convocando y haciendo aplicar el primer concilio general de la Iglesia (Nicea, 325), en el cual se aprobó el Credo que recogía las propuestas de San Atanasio frente a las de Arrio.
Pero "yéndonos al grano" ¿Qué consiguió el cristianismo que predicaran aquellos romanos y todos los posteriores, para lograr unas mejores sociedades para el individuo que de verdad, "defiende Cristo en su Sermón del Monte", que digamos de paso, está aún por ser practicado como verdadera religión cristiana.
Pues no consigue otra cosa, que "apoderarse del imperio, imponiendo nuevas normas (los obispados y obispos como nuevos tronos principescos y gobiernos más o menos dictadores o tiránicos, mediante concilios en los que se elimina todo lo que a los nuevos dominantes no les interesa). Y de esa degeneración, va a nacer la tercera religión, monoteísta, en la que su fundador Mahoma, se nombra a sí mismo, su único profeta y representando al único Dios verdadero.
Pero es más, Mahoma es un comerciante o caravanero y del comercio y caravanas, vive; acrecentando su poder al casar con una viuda, propietaria a su vez de caravanas y más rica que él; y es quizá por ello, por lo que no sólo crea la nueva religión, sino que la complementa con un sistema de vida que cubre todo el devenir de los nuevos fieles o acólitos fanáticos, a los que adoctrina de la forma fanática que sabemos y donde no hay otra salida que, "Alá es el único Dios y Mahoma su único profeta"; lo que tampoco va a consolidar nada, puesto que hoy mismo, siguen existiendo las divisiones religiosas que quedaron a la muerte del "caravanero y su subida al cielo islámico"; recordemos las continuas luchas que se desarrollan hoy mismo en la sede principal de "las tres religiones monoteístas", o sea Jerusalén y sus infiernos constantes defendiendo en realidad no se sabe qué. Pues la paz solo la garantiza la muerte.
A pesar de todo, esa nueva religión se desarrolla por las armas a una gran velocidad, lo que les permite invadir y conquistar grandes extensiones del antes Imperio romano y "otros"; y es por lo que mi relato lo continuo, en las puertas de la Europa occidental situadas en el África de siempre, conocida como hoy, con el nombre de Ceuta, que entonces era propiedad de los reyes "godos" hispanos, que a su vez se encuentran en sus habituales disturbios y luchas intestinas; que van a dar lugar a la traición del conde ceutí "don Julián", que es el que traicionando a sus reyes, facilita el paso a los nuevos invasores musulmanes[3]. Imaginemos que estos nuevos y fanatizados religiosos, van a encontrar unos, "campos inmensos, para implantar las nuevas leyes que portan y así lo hacen, puesto que penetran hasta en Francia y otros países europeos, donde aún, mantienen sus mezquitas y creencias, puesto que no olvidemos que la orden o dictados de Mahoma, son nada menos que, "la conquista del mundo".
Resumiendo; que tras milenios de nuevas invasiones y nuevos profetas y dioses, las sociedades siguen divididas y propensas siempre, a las escabechinas que realizan los fanatizados, por predicadores que se supone que en los dioses que creen siempre, son los que les piden, "sus panzas y sus bolsillos", únicos apetitos que sienten por ese prójimo siempre pisoteado y mal enseñado, en una violencia ya tan trágica que da asco hasta referirse a ella, por lo absurdo de la misma.
El tan discutido "Dios" o los "Dioses", siguen tan ocultos y peligrosamente tan dañinos, que en realidad las sociedades poco o nada hemos conseguido en unas convivencias nunca logradas y todas; encenagadas, con diferentes interpretaciones religiosas que a nadie convencieron ni convencen, hoy en día, digan lo que digan y lo hagan como quieran.
Sirvan como realidades, las relaciones actuales, entre los dos mundos opuestos que son, "los musulmanes africanos y los europeos de la otra orilla donde los más próximos, somos los actuales andaluces del siglo veintiuno".
El mundo, necesita unos estudios y meditaciones, sobre las religiones, que pueden transcurrir aún muchos milenios para entender unas y otras razones, que nos convenzan, parten de "unas divinidades", que nadie vio, que nadie ha visto y que vista su historia, nadie va a ver en el futuro; pese a las parafernalias de tantas fiestas, para adorar a "vírgenes y santos que no olvidemos, siempre fueron y son hechas por manos humanas y para negocios determinados, siempre materiales". Amén.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (Aquí mucho más)
[1] Hoy existe con otro nombre y perteneciente a la actual Turquía.
[2] la caída de bizancio
La larga lucha entre los otomanos y el Imperio bizantino concluyó en 1453, cuando Constantinopla fue conquistada por las tropas de Mehmed II al término de uno de los mayores asedios de la historia.
Focea era una ciudad griega de Asia Menor, actualmente en Turquía. Antigua Phocaea o Phokaia, donde hoy día se encuentra la ciudad de Foça o Eskifoça en el golfo de Esmirna. Su nombre proviene de la palabra «foca» (animal), que fue el símbolo de la ciudad. Fundada por colonos griegos de Eritras y Teos en el siglo VIII a. C., fue un importante puerto comercial y mantuvo tratos con todo el Mediterráneo occidental.
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