SOBRE MÚSICAS ANTIGUAS Y MODERNAS
Desde niño me he sentido atraído por la música; recuerdo (tengo un relato sobre aquello) el haber quedado embelesado, junto a otros niños, en aquel lugar de las afueras del pueblo, donde un pastor con su rebaño y al atardecer ya puesto el Sol, tocaba una flauta, posiblemente hecha por el mismo, de un trozo de caña vulgar y que sin embargo y sin saber música (seguro)… sacaba tal tipo de sonidos tan acordes, dulces y agradables, que entraban directamente en el alma… tan fue así, que los niños dejamos nuestros juegos y travesuras y nos arrimamos al pastor, el que indiferente siguió tocando su flauta, hasta que cayó la noche y dejó de tocar. Entonces nos marchamos los niños a nuestras casas… el rebaño de ovejas pastaba o descansaba alrededor del pastor y seguro estoy que aquellos animales, igualmente eran influenciados por la flauta de aquel pastor, del que nunca supe su nombre y si era propietario del rebaño o no. Volvimos al día siguiente, pero ya no estaba ni el pastor ni su rebaño, iría trashumante y siguió su camino; seguro que tocando su flauta e interminables y melodiosas tonalidades o sonidos inexplicables para mi y sin partitura alguna para interpretarlos.
Poseo un buen surtido de discos de vinilo y ahora de los modernos CD, que dicho sea de paso, yo no les encuentro mejores sonidos… es más, se estropean con mucha mayor frecuencia que los de vinilo, por tanto hemos sido engañados de nuevo; puesto que no toda la nueva tecnología "es lo que prometió"; yo conservo un tocadiscos.
Desde que existen los casetes, tengo en mi automóvil y en el último; CD (ya han anulado las cintas: hay que consumir lo nuevo y por "güe"); pero siempre mis músicas, han sido de "las que no se pasan de moda", por ello cuando viajo y me canso de oír tanta barbaridad y mentiras como salen por las ondas; conecto "mis discos" y mando lo otro a donde pueden imaginar. También llevo conectada la denominada "radio Clásica", que es uno de los pocos buenos servicios que nos presta el Estado Español; pero aún en esta, entran "eso que dicen es música moderna" y que en la mayoría de sus composiciones, me molesta tanto que termino por cerrarla y volver a mis discos; igual ocurre en mi despacho, donde siempre está conectada… hasta que "empiezan los chirridos, berridos o golpes que te suenan dentro de la barriga" y tengo que proceder de igual manera; sencillamente para mí es un tormento.
Dejé de ir a las ferias de mi ciudad, desde que aparecieron esos monstruosos altavoces, que atronando todo el recinto ferial, hacen insoportable el permanecer allí; no explicándome, como la gente dice divertirse en "tales infiernos". Tampoco entiendo como compran todos esos discos infernales, que guitarreros, tamboreros y gritadores gesticulantes, unidos a los decibelios electrónicos, producen ese placer en las masas, que por ello (deduzco) los reúnen como simple hormigas, alrededor de "su reina madre". Menos aún, entiendo esos automóviles que cien metros antes de llegar a donde tú te encuentras, ya notas que vienen "dando saltos", por el incalificable estruendo que tienen y suena en su habitáculo… ¿no se vuelven locos sus ocupantes… o es que ya están sordos del todo?.
Para mi, todo ello y mucho más que podría añadir; no es otra cosa que la decadencia actual y donde lo más banal, necio e insulso, o enfermizo; lo imponen y no entiendo como ni por qué, puesto que si me regalan un disco de ello, simplemente lo tiro a la basura de inmediato… ¿pero todo esto es nuevo y de ahora? Sorprendentemente no.
"Sólo se puede hablar de música con un hombre que haya captado el significado del Universo. La música se funda en la armonía entre cielo y tierra, en la concordia de oscuridad y resplandor. Los estados en decadencia y los hombres en degradación más tempestuosa, no carecen de música, pero su música no es serena. Cuanto más tempestuosa la música, más sombría está la gente, más en peligro la sociedad, más declina el Estado. Por este camino se pierde la esencia de la música".[i]
Lo que he copiado, no se debe a ningún sabio moderno, ni tampoco a la civilización occidental… se trata de reflexiones y consejos que los sabios chinos, acuñaron hace miles de años y que sin embargo, pareciera que nos lo están diciendo ahora mismo. Cuando lee uno "estas y otras muchas cosas", se pregunta… ¿en qué ha cambiado el hombre, aunque tenga instalados juguetes en el espacio?
Pero lo triste, es que hablar de todo esto… es "como escribir al viento" ¿para qué va a servir?... sencillamente, para nada en absoluto, quizá sólo para mi desahogo.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más temas)
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