EL LUJO EN EL MUNDO ACTUAL
Creo Recordar que fue el dramaturgo español Jacinto Benavente (Premio Nóbel de Literatura en 1922) el que dijo entre otras tantas frases inteligentes, lo siguiente: "El dinero no da la felicidad
pero ayuda bastante"; más o menos pues cito de memoria. De esta sentencia a lo que se realiza con el dinero en lujos extremos, o en lo que yo denominé hace muchos años, como "necesidades vicio"; va un abismo; sepamos pues lo que con dinero en abundancia, se ha consumido y consume; según datos de diciembre del 2007; siguiendo la aberrante costumbre de todos los tiempos
"y yo más que tú; en mi mesa siempre está lo mejor que "haiga" en el mundo".
No son sólo las angulas españolas; que hace treinta o cuarenta años, cualquiera de clase media, podía permitirse el lujo que de vez en cuando, ir a un restaurante y pedir una cazuela, que abundantemente servida (100 gramos aproximados) satisfacían el gusto y no era prohibitivo
hoy esos cien gramos, en el mercado, dicen que cuestan ciento veinte euros ("unas 20.000 pesetas al cambio: 200.000 el kilo")
ya me dirán, lo que llegarán a cobrar aquellos restaurantes que se atrevan a comprarlas, que seguro los habrá; yo y desde luego, hace muchos años que me conformo con las "gulas", que con un poco de ilusión, nada tienen que envidiar a esas angulas hoy a precio de oro
esperemos que el jamón, no corra igual camino, puesto que como ya se exporta a Estados Unidos y a China
seguro que esos mercados, donde viven los más ricos del mundo; van a consumir
"hasta la bellota de engorde de tan sagrados cerdos", por aquello que si es buena para el cerdo, será buena para el hombre
al fin y al cabo
"dicen que la carne de cerdo es la más parecida a la del hombre". Nosotros los "ibéricos", tendremos que consumir jamón y carne, de esos cerdos de granja, que como los pollos y conejos; los han convertido en simples laboratorios vivientes para obtener proteínas con rapidez pasmosa. Pero pasemos a otras viandas y cosas, sólo aptas para los muy ricos
"o locos de atar, que también los hay".
Según informa la revista que se cuida de vigilar las grandes fortunas y lo que consumen ("Forbes"): "la subida de la cesta de la compra para estos potentados ha subido un seis por ciento", o sea el doble que el IPC general de los mercados para pobres y medianos consumidores; y es claro, con el caviar ruso de "buena calidad" a siete mil euros (1.150.000 ptas. Aprox.) el kilo; con el champán para ricos fabricado en la Champaña, a 1200 euros la caja
pues ya me dirán ustedes, lo que van a sufrir éstos, que yo denominé en algunos de mis artículos como, "los pobres ricos"; puesto que resulta intolerable que, el coste no de la vida
sino del
"vivir extremadamente bien"(copio literalmente) haya subido en los últimos treinta años el intolerable, 672 por ciento, frente al 265 de la inflación de andar por casa, o sea la del pollo, el conejo, los huevos, el aceite, el pan, las sardinas y esas cosillas que normalmente consume la mayoría de la clase "currante"
y es claro que no hay derecho, a que unas cosas suban tanto y otras se queden a tanta distancia
no se rían por favor, que yo ya es que no puedo más, simplemente me sirve de relax, lo que por otra parte no es nuevo en la historia. Puesto que y me acuerdo mientras escribo; al insigne Leonardo, no "se lo lleva" el rey de Francia (no merece ser nombrado por mi) como tal hombre universal y sabio
se lo lleva y lo protege, hasta el final de su vida, por cuanto era un exquisito cocinero y repostero, que le producía al tal rey; las máximas delicias que monarca alguno pudo disfrutar en su época; ("poseo un libro de cocina de Leonardo; no el original claro está, pero sí un ejemplar de una edición realizada en español)
"quizá por ello, Leonardo de Vinci, se vengó regalándole la Gioconda al morir"
considero que no hay; "otra bofetada igual en toda la historia del arte"; pues aunque dicen "que se lo compró", pero yo pienso que fue un regalo, o peor aún, una apropiación después de muerto
puesto que menudos son los franceses; y más
"aquel pájaro real, que tuvo en jaque a nuestro Carlos primero, simplemente por celos y ansias de haber llegado al poder que tuvo el emperador y al que no perdonó nunca, pese a que estuvo prisionero en España y siempre tratado como rey cristianísimo".
Pero volviendo a los lujos y "orgullos necios" (creo que es lo mismo) podría escribir mucho más; pero como recientemente he comentado, los nuevos lujos de los nuevos "príncipes rusos", en mi reciente artículo: "La "nobleza y zares" comunistas"; el que quiera leerlo, lo tiene en mi web
yo acabo aquí; prefiero seguir riendo en soledad
"mientras; recuerdo los lujos gastronómicos romanos y los anteriores persas"
recomendándoles (de paso) un plato exquisito y simple
"una o dos sardinas arengas, secas (prensadas) y saladas en Isla Cristina, troceadas en pequeños trocitos, puestos en un plato, cubiertos de aceite virgen de aceituna (mal denominado de oliva); puesto sobre ello, el zumo de un tomate muy maduro y "estrujado" sobre la marcha para que no pierda sabor; luego y a sopas de buen pan y chupándose los dedos (nada de tenedor) y a mano, una botella de buen vino tinto, que no tiene que ser caro (un segundo año de Valdepeñas, Alicante, Murcia, Salamanca, Extremadura; etc.)
hasta quedar saciado; y después, unas frescas naranjas
"y ríase de los banquetes de Trimalción". Y como engorda, yo que estoy a plan, no puedo tomarlas cuando quiero, pero sí
que el sábado próximo
"caen un par de estas delicateses; que son españolas y al alcance de cualquier bolsillo hispano"
"de nada, buen provecho; se digieren muy bien".
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más)
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