¿QUÉ HAY TRAS
Es la pregunta que (intuyo), atormenta más al ser humano cuando llega un momento en que sabe que tiene que morir; todos nos la hicimos y nos la hacemos, algunos desde muy niños y viendo o sufriendo la muerte del ser querido, ya recibimos ese primer mazazo; que multirrepetido a lo largo de la vida, hay que superar y se puede superar, no les quepa la menor duda; puesto que el morir es tan natural como el nacer. Lo que ocurre es que se nos enseña a vivir o más bien se nos enseña a "mal vivir"; olvidando que habría que enseñar igualmente a morir; a esperar la muerte como ese hecho natural que en realidad es; y que a lo largo de toda la historia del hombre, los sabios lo atestiguaron y nos dejaron sus testimonios de consuelo.
El ser humano tiene muchos miedos (tenemos o tuvimos) y es a medida de irse enfrentando a ellos y venciéndolos, cómo se va fortaleciendo, hasta llegar a no tener miedo a lo que generalmente más teme la masa, o sea... a la muerte.
Pero como afirmara Pitágoras
"No temáis morir. La muerte no es más que una parada en el camino. La verdadera muerte es la ignorancia"
o sea, indicaba que la vida no acaba donde el miedo indica al no cultivado; que la vida sigue después y se pasa a "otras vidas, a otros cuerpos, a otros estadios, a otras experiencias en definitiva".
Si aceptamos ello (y nadie me venga con la idiotez de que se lo demuestre) entonces, entraremos en un estado de paz y esperanza, enormemente positivo y que nos ayudará a enfrentarnos con cada día que amanece, con una ilusión nunca vivida antes de esos múltiples miedos padecidos... "el cuerpo es como un pijama que nos será renovado... el alma es algo que continuará y a la que tenemos que enriquecer nosotros con nuestras obras; con ese obrar en que no se perjudique a nadie; ni a uno mismo".
Y no, no fue sólo Pitágoras; hay muchos sabios que hablaron de ello; incluso Cristo dice en sus prédicas, contestando a sus discípulos... "EN VERDAD OS DIGO QUE NADIE QUE NO NAZCA DE NUEVO ENTRARÁ EN EL REINO DE MI PADRE"... está claro que para nacer de nuevo hay que morir. Los cristianos en sus primeros tiempos, creían y predicaban la reencarnación... lo que ocurre, es que esa creencia, entorpecía a los que se adueñaron del cristianismo... "con eso tan absurdo de tener aquí la llave de los pecados y el seguro para el paraíso eterno".
Lo mismo que está aceptado la evolución y progresión de las especies, que descubriera Darwin... algún día, se reconocerá la progresión de las almas y por sólo su propio esfuerzo... puesto que cada una está en el lugar que le corresponde; unas se anquilosan por espacios indeterminados y luego evolucionan
y otras... evolucionan a más velocidad; precisamente por que ya son "más veteranas"; y ello
no está relacionado ni con la belleza física, ni con el color de piel y menos con la alcurnia o el dinero. Tampoco con una determinada religión o filosofía, que no contenga la máxima de no hacer a nadie ni a nada vivo, algo que uno no desea para sí mismo.
Todo ello se explica muy bien en "EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS", de Allan Kardec, que sugiero lean; y no teman... la figura principal que van a encontrar es al propio Cristo y el cristianismo... fue un libro escrito hace ya más de 150 años en Francia y se sigue leyendo muchísimo; es un libro económico y no es ninguna religión, puesto que carece de ritos y clérigos; es filosofía pura y que nada malo enseña.
Es un libro indudablemente combatido, por cuantos "viviendo del negocio", no quieren que sean abiertos nuevos caminos; quieren seguir monopolizando algo imposible, cual es el libre pensamiento que se nos da al otorgársenos la vida; y es a través de él y en el libre albedrío de cada cual y mediante estudios y meditaciones, como se llega
"a lo máximo que se puede llegar en este pobre planeta".
Hay quienes se revuelven furiosos a un destino que indudablemente, es desconocido y no hay testimonios fehacientes de esa continuidad preconizada por múltiples medios filosóficos o religiosos (que es lo mismo)
pero ¿qué cuesta creer en ello y tener esa esperanza?... nada. ¿No es mejor tenerla que entrar en desesperaciones atormentadoras del ser y que a nada conducen? Físicamente está demostrado que la materia no se destruye, simplemente se transforma; pues bien
"hay algo inmaterial o de materia imperceptible que está en nosotros"
¿por qué ese componente que es en realidad el ser real de nuestra individualidad tiene que desparecer? ¿Una obra tan maravillosa como es cualquier ser humano, fue creada para sólo esto que estamos viviendo en esta vida y que esta sea su única manifestación?... me niego a creerlo; aunque igualmente me resignaría a dejar de existir
por cuanto el final para mí, al menos
será un descanso enorme
"el ya no ser ni pensar"
pero algo en mi profundo yo, me dice y afirma todo lo contrario
y como soy ya bastante viejo, espero comprobarlo pronto.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más temas)
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