VIAJE A PAÍSES ALPINOS X
Seguimos en el autocar recorriendo Viena y el guía sigue hablándonos.
En la disertación del guía salen "a relucir" los españoles, puesto que no olvidemos que "nuestro Carlos I", también fue emperador de todos estos territorios; así Eulalio nos dice... "De la época española, quedaron en Viena (entre otras cosas) las murallas de la ciudad y el férreo protocolo de la casa imperial, lo que se mantuvo durante varios siglos... y el protocolo, hasta que desapareció el imperio en 1918". También nos dice que más recientemente, España ayudó a muchos niños austriacos, víctimas de la II Guerra Mundial, los que fueron recibidos y atendidos en España, hasta que esta gran calamidad terminó; esto también es recordado en Austria, con el sentimiento grato que el hecho representa, pues no olvidemos que en aquellas épocas, nuestro país, también soportaba un período de grandes carestías o de "hambres manifiestas"[1] y debido todo ello al desastre de nuestra sangrienta guerra civil de 1936 a 1939.
El guía nos ha propuesto el que tomemos un vino austriaco y ello gratuitamente... "para ello iremos a una empresa de confecciones, en prendas de "loden" (tejido de abrigo, propio o típico en Austria) en las que nos será ofrecido, mientras nos muestran sus fabricados en un pase de modelos". No tendremos obligación de comprar nada (apostilla Eulalio)... "pero qué duda cabe que éste pretende lo contrario y por ende... la comisión que espera llevarse". Como en mayoría deciden ir, los que nos resulta ello indiferente, nos aguantamos, pensando que vamos a perder una hora, que nos sería preciosa para seguir viendo más cosas de esta gran capital europea, pero... "la mayoría manda".
Tras esta visita y como ya es la hora, marchamos a nuestro hotel para efectuar la comida del medio día, la que realizamos en el tiempo justo y apenas podemos reposarla (hemos comido rápido y mal) ya que tenemos que seguir la visita turística. Marchamos ahora en dirección a la ópera de Viena, donde llegamos en corto espacio de tiempo y una vez adquiridas las entradas para efectuar la visita turística (las que hay que pagar) entramos en tan legendario, "palacio de la música" y del "bel canto".
Describir este bello edificio o palacio (construido entre 1861-69) llevaría un gran espacio y por ello lo omito, simplemente destaco lo bien cuidado del mismo, los grandes salones que posee para los entreactos; y lo completo de servicios con que está dotado, contando con "un pequeño ejército" de empleados, que son los que le dan vida en realidad, si bien los aplausos son siempre para "los divos". Hay algo así como un millar de personas, que de alguna manera están ligadas a la ópera y que van desde el más modesto de los encofradores o tramoyistas, pasando por el coro, los músicos de la orquesta, escuelas, talleres, etc. etc., ya que este teatro en realidad es un gran complejo, el que costosísimo en su mantenimiento, es -pese a ello- soportado por el Estado austriaco, como prestigio nacional y en base a que también es una enorme fuente de ingresos, que repercuten en toda Austria. Digo ello por cuanto las entradas a los espectáculos, pueden ser consideradas caras o incluso "carísimas" (de precio) pero aun así no cubren los gastos de mantenimiento. El teatro cuenta con 2.209 localidades, de las que 1642 son asientos y 567 son localidades de "a pie", o sea que estos 567 espectadores, tienen que soportar en pie las largas funciones operísticas. Si como nos dice el guía, siempre se agotan todas las localidades (hay que obtenerlas con meses de antelación) nos podemos imaginar la afición de estos sufridos espectadores de "a pie", entre los que abundan los estudiantes de música y canto, que asisten (cuando pueden) para ver, oír y aprender de, "las grandes figuras" que por aquí pasan.
Hemos reposado del largo recorrido "operístico", sentados en el patio de butacas, donde recibimos un amplísimo boceto del que me sirvo para escribir todo cuanto yo relato, e igualmente, hemos visto trabajar a varias docenas de obreros ("tramoyistas") que están trabajando en el andamiaje y decorados de una nueva ópera a representar en breve, por lo que hemos podido apreciar "en su salsa", mucho de lo que nos ha ido refiriendo nuestro incansable y erudito guía mexicano, el que desde luego, nos demuestra su gran preparación y fluidez de disertación en ese idioma español, con el dulce matiz de los habitantes de la "América de habla hispana" y que creo, será el "idioma español del futuro"; sencillamente porque ya suman casi trescientos millones de "hispano-parlantes"(hoy 600 millones) y nosotros los de la península Ibérica, ya estamos en gran minoría y nuestros sucesivos gobiernos... "ni se enteran de ello".
Salimos de "la ópera" y recibimos el frío, que sigue haciendo a todo lo largo del día y que se va acentuando a medida que avanza la tarde. Subimos de nuevo al autocar y marchamos a visitar el palacio de verano de la familia imperial, el que como ya he dicho, se encuentra muy cercano a nuestro hotel; son las quince treinta horas (3,30 de la tarde).
Tras un no muy largo recorrido, en pocos minutos llegamos al citado palacio, cuyo nombre es el de... "Schönbrunn", y cuya traducción al español es el de, "Palacio de la Bella Fuente"; y el que fuera empezado a construirse en 1692 para residencia estival de la Emperatriz María Teresa, siendo terminado casi un siglo después (1780). Franqueamos la verja de entrada y recorremos el enorme "Patio de Honor", y llegamos al edificio principal (apartamentos imperiales) en cuyos bajos, tenemos que esperar mientras nuestro guía adquiere los boletos de entrada, puesto que llegamos en un momento de gran afluencia turística. Por mi parte traspaso este recinto y paso al posterior o gran parque (cuenta con casi dos km2 de extensión) apreciando este enorme jardín y viendo desde la distancia considerable que existe desde donde me encuentro... la "Fuente de Neptuno"; y sobre ella y aún más lejos, el conjunto monumental denominado "Gloriette", que en realidad es un monumento honorífico, dedicado al ejército imperial y que fue construido en 1.775; todo lo cual puedo apreciar en un espacio muy corto de tiempo y mientras "cae el Sol en el horizonte... el que pronto se despedirá de nosotros".- Tomo una fotografía como recuerdo, la que desafortunadamente no obtengo y por tanto no puedo guardar aquellas bellas imágenes, nada más que en la "nebulosa de mis recuerdos".
Iniciamos la visita a los apartamentos imperiales, donde lo primero que me llama la atención son las gigantescas y bellas estufas de porcelana vitrificada y que (según el guía) aguantarían más de los mil grados de temperatura...? Son verdaderas obras de arte, siendo todas diferentes en su decorado y las que deben ser alimentadas, desde "pasillos" interiores, para que el humo no molestase a "los imperiales residentes"; los que por otra parte, también contaban con las clásicas y lujosas chimeneas "inglesas", en casi todos estos lujosos aposentos, que en realidad son todos tan parecidos al de tantos otros palacios de la época y que muchos hemos visitado y visto, que no describo más de ellos, por cuanto ni tengo notas de todo ni por otra parte, el caso lo requiere... "sí que diré, que casi todo el actual decorado, gira en el sentido de resaltar las figuras de Francisco José I y Elisabeth, su esposa, más conocida como "Sissi"; y a los que "el cine", ha presentado como idílicos esposos, cuando la realidad fuera tan diferente. Encontramos en estos apartamentos, "hasta los utensilios de gimnasia, que esta mujer empleaba para mantener su talle de avispa y su gran belleza, que indudablemente la tuvo y mantuvo hasta avanzada edad", ya que murió (asesinada) a los 61 años de edad; pero repito..."todo o casi todo, aquí ha sido montado para fomentar el fetichismo y el fomento del morbo del turista, que en gran medida, le importa un bledo, la realidad histórica de esta pareja imperial y cree a pie juntillas, lo que le han preparado como ficticia historieta, digna de un cuento de hadas".
Regresamos al hotel alrededor de las 17 h. (ya es de noche) y se nos concede un descanso, para recuperar fuerzas, puesto que esta noche tendremos una "cena típica, en Grinzing", localidad cercana o ya anexa, a la ciudad de Viena. En ella nació Luddwig van Beethoven y en ella residió por un tiempo, el no menos famoso Albert Einstein, los que también "disfrutaron" de estos vinos (así se nos dice) que nosotros vamos a tomar cenando y los que dicen tener gran fama en esta zona, puesto que aquí se elaboran y aquí se venden o consumen (los suministran los propios lagares o bodegas, convertidos en tabernas y restaurantes).
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (Aquí más temas)
[1] Recordemos aquellas penurias, significando que las tristes "Cartillas de Racionamiento", duraron hasta abril de 1.952.
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