24.8.19

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VIAJE A LONDRES  III

 

     Tras salir del citado templo, subir de nuevo a nuestro microbús, recorrer una parte de la ciudad, cruzar el río por uno de sus numerosos y grandes puentes; lo hacemos de nuevo en sentido inverso por el denominado de "Westminster" y que nos deja a pie del Parlamento (s. XII-XIX) y Abadía (s.XIII-XVI) de igual denominación o nombre y los que de estilo gótico, están situados uno frente al otro; como corresponde a "dos poderes máximos"; y los que alguna vez se enfrentaron como es sabido y notorio; precisamente por los intereses opuestos que ambos defendieron o... "defienden"...?

     Ya fuera del vehículo admiramos ambos grandiosos edificios, en los que el religioso descuella por su pequeñez, sobre el político, pero ambos son igualmente dos joyas en piedra labrada primorosamente y que dan fe del esfuerzo y dedicación de vete a saber cuántos miles de artistas de todo tipo y que trabajaron maravillosamente la piedra que hoy nos asombra grandemente. Como no es posible entrar en el político, nos dirigimos al religioso.

     Entramos en la abadía de Westminster, que como antes he dicho es de no grandes dimensiones. Aquí "la entrada es libre" y no nos cobran por ello. El templo es bellísimo en su interior y mucho más modesto que el antes descrito, salvo en su longevidad (s. XIII - algunos lo datan en el año 616 ) y la que le permitió "vivir épocas de esplendor máximo", por lo que aquí se encuentran "enterrados" muchos de los reyes británicos, e incluso en sus claustros fue instalada la primera imprenta que se montó en Inglaterra (1.477); todo lo que demuestra la gran historia de ésta abadía y cuanto representó en el hoy denominado Reino Unido de La Gran Bretaña... "Hasta que el controvertido monarca Enrique VIII (1491-1547)... mandó cortar la cabeza a Ana Bolena (su esposa) "se peleó" con la Iglesia de Roma y el Papa reinante, impuso en el Parlamento sus reales deseos, se aprobó el acta que se denominó de Supremacía (1.534) y desde entonces, existe la denominada Iglesia Anglicana y cuyo "Papa" es el Rey (o Reina) de Inglaterra, por los siglos de los siglos... amén".

     Poco podemos ver de ésta abadía, salvo el templo de la misma y en el que están diciendo misa, lo que no impide el que haya enorme trasiego de turistas o visitantes, que entran y salen en cantidades notables. Del templo pasamos a los claustros interiores los que recorremos y en los que curiosamente encontramos un puesto donde se vende café de "varios gustos", lo que al parecer tiene bastante éxito ya que la tarde londinense se ha vuelto bastante fría; y la humeante bebida, la compran bastantes de los visitantes. Salimos pronto de éstos claustros que se nos muestran bastante lóbregos (quizá ello se acrecienta por cuanto cae ya la tarde y se aproxima la noche) y lo que acentúan diferentes piezas arqueológicas que allí se muestran. Se nos informa que en éstas edificaciones (aparte de estar situada la "silla primada" de la Inglaterra Católica) hay un seminario y algunas otras importantes dependencias, pero es claro que todo ello está fuera de la visita turística, por lo que efectuada la misma, salimos de inmediato y pasamos a recorrer a pie los alrededores de éste lugar, el que se considera como, "el barrio más aristocrático de todo Londres", puesto que en el mismo se encuentra incluso el Palacio Real (Buckingham Palace).

     Regresamos muy cansados al hotel, reiterando lo de cansados puesto que lo estamos en demasía, incluso "algo mareados" de tanto "trasiego", por tanto y tan seguido ajetreo turístico, puesto que llevamos diecisiete horas "dando vueltas" ya que son las dieciocho horas en Londres y ha transcurrido ese largo espacio de tiempo desde que subimos al primer microbús la pasada madrugada, allá en España.

     Ni se nos ocurre "movernos" del hotel, donde pasaremos el resto de la tarde-noche descansando en cómodos butacones; después cenaremos en el mismo establecimiento y nos retiraremos muy temprano a nuestras habitaciones a descansar; nos encontramos rendidos y esperamos "dormir a pierna suelta" toda la noche, lo que logramos plenamente en las confortables camas de éste hotel.

     Son las seis treinta de la mañana cuando la claridad del día me despierta; la ventana de nuestra habitación se encuentra orientada al Este y es el propio Sol el que "me hace la llamada matutina" (treinta minutos después lo hará el teléfono).

     Me levanto, hago correr los visillos de mi ventana y miro al exterior comprobando que efectivamente luce ya el Sol en el horizonte, si bien lo hace "tímidamente" a través de las últimas brumas de la noche londinense, las que se están disolviendo con gran rapidez; después "se abrirá el día" y lucirá un espléndido sol primaveral, el que al coincidir en domingo, hará las delicias de los habitantes de ésta gran urbe, la que como antes indiqué... "pasa ya de los once millones de habitantes", lo que no impedirá a muchísimos de ellos disfrutar de las grandes extensiones de parques, jardines y arbolado con que cuenta la ciudad.

     Nos han servido el desayuno en la habitación, por lo que ello nos reporta una comodidad inesperada, puesto que éste servicio, entra en el precio contratado en el viaje...? Deduzco que éste sistema "interesa" mucho más al hotel, que el que este servicio lo efectuemos en el comedor del mismo, que por otra parte no tendría cabida a tenor con la capacidad del establecimiento (más de ochocientas plazas) y así el desayuno lo suministran a las diferentes plantas en "carritos especiales y con componentes estandarizados"; incluso en las habitaciones existe "una tetera eléctrica, para que el huésped se prepare su propio te". De cualquier forma (reitero) para nosotros es una comodidad y hay que reconocer que pese a ser "estandarizado", el desayuno es bueno y abundante, aunque, del tipo... "continental".

     Hemos descansado muy bien y por tanto "estamos como nuevos" para continuar con las visitas programadas, bajamos por tanto al hall del hotel y a las nueve en punto subimos de nuevo a un nuevo -es diferente- microbús, el que nos va a transportar en el recorrido turístico de ésta mañana y que será amplio y extenso; principalmente por las calles londinenses y tres visitas concretas que relataré.

     Tras una hora de recorrido (que me llega a resultar bastante monótono) por las calles londinenses, hoy casi desiertas y viendo al paso (para delicia de las mujeres que vienen en el grupo) los principales lugares donde se encuentra situado el gran comercio de la ciudad, nos detenemos para ver desde fuera el teatro de la ópera ("el famoso Covent Garden") y edificios cercanos a la misma que están dedicados a la música ( Conservatorio y Escuela de Organistas) donde algunos, "se hacen la foto" para guardar el recuerdo. Efectuada ésta breve parada continuamos el recorrido observando y confirmando (ayer lo comentamos) el que en las casas o viviendas de Londres, no existen "rejas ni casi defensas contra los ladrones"; en la mayoría de edificios, incluso en las ventanas de los pisos bajos (que son muy abundantes) sólo tienen cristales y los consiguientes cierres con puertas de madera; tampoco observamos "pintadas" en las paredes, vallas o muros; y es igualmente notoria la gran limpieza que existe en las vías públicas, parques y jardines por los que vamos pasando o bordeando... "pienso en España y sonrío con cierta amargura"... por el deplorable estado o aspecto que en la actualidad presenta mi país en éste sentido de la educación cívica y el robo de la propiedad; aquí en Londres (supongo que igualmente en el resto de Inglaterra) no deben existir ladrones del tipo que asaltan las viviendas, ni tampoco gamberros que ensucien las paredes de los edificios con esas horribles pintadas que en España son tan abundantes, tampoco debe haber personas mal educadas que arrojen todo tipo de basuras a las calles y demás lugares públicos, como sí que abundan en España; por contra y al parecer aquí... "son bastante abundantes los carteristas", de lo que incluso se nos avisa en algún monumento o museo con el oportuno cartel a la entrada (en La Torre de Londres, por ejemplo).

     Importante a destacar es el tipo de edificaciones que estamos viendo y que son mayoría aquí "en el centro": son edificios de baja altura, dos tres plantas a lo sumo, abundando las casas unifamiliares y de más o menos lujo; todas ellas con el oportuno jardín y donde se nota y destaca la rivalidad de cada propietario por (en su día) destacar del entorno, con el tipo de arquitectura, ventanales, terrazas, rejas, vidrieras y todos esos componentes que hacen agradable un hogar y que hoy casi han desaparecido de la faz, del antes tan cuidadoso "Occidente y su civilización hoy decadente". Muchas de estas casas o mansiones son de la época "victoriana" e indudablemente, reflejan el poder económico que en su momento disfrutaron quienes las mandaron construir, pero qué duda cabe que hoy las siguen cuidando y manteniendo, lo que ya es muy digno de ser resaltado, cuando como por ejemplo ha ocurrido en España... "la piqueta del albañil y la especulación absurda que hemos padecido y padecemos, han destruido muchos edificios que nunca debieron ser derruidos". Qué duda cabe que aquí deben existir leyes y normas estrictas para que... "no desaparezca y se cuide lo que marca un estilo y una civilización que marcó pauta en muchos otros lugares del mundo"... Sí, hay que reconocer y felicitar lo que a simple vista se puede apreciar y valorar con toda justicia.

     Tampoco hemos visto en nuestros largos recorridos, ni mendigos, ni harapientos, ni otros tipos "tan abundantes en otros lugares"; y ello pese a que la policía no se hace notar mucho, al menos la clásica de uniforme... "los populares boby"; lo que también es todo un detalle a reflejar en favor de ésta gran ciudad, que como antes indiqué... "saben cuidarla sus responsables habitantes y autoridades pertinentes".

     Como vamos muy bien de tiempo y el día (repito) es espléndido, nuestro guía (el ya referido Carlos Avilés) nos dirige hacia una céntrica cafetería, situada en una estación de ferrocarriles y autobuses ("Estación Victoria") en la que tomamos un excelente "café con milk", cómodamente sentados en mesitas que existen en la misma e incluso en el exterior ajardinado, y el que está armonizado por una original y grande fuente de agua, la que alegra mucho más éste inusual día de primavera en esta latitud; después marcharemos a una de las "obligadas visitas" en Londres.

     Se trata de ver el espectáculo que representa el ceremonial del relevo de la guardia en el Palacio Real y donde reside la Reina (Buckingham Palace) el que a diario se realiza a las once de la mañana; y lo que no vamos a poder ver, por cuanto hoy no va a tener lugar el mismo (al parecer -se nos dice- la Reina está ausente y ese es el motivo...?).

     Ello nos rompe el esquema de visitas puesto que el microbús nos ha dejado cerca del palacio y seguidamente se ha marchado para volver una hora después, ya que son las instrucciones que ha recibido el chofer. Como luce un sol espléndido, "se nos concede tiempo libre" para deambular por los alrededores hasta que transcurran esos sesenta minutos de espera. Mi esposa y yo decidimos recorrer el cercano parque (St. James Park) y allí tomar alguna fotografía, pues desde el altozano en que nos encontramos (frente al citado palacio real) se domina el mismo; se ve muy concurrido, e igualmente observamos una gran laguna, en cuyo centro existen unos grandes surtidores de agua en forma de abanico y en la citada laguna y alrededores, son abundantes las aves acuáticas y otras "no acuáticas".

     Iniciamos el paseo y vamos admirando el buen cuido del mismo y el respeto que a todas sus instalaciones se presta, incluso a los animales que allí viven y proliferan (he visto, ardillas, pelícanos, palomas, patos de diferentes especies y otras aves acuáticas que no se definir) y los que se acercan sin miedo alguno a los visitantes, los que suelen "echarles algo de comer". Hay un cuidado césped en todo el parque, lugares reservados a los niños para que en él jueguen como tales; abundantes y grandes árboles; y "miles y miles" de plantas bulbosas de diferentes tipos y cuyas flores de variado colorido ya... "han salido para ver al Sol"; y al ser éstas tan abundantes, forman una especie de "encaje de vida y color", que resulta agradabilísimo de observar; en cierto modo celebro "la ausencia de la militar ceremonia", puesto que ello me ha permitido recorrer en casi toda su extensión éste gran parque y observar a través del mismo, "nuevas cosas favorables a los tan criticados ingleses"... Ana mi esposa no ha podido completar el recorrido y ha vuelto sola al lugar de espera, dice que "se ha cansado de tanto andar"...?

 

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

www.jaen-ciudad.es (aquí más temas)

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