VIAJE A PAÍSES ALPINOS XIV
Continuamos viaje y poco después salimos de la autopista y nos desviamos en dirección a "Bad Ischl", para continuar por esta carretera secundaria y llegar a través de la misma, hasta nuestro destino de hoy. Lo efectuamos así, por cuanto de atractivo tiene este itinerario, en el que encontraremos un lago de grandes proporciones ("Traun", me dice el guía que es el nombre del lago) y otro de menor tamaño, a cuya orilla comeremos y al que más adelante me referiré.
En medio de estas (ya descritas) bellezas naturales, aparece y se nos muestra de pronto... "una gran fábrica de cemento", la que se encuentra en una grande y despejada ladera, totalmente nevada y la que se nos muestra como, "un monstruo enorme y humeante", que rompe totalmente la armonía natural de estos valles y montañas, en los que existen unas grandes zonas residenciales y de veraneo, que ocupan gentes de "cierto nivel económico" y también (se me dice) de gentes "populares", o de clase trabajadora asalariada.
Atravesaremos algunos túneles o semi túneles, construidos en esta carretera y ello para evitar los aludes o desprendimientos de estas empinadas laderas montañosas; veremos enormes "chuzos de hielo", descolgarse por algunas torrenteras y por los desagües de los citados túneles, todo lo cual y al propio tiempo que embellece el lugar, nos informa del enorme frío reinante en el exterior y pese a que como dije, luce el Sol.
Seguimos recorriendo esta sinuosa carretera que bordea los lagos citados y transcurre por estrechos valles y llegamos y nos detenemos en un pueblo cuyo nombre es, "St. Wolfgang", el que está situado a la orilla del lago de igual nombre. Como luce un sol brillante, recorremos algunas calles de esta localidad, en la que abunda el comercio, los establecimientos hoteleros y de restauración, pero la que se encuentra "desierta"; y pese a ser domingo, apenas se nota movimiento o "vida", lo que me sorprende puesto que es día de fiesta y hace un tiempo espléndido, estando el Sol en su cenit y todo ello no concuerda con lo que representa esta zona, que es de veraneo, vacaciones, descanso o residencial de "pudientes". Llegamos a un embarcadero, desde donde se divisan buenísimas panorámicas de aquella comarca y donde tomamos fotografías; en esta parte del lago hay cisnes, gansos y patos, los que acuden al vernos, quizá buscando el que les echemos algo de comer... "los empleamos como adornos especiales en nuestras tomas fotográficas o de cámara de video", puesto que estos animales completan todo cuanto de bello estamos viendo y disfrutando en este apacible día soleado y tranquilo, de este (ya) invierno alpino.
Aun cuando es domingo, encontramos en aquel lugar una tienda abierta y en la que venden de... "todo eso que suelen comprar al paso, los turistas en cualquier zona de turismo de cualquier país del mundo"; tienda que visita la mayoría de los componentes del grupo, que compra de esas cosas, que por lo variado de ellas omito el reflejar. Felices y contentos nos dirigimos al lugar donde comeremos y el que nos ha buscado el guía y que resulta un muy confortable establecimiento.
Comemos y comemos bien, en un restaurante "familiar", cercano al lago y que es quizá el único que funciona hoy aquí. Podemos reposar un poco la comida y tras este reposo, en el que hemos podido tomar un buen café y fumar un rato; salimos de nuevo y recorremos el camino de regreso hasta el lugar donde nos aguarda el autocar, el que por la abundancia de nieve no ha entrado en el pueblo.
Emprendemos viaje y seguiremos viendo incansablemente estos paisajes nevados, viendo en algunos lugares como esquían o se deslizan sobre trineos, los habitantes de aquellos lugares, los que se solazan y disfrutan de esta abundancia de nieve y sol, que este domingo les brinda.
Llegamos a Salzburgo y entramos en la ciudad a las 14,40. Salzburgo es una famosa ciudad, la que en la actualidad cuenta con unos ciento cuarenta mil habitantes, la fama le viene en la actualidad de "la música" y sus famosos conciertos; y el haber nacido en ella Mozart, que como sabemos fue, "uno de los principales padres de esa música que hoy explota la ciudad"; todo ello muy conocido y por lo que yo omito decir más, pero sí que diré algo que quizá sea bastante menos conocido.
Esta ciudad fue gobernada hasta el pasado siglo por príncipes... estos eran los arzobispos católicos de la ciudad, los que por tanto, ostentaban paralelamente los poderes materiales y espirituales; por tanto, eran controladores de todo cuanto acaecía en su ciudad y los ciudadanos, puesto que debían cuidar de la... "materia y espíritu de los mismos" y por tanto de la de todos los habitantes de esta archidiócesis, que era riquísima (puede que lo siga siendo) dicho sea de paso; y lo que se nota en la ciudad, por la profusión de iglesias, monasterios conventos y palacios, puesto que suman (los templos religiosos) casi la cincuentena, si bien hay que decir que hoy, hay dos protestantes; lo que en definitiva (pienso) son muchos templos para ciudad tan pequeña y que lo sería mucho más, en la época en que todo ello fue mandado edificar, en base a la gran riqueza que aquí se generaba.
Esta enorme riqueza fue posible gracias a la "sal común"; y de ahí el nombre de la ciudad (Salzburgo o "ciudad de la sal") puesto que la sal, a la que hoy tan poca importancia damos, era hasta "ayer mismo", mercancía tan valiosa, que era imprescindible para la conservación de muchos de los alimentos que el hombre necesitaba para su supervivencia en períodos de escasez de alimentos. Igualmente, "estos príncipes religiosos", al propio tiempo que monopolizaban el comercio de la sal, también comerciaban con el oro, el cobre y todo tipo de comercio posible y factible de realizar, a través del (y gracias al) río navegable que atraviesa esta ciudad (río Salzach) todo lo cual, es claro que era controlado por estos prelados del... "pobre Cristo".
Mientras me hago todas estas reflexiones, vamos recorriendo la ciudad, cuyas calles, plazas y jardines, están totalmente nevados, habiendo hielo en algunos lugares. Llegamos al hotel donde pernoctaremos esta noche; se trata del "Hotel Europa", el que resulta ser muy moderno y confortable y donde nos está aguardando una guía, la que tenemos contratada para que nos muestre la ciudad, realizando el recorrido turístico más conveniente y completo posible.
Esta bella mujer (lo es) de unos cuarenta años de edad... habla un buen español y nos acompaña, muestra y diserta, fluida y ampliamente, sobre todo el contenido turístico de la ciudad. Con ella estaremos tres horas... "tres horas de muy intenso frío", en las que recorreremos calles, plazas, templos y teatros (éstos vistos desde fuera) incluso cruzando el citado río por uno de sus puentes y viendo (como no) desde fuera, las dos casas que ocupara Mozart, puesto que como sabemos, esta ciudad fue la "patria chica" de ese gigante de la música que fue... Wolfgang Amadeus Mozart, el que allí nació y vivió la mayor parte de su corta pero fructífera vida musical (de la otra disfrutó bastante menos) y en cuya vida, "salzburguesa", ocupó primero una y luego otra (dos casas) viviendas, en dos etapas de la misma... y las que hoy "son veneradas", por cuantos reconocen el grandioso legado musical que dejara este hombre, el que no olvidemos... "murió pobre y mísero" (incluso fue enterrado sin ataúd siquiera y sepultado en una fosa común, en Viena, que es donde le vino la muerte)... Legado (repito) musical, que entre otras cosas, permite hoy a su "ciudad natal", el que esta, sea algo así, como... "la capital mundial de la música"... "Gloria -pues- a Wolfgang Amadeus Mozart... amén".
Debido al enorme frío que hoy "reina aquí" (acrecentado por la humedad que aporta el río, que como antes dije, "parte en dos la ciudad") entramos a tomar café y lo hacemos cerca de una de las casas citadas y que ocupara el músico. Curiosamente el café también lleva el nombre de Mozart (aquí está presente el nombre de este sublime creador, por doquier) y en el que nos reconfortamos de este horrible frío que nos ha penetrado hasta los huesos, descansando una media hora cómodamente sentados y "calentitos", en este concurridísimo café, que se encuentra instalado en una primera planta de uno de estos viejos edificios de tan famosa calle y en el que hay mucha gente joven, en estos momentos en que entramos; posiblemente estudiantes universitarios, que son muy abundantes en esta ciudad.
Es noche cerrada cuando salimos del café, son las seis de "la tarde" y en España es de día. Emprendemos el recorrido para llegar donde está aparcado el autocar, al que subimos (tras despedirnos de nuestra guía) y en el que regresamos a nuestro hotel, del que ya no saldremos hasta la siguiente mañana, puesto que el frío no invita a realizar "paseos nocturnos"; yo prefiero cenar tranquilo y luego fumar pausadamente mi habitual cigarro puro, mientras pienso lo que escribiré, sobre esta tarde en Salzburgo y lo que "apretadamente" realizo antes de acostarme, ya que necesito recoger "vivas" las imágenes y sonidos, recogidos esta tarde y a lo largo de todo el día... puesto que ha sido un muy buen día de bueno y enriquecedor turismo... me siento cansado y feliz. Por ello dormiré muy bien esta fría noche, que aunque hay calefacción, pero hay que dormir abrigado.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí más temas)
No hay comentarios:
Publicar un comentario