CRISTO: ¿RESUCITÓ O NO?
He escrito muchas veces sobre Cristo y siempre en defensa de sus verdaderas enseñanzas; que considero de máximo valor y por tanto imagino se van a estar escribiendo y enseñando mientras exista la especie humana esa es su trascendencia en el tiempo y el espacio; y pese a que él mismo dijera aquello de que "no vengo a enseñar nada nuevo, sino a recordar lo que otros han enseñado" más o menos fueron sus palabras puesto que cito de memoria.
Hace un cierto tiempo y debido a una película "más o menos cargada de bombo, sangre o sadismo"; se promovió una polémica mundial sobre el "crucificado". Más reciente y aquí en España, se ha armado un escándalo, "sacando del piadoso olvido"; unas asquerosas reproducciones fotográficas, que en composición pornográfica, mezclaban la imagen del Cristo y otras significativas figuras del Cristianismo, con realizaciones bestiales, por denominarlas de alguna manera: pero que ni las bestias realizan. Intento vano de relajar a un olvido de esas enseñanzas que arriba cito; pero nunca faltan "pobres diablos", que buscan significarse aún "sumergiéndose en mierda".
Ahora y recientemente han pasado en la cadena nacional de TV3 (España) un documental "muy documentado", de lo que al final nada dice y nada demuestra; sólo una falacia de que "pudo ser", que Jesús de Nazaret hubiese sido enterrado en un panteón familiar junto a miembros de su familia; y que "sus huesos", estaban allí y por tanto no habría resucitado. Estuve viendo tal documental hasta que me aburrí y lo dejé; era lo que mi abuela sintetizaba con la frase "sacar leche de una alcuza".
Pero entremos en el tema sin miedos ni reparos, puesto que "lo literal escrito, no es lo importante que pueda parecer ser"; puesto que "si la materia no resucita, el espíritu sí"; y por tanto, a la muerte de Cristo "su espíritu subió a los cielos". Pueden ser creencias y los no creyentes las pondrán en tela de juicio; no hablemos de los furibundos "niega todo", que enfurecidos van a responder a este artículo con el consabido ¡¡Demuéstrelo!!
Es claro que perdería el tiempo para convencer a quien no va a ser convencido por nada, puesto que sus parámetros son como rocas inamovibles "pero curiosamente hasta las rocas, las remodela el viento o el fuego de las fuerzas telúricas del planeta".
Los que somos creyentes por estudios y observaciones, no por inducción fanática de nadie; creemos en la trascendencia del ser por unas lógicas bastante firmes y que sintetizo. "Si está admitido que la materia no desparece sino que se transforma continuamente, lo que ya le da un sello de eternidad" "Lo que no es materia (al menos perceptible) y que nos envuelve al ser humano y todo lo vivo, tampoco va a desaparecer". Y digo ello, por cuanto he leído que científicos estuvieron pendientes de la muerte de un ser humano y aquel cuerpo de inmediato a expirar, perdió un peso perceptible y medible en la báscula dónde se encontraba". Sin necesidad de tanta precisión, todos hemos visto un animalito cercano a nosotros, que vivo "era una cosa" y una vez muerto, aquel ser vivo había perdido "algo que no era vida física" (El Papa anterior reconoció que los animales tienen alma) pero es más; las plantas, que igualmente tienen vida una vez arrancadas o segadas ¿cómo quedan dónde fue la vida que allí había cuando estaban lozanas? Añadiría más, pero el que esto lea que lo piense y deduzca por sí mismo "por ejemplo la evolución constante de las especies".
Pero ahora lo definitivo ¿Alguien en su sano juicio y con toda la frialdad que la inteligencia otorga al pensador cree de verdad que somos fruto de un acaso, de una casualidad, de un capricho fortuito?... En este momento estoy pensando en que una de las manos con que muevo las teclas del ordenador, contiene "hilos de sangre", tan diminutos y tan largos, que unidos dicen que podrían dar la vuelta al planeta Tierra" y hablo de una mano, luego pienso en toda la inmensa maravilla que es un cuerpo humano "o cualquier otro ser vivo" y tengo que decir, que creo en Dios, en que la vida tiene que continuar después de la muerte y que por tanto Cristo resucitó y está vivo en alguna parte de ese inmenso o insondable Universo que no entendemos, pero al que pertenecemos como parte indestructible del mismo y pese a "las apariencias". Esas creencias me hacen ser cada vez más fuerte, no tener miedo a la muerte y mantener en creciente esperanza todo mi ser.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más)
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