Cuando ya se ve junto a nosotros, la gran catástrofe económica que se ha venido "cociendo" desde bastante tiempo atrás; cuando ya no hay remedio (rápido) para nada que no sea aguantar y como recurso último el practicar aquello de "salvar lo que se pueda el caído árbol"; aparecen los sabios de siempre, los técnicos académicos, los que presumen de saber algo de economía y no saben ni una papa… mi gran abuela materna, siendo totalmente analfabeta, sabía de economía mucho más que el ministro actual que con más cara que dignidad, viene aguantando y camuflando una realidad calamitosa que es claro, ya está aquí y nadie la va a poder camuflar. Aquella mi gran abuela, simplemente nos decía… "niño cuando andes por la vida, no des los pasos muy largos, que se te puede rajar la entrepierna"… "el último billete nunca se debe gastar, hay que guardarlo para cuando verdaderamente sea necesario recurrir a ese último billete"… "no te metas en berenjenales de los que no sepas vas a poder salir"… "ve despacio pero seguro… llegarás antes y mucho mejor"; etc., etc., etc.
Aquella mujer (enorme y gran mujer: sabia matriarca) sabía de la vida, mucho más que todos los estudiosos académicos que con teorías "en conserva", han liado a las masas, las han obligado a endeudarse hasta lo imposible, presentándoles unos horizontes felices… y ha llegado la cruda y dura realidad, de que… "se ha roto el cántaro de la lechera".
Pues en economía todo está dicho y redicho; y lo dice cada día la propia Naturaleza, que avarienta, calculadora y magnífica administradora; siempre obtiene el máximo con el mínimo de "inversión". Al propio tiempo y con las "cátedras" del hormiguero y del panal de la abeja, nos ha enseñado cual es el sistema mejor para que la mejor de las economías, dure mientras la vida la sostenga.
Leo lo que dice alguno de estos eruditos, que tan pancho afirma que… "estamos pagando la filosofía del yuppie ganador de los noventa". No en absoluto, estamos pagando (el que lo pague puesto que por lógica muchos no nos metimos en esos berenjenales que decía mi abuela) la loca ansia de consumir sin control, de aspirar a lujos y bienestares muy lejanos al alcance de una mayoría; y es claro, como las cosas "montadas en el aire o los castillos de naipes", tan pronto ha fallado el sistema (puesto que es el propio sistema el que ha fallado y es por lo que "algunos banqueros o similares, pueden estar ahora mismo a punto del suicidio") todo se ha venido abajo. Y aunque lo están sosteniendo, pero ya veremos lo que ocurre en no más de dos o tres años, que son los próximos… puesto que las grietas actuales, no son otra cosa que los preludios de las riadas que van a venir tras todo ello. Muchos años ha, que vengo diciendo y escribiendo que… "nos han llevado muy deprisa hacia ninguna parte"… y por lo visto ya hemos llegado a ese cruel destino.
Lo lamentable es que muchos negocios bastante sólidos, van a peligrar igualmente, puesto que si se rompe la cadena de los pagos… ocurrirá la gran catástrofe, cual es… "no me pagan yo no pago"… así pues, a guardar billetes, reducir consumos y aguantar todo lo que podamos, puesto que estaremos más solos que la una, ante un peligro que tristemente es global… "maldita globalización, para mi culpable de todo ello, puesto que lo que se ha globalizado ha sido un capitalismo brutal o salvaje, que como la langosta ha ido secando todo lo que ha contaminado".
Los responsables de todo y qué duda cabe, son los políticos; que no han sabido controlar esas fuerzas negativas; pero y como es habitual; ellos no van a responder de nada; seguirán viviendo y cobrando de los fondos públicos (cobrando puntualmente y los primeros de todos) y los que vengan detrás que arreen… ya nos buscarán culpables, puesto que de lo que no hay la menor duda, es de que ellos no se van a auto inculpar nunca… pero no olvidemos que el éxito o fracaso de una política, es siempre por culpa de los políticos… el pueblo no pintamos nada, ni nunca ha pintado nada un pueblo, salvo para ser manejado.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más)
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