En aquel "andén" y el testimonio
Aun cuando nadie que no sabe la fecha de mi nacimiento, "me echa diez o doce años menos", y mi estado físico "es envidiable" para mi edad; mi cerebro funciona mejor que nunca, e incluso hace muchos años, "una adivinadora", me predijo una muy larga vida; pero he de decir, que ya pasé por tres infartos, de los que salí "como si nada", e incluso "estuve muerto y solo en mi domicilio casi dos horas", puesto que sin saber por qué (y los médicos tampoco me lo pudieron aclarar) me caí, sin tropezar con nada, quedé inerte en el suelo, aun golpeándome el cráneo al caer; y me despertó mi asistenta que venía a "darme la cena"; puesto que de no hacerlo ni sé el tiempo que hubiese estado así; pero curiosamente, "allí donde estuviese", estuve muy bien, no vi nada, "ni de luz ni de aparecidos, sólo tinieblas", pero lo recuerdo perfectamente y la verdad, incluso recuerdo haber estado "muy a gusto"; y sin deseos de volver atrás; simplemente me levanté con la ayuda de aquella mujer y un nieto que acudió por casualidad; y asustados más que yo, llamaron al servicio de urgencias, me llevaron al hospital, me llenaron de cables y reconocimientos… "y ni me dieron de cenar"; yo tranquilo y tras dos o tres días de "trasteos médicos", reitero que no me pudieron decir qué es lo que me había pasado; por lo que pedí, que "me quitaran los cables" y me dejaran volver a mi casa; cosa que hicieron afortunadamente, puesto que cuando entras en un hospital, dejas de ser libre y pasas al poder, de "la medicina y sus aparatos y la verdad, como en la casa de uno, que dijera aquel anciano cura, al que animaba su joven confesor, que lo consolaba diciéndole que iría derechito a la gloria".
Hecho este, "puede que largo preámbulo"; debo decir que desde antes de esos episodios, yo; imaginativamente; ya estaba sentado, en un imaginario andén ferroviario, en uno de sus bancos y en espera, "de ese tren que a todos nos llega para llevarnos al más allá"; puesto que desde muy lejana edad, ya supe que, "somos como una vela o cirio", que algo enciende al respirar el primer oxígeno de este planeta; y que el mismo arde o ilumina, por un tiempo indefinido, hasta que ese alguien, sopla al cirio, se apaga la llama y… "te llamabas y dejas de tener hasta nombre"; por todo ello ni me ha dado miedo el "virus chino", por lo que ni me he vacunado; eso sí, he tomado las precauciones lógicas de no acudir, a sitios muy ocupados por muchos semejantes y cuidar como siempre he hecho, de mi higiene desde que a ello me enseñaron desde niño; y ha sido suficiente, pues por cuanto parece ser, "aún tengo cuerda para rato".
Y aclaro que el no vacunarme no ha sido por otra cosa, que lo que me ocurrió la última vez que me vacunaron de "la gripe anual"; que no sé lo que me metieron en el cuerpo, pero que la reacción me lo hizo pasar tan mal, que yo imaginé que aquello era la antesala de la muerte. Desde entonces me dije, "no me vacuno más y así lo he hecho"; y puedo decir que llevo cinco o seis años, que ni me he resfriado; así es que creo que "menos miedos" y más analizar la realidad de lo que nos han querido meter, "el terror en el cuerpo", cuyos motivos ya he comentado en mis artículos y que hoy no repito; simplemente me queda la curiosidad, de los enormes capitales que han circulado gracias al "virus chino"; y cuántos se han hecho ricos o muy ricos con ese negocio inmenso, amén del nuevo poder que han descubierto los indeseables políticos, que han hecho una nueva arma de dominio, con "el terror político", que han implantado y que las masas en general han aceptado sin reflexión alguna; puesto que como ya digo o insinúo; "nadie se muere hasta que no le llega la hora en que le apagan el cirio"; todo lo demás es discutible, y a la vista está y las cifras cantan… ¿cuántos han muerto por el virus chino y cuántos se han contagiado o contagian del mismo? Son cantidades insignificantes en relación a la población. En España y lo decía días atrás, la propia "TV oficial en uno de sus informativos-desinformativos; y creo que por olvido del mucho miedo que ya tienen difundido"… "el cáncer en España mató más personas el pasado año, que el tan temido y "terrorificado virus chino"; por tanto, sopesemos y aumentemos los otros muertos, que en España suelen llegar al casi medio millón cada año, y las enfermedades más o menos mortales que, "vuelan sobre nuestros cirios" en todo momento y que el cáncer, es una más; pensemos en el alcohol, el tabaco, la heroína, cocaína, la diabetes, las coronarias, la gripe anual ("de la que nadie habla hoy todas las muertes se las achacan al virus chino" y lo que ya da a la risa") y pensemos igualmente, a los muchos suicidados, por la ruina material que les ha producido en sus negocios y vida, los efectos destructores, del virus chino; y de lo que tampoco sabemos nada, puesto que de esas "cosas raras", los que gobiernan, que seguro lo saben, no nos dirán nunca nada para seguir engañando a las masas como siempre.
Y aunque pensaba contarles más cosas de mi muy larga e independiente, así como rebelde vida; puesto que aun partiendo del mínimo de "los ceros" de aquellas, criaturas que como "siervos de la gleba"; yo desciendo; supe "chuparme mis muchos miedos" (que como cualquier otro mono humano yo padecí y aún me queda alguno) pero nunca "firmé nómina", ni me colgué, "de chaqueta alguna" y menos me adherí a ningún tinglado político, religioso o de presión alguna, para vivir "a costa de"; como escribiera en un poema, que está en mi Web… "mi hambre fue y es mía y en ella mando yo"; por tanto y terminando en una de las mejores salidas que da la filosofía humana… ¡Comamos y bebamos que mañana moriremos! Pero eso sí, haciéndolo con sabiduría, para que todo ello sea un disfrute sano, "no vaya a que los excesos sean los que nos apaguen la vela o cirio que ya explico hoy"; así es que larga vida y saquémosle a ella todo lo que humanamente "se deje", sin perjudicar a nadie por esos disfrutes, que también nos hacen muy agradable esa no tan dulce vida, que es la que hay en este pequeño planeta, denominado Tierra; siempre dominado por las peores de las plagas, que resumo en pocas palabras, "Poder, dominio, dinero acumulado en exceso, por esos pobres diablos, que se creen grandes y que hay que considerar ridículamente pequeños y más dignos de lástima que de otra cosa"; caso del "trío", que ahora lucen y esgrimen sus poderes, moviendo nuevos terrores, por una posible guerra general, que no dudemos no la provocarán, por el miedo a perder, sus sucios pellejos puesto que ya una tercera guerra mundial, no es posible por sus consecuencias… ¿Los nombres de los interfectos? Nos los dan todos los días, en "los informativos desinformativos": Amén.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (Aquí mucho más)
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