Aquel viaje por Hungría y la decadencia sigue hoy
Fracasó el comunismo, pero el capitalismo, igualmente; siguió el mismo derrotero; y es que, "los apetitos de los dirigentes de ambos sistemas", son los mismos y por tanto, el tan cacareado progreso, hoy lo es sólo para "los parásitos políticos y sus socios, que no son otros que los que controlan el capital mundial"; esa maldita pinza controla cada vez más y más deshumanamente, a las masas de nuevos "súbditos" o ya semi nuevos esclavos, que somos las masas de los actuales "monos humanos"; que "gracias a las altísimas tecnologías con que hoy cuenta el poder", nos dominan como de siempre ha dominado el poder, que si hoy no emplea "el torno de tortura, o el depurador asesinato del que destaca como rebelde", es porque no lo necesita; si bien en Rusia, China, algunos poderosos y petroleros musulmanes y otros orientales, no renuncian a antiguos sistemas; y los emplean con toda impunidad. O sea, que en realidad, lo que gobierna es lo de siempre; "la panza y el bolsillo y los apetitos más groseros, de ese bicho al que se clasificó como ser humano"; pero que sigue igual de bruto, puesto que no ha evolucionado nada en absoluto.
En 1979 y en mi segundo viaje a Alemania (" entonces eran dos") estuve una semana en Berlín; visitando los dos sectores (comunista y capitalista) y pude apreciar los dos "excesos", el uno por faltas y el otro por sobras; lo anunciaba las decadencias posteriores; la comunista por agotamiento, luego se ha transformado en otro capitalismo aún peor que el occidental; y el occidental que pese a "su brillo berlinés de entonces"; como "bengala insostenible", terminaría por entrar en una decadencia en la que se mantiene, pero que si no evoluciona, "se consumirá en sus propios brillos cegadores"; donde la realidad que muestra, es una mentira más y que no puede subsistir.
1997: viaje por centro Europa (Hungría, Chequia, Eslovaquia, Austria) donde lo que antes digo, ya se había transformado, y los antes comunistas, estaban ya en pleno disfrute del destructivo consumismo, que es "el cáncer que no saben cómo curar en el planeta, pese a que es el que está destruyendo todo nuestro hogar planetario".
"Al pueblo y como bien nos va a decir una guía en el país a donde nos dirigimos (Hungría)... "Sólo le importa el que el pan y la leche no suban de precio"... Magnífica sintetización de lo que es en sí un simple "rebaño humano", el que por numeroso que sea... "unos cuantos pastores y alguna que otra jauría de perros de presa (que no pastores que no muerden a las ovejas) llevan hacia donde quieren... muchas veces hacia precipicios de donde les va a costar mucho tiempo el salir de ellos"... pues -esa es otra-... los pueblos no mueren y siempre sobreviven a sus inútiles políticos que normalmente siempre los malgobiernan, en base a eso que dicen de que... "la política es el arte de gobernar dentro de lo posible"... y lo que no deja de ser una gran mentira, que lo seguirá siendo hasta que a la política acudan en mayoría -si los dejan- hombres y mujeres dignos y con ganas de trabajar -de verdad- por el buen pueblo, "eliminando los muchos parásitos que siempre le están chupando la sangre"...?. El individuo de la masa, sólo quiere lo que sintetizó aquel día aquella guía húngara; o sea y ampliando; "que cuente con un trabajo digno, que le permita mantener dignamente a su prole, desde la cuna a la universidad y llegar a la vejez con una pensión digna, para que pueda vivir dignamente el resto de su vida"; metas factibles de aplicar, si los que gobiernan, dejan, "sus latrocinios y ambiciones privadas y se deciden a administrar bien los bienes públicos, que son más que suficientes". Cosa que no ocurre hoy por la enorme pandemia, que ya es, la indigna clase política, que como parásitos en general, acaban con todo, hasta con la ilusión de vivir (cada vez hay más suicidios) del que hastiado de ser víctima y además indefensa, emprende este trágico "fin de vida". Trascribo otro de los diálogos de aquellos días en Hungría): "Edy continúa explicándonos cosas, mientras el autobús sigue rodando por Budapest y dice que: "los húngaros estaban ya hartos de comunismo y que en Hungría, "los cambios ya empezaron al principio de los años ochenta", pero que en "su transición política", los que la hicieron, no pudieron reorganizar bien al país, debido a la enorme deuda pública acumulada en la época comunista y al tener necesariamente que tomar medidas drásticas y que afectaron grandemente a la población... "el pan y la leche que es lo que importa al pueblo" (fueron sus palabras) subieron mucho de precio y por ello, al llegar las siguientes elecciones generales, han vuelto a votar a los comunistas (hoy disfrazados con "otro nombre") los que como es lógico y era de esperar... "no han podido bajar el precio del pan y la leche", por lo que ahora los húngaros no saben ya a quién votar, puesto que (continua diciendo) los políticos producen escándalos, robos y demás líos y malversaciones con toda impunidad, sin que a ninguno procesen o metan en la cárcel y por ello, el gobierno actual sigue practicando el robo como "su principal cometido"; los húngaros estamos hartos de pagar impuestos, ya que sólo nos queda, "el pagar impuestos por el humo que sale de nuestras chimeneas"...? Deja de hablar y en el aire queda la interrogante para quienes la hemos escuchado con gran atención".
Yo sonrío y me acuerdo de lo que está ocurriendo ahora en España y pareciera que la guía me habla de cosas de mi propio país; la España del 1997; y que luego ha ido aumentando hasta cotas ya "asquerosas", de corrupciones infinitas; y a las que nadie responde y temerariamente se "las tapan los unos a los otros".
Y así hemos llegado a padecer un gobierno como el actual donde "un enjambre de ministros/ministras, disponen de dinero sin control alguno y con el que mantienen ejércitos de servidores y crean "covachuelas" para aumentar un administración que no administra y que consume todo el dinero público, amén del que se obtiene con un sistema de deuda pública que nos aboca a una bancarrota, que antes o después llegará. Y la oposición política, o se vende, o se autodestruye como ahora ocurre en los tan orgullosos en su imbecilidad "pepera"; mientras tenemos que esperar, a unas elecciones ya imprescindibles y necesarias, "a ver que nos traen de buena lluvia, para apagar la sed de esta siempre esteparia España", que siendo bastante rica, sigue siendo un desastre.
Antonio García Fuentes
(Escritor y Filósofo)
www.jaen-ciudad.es (Aquí mucho más)
No hay comentarios:
Publicar un comentario