UNA PERVERSIDAD DEMOSTRABLE:
Muchos años ha, que deducí ello y que tras tanto tiempo y los hechos que han venido sucediendo, me afirman en esa triste deducción; puesto que la delincuencia aumentó a grados descomunales y el trabajo que produce lo ha hecho igual: veamos.
Recuerdo que eran los años ochenta o finales de los setenta del siglo pasado; a la sazón, yo era, primero secretario general y luego presidente, de una asociación empresarial que inicié yo mismo, para aglutinar a los empresarios de la hostelería de mi provincia. Como en infinidad de estos establecimientos, fueron colocadas máquinas tragaperras, primero de juegos y luego de juego de dinero empezaron a proliferar los ladrones; que visto que en el sistema democrático español; trabajaban (y luego lo han mejorado mucho) "a sus anchas"; forzaban las puertas de los establecimientos y robaban las máquinas tragaperras, lo que quedara en las cajas registradoras; y de paso se llevaban lo que les apetecía raramente se detenía a nadie y menos a los que se lograba detener se les imponían castigos ejemplarizantes; por lo que aquello llegó a un grado clamoroso y que no tenía control; pues no era sólo lo que robaban, sino los destrozos que ocasionaban, que eran infinitamente mucho más costosos; ya que aparte de las reparaciones y sustituciones de maquinaria (reventaban las cajas y registradoras); había que instalar, cierres, blindajes luego cámaras de video, etc. y nada servía ni aún hoy sigue sirviendo, puesto que ya los atracos se hacen a pleno sol, en el centro de las ciudades y a cara de perro la policía cuando llega si es que llega, lo hace tarde y los jueces y las leyes "mejor no meneallo" pues la delincuencia se cisca en ello.
Ante el clamor; puesto que éramos el sector más castigado; el Ministerio de Gobernación (hoy Interior); quiso dar alguna respuesta y nos propuso reuniones periódicas con los comisarios de policía; las que se celebraban; y la parte policial daba consejos nosotros quejas e impotencias y así "vengan días y vengan ollas".
Un día y agotados todos mis argumentos, le dije claramente al comisario que acudía a aquella reunión y fue oído por el centenar de personas que allí estábamos: "Señor comisario; yo creo que esto no se acaba, por cuanto la delincuencia, produce una enormidad de hechos que revierten en la creación de puestos de trabajo y muchas más cosas que se derivan de ello, que de no existir no tendrían lugar" Aquel hombre y ante tal argumento, no pudo responder ni pío me miró de forma extraña, derivó la charla hacia los derroteros de rutina y allí languidecieron aquellas reuniones, que terminaron por ser suprimidas mientras la delincuencia seguía aumentando. Debo decir que a mi me han asaltado la vivienda y se han llevado lo que han querido; igual lo han hecho en otra que tengo en la playa, si bien no pudieron abrir y se solucionó cambiando la puerta; en un pequeño chalé que poseo, han entrado dos veces y una de ellas por los tejados, destrozando el tejado que hubo de repararse, etc. etc. O sea que soy uno más y que sin tener bar o cafetería; he sufrido iguales latrocinios que millones de españoles mis denuncias y los autores; aún están por resolverse; por tanto fueron archivadas en su momento; como millones y millones de otras iguales o similares, en toda España.
Pero pensemos lo que toda esa plaga, crea de puestos de trabajo y de ingentes (incalculables) sumas de dinero a gastar innecesariamente
piense desde el seguro para robos, o daños; piense en los sistemas de blindajes y seguridades; albañiles, carpinteros, herreros, electricistas, pintores, etc.; vigilantes de seguridad, que con o sin pistola al cinto, ya se dice que hay alrededor de cien mil en España (más que miembros tiene el Ejército o
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más)
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