EL ARTE Y LOS EMBAUCADORES O MODERNISTAS
En un reciente artículo sobre mi visita al renovado Museo del Prado; inserté una cita de Cerbantes (firmaba con b), en la que afirma "El buen artista imita a la naturaleza el malo la vomita". Ello me ha reportado substanciosos debates y sobre ello escribo y mantengo mi criterio.
Pienso sinceramente que mucho de eso que se dice arte moderno o contemporáneo; es simplemente "el grito de impotencia", de quienes no sabiendo realizar obras de arte para todos los tiempos (Gaudí por ejemplo, es moderno y sus obras serán para todos los tiempos; por tanto yo entiendo que lo clásico no necesariamente debe ser lo antiguo solamente) realizan esas barbaridades, que los tontos, idiotas, o también los que consiguen crear "una corriente de comercio"; aprovechan para valorizar y revalorizar, obras que no valen para nada, ni que comunican nada a nadie que con la suficiente sensibilidad e inteligencia siente rechazo natural o sea que su rechazo no es premeditado es; ¿cómo diría yo?... como si incluso fuese peligroso "arrimarse a tales engendros".
Como he podido comprobar en esos debates, no estoy sólo ni mucho menos, hay multitud que no colgarían un cuadro, pondrían figura o cualquier otra chuminada "moderna", por nada del mundo, en su hogar o despacho de trabajo ahora bien, si a mí; alguien me regalara algo que por tener una firma cotizada, fuese vendible o convertible en moneda actual es claro que lo aceptaría, pero para venderlo de inmediato al tonto que lo pagara lo más alto posible; y con su importe, yo compraría arte verdadero arte de todos los tiempos y que recrea y reconforta el alma.
Pero conozcamos, algo que no es muy conocido y que los enormes intereses que giran hoy sobre la simple firma del artista (que lo fue) se preocupan que no se sepa.
PICASSO: Lo reconoce en unas declaraciones este artista, que amparado en "las nuevas chuminadas", hizo una fabulosa fortuna, que no consiguió con su arte clásico; que también lo practicó. En carta a Giovanni Papini, se confiesa de esta forma "A fuerza de divertirme (está hablando de su época cubista) con todos estos juegos, con todas estas paparruchas, con todos estos rompecabezas, jeroglíficos y arabescos, me he hecho célebre y muy rápidamente. Y la celebridad significa para un pintor; venta y ganancias, fortuna y riquezas. Y hoy como usted sabe, soy célebre, soy rico. Pero cuando estoy a solas conmigo mismo no tengo el valor de considerarme como artista en el sentido grande y antigua de la palabra. Grandes pintores fueron Giotto, Ticiano, Rembrandt y Goya; yo soy solamente un entretenedor público que se ha aprovechado lo mejor que ha podido de la imbecilidad, la vanidad y la avidez de sus contemporáneos. La mía es una amarga confesión, más dolorosa de lo que se pueda parecer, pero tiene el mérito de ser sincera".
En realidad no es nada nuevo y al escribir, me estoy acordando de aquel idiota rey y de su astuto sastre; que le hizo "vestir" un traje invisible; contentando la necedad de aquella inútil testa coronada, a la que sacaría con ello, bastante oro y le hizo pasear desnudo ante sus propios cortesanos y pueblo; los que por no enojar al monarca, aceptaron el engaño y halagaron al idiota rey hasta que un niño, dio el grito, proclamando la cruda verdad ¡¡Está desnudo!!
Esa es la desnudez de las infinitas idioteces que se muestran como arte que indudablemente lo es pero para cazar y deslumbrar a incautos y pobres diablos.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más temas)
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