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El mundo está gobernado por la mentira

 

                                Mi titular es una lapidaria frase que consta en el libro, "El conocimiento inútil" de François Revel, destacado intelectual francés del pasado siglo y el que conviene no olvidar y leer su obra. Y lo he querido recordar hoy, puesto que si bien mi artículo irá dedicado a España, pero en cualquier país lo que sigue gobernando es la mentira, puesto que "la verdad hace daño"; y todo el que gobierna la oculta cuanto puede… "de grado o por la fuerza de que dispone a su antojo".

                                Cuando esto escribo el presidente español Sr. Rajoy, "anda por los desacreditadísimos foros de ese monstruo denominado ONU y que no sirve para otra cosa que para tapadera de los grandes y que con el veto lo dominan"; y allí, tras reclamar una vez más que la colonia de Gibraltar vuelva a España (mientras los ingleses se ríen en sus barbas); da el discurso que viene repitiendo, de que España ya empieza a salir de la depresión (que no crisis) en la que todos los políticos que han tocado poder en los últimos siete lustros, nos han metido; cosa que ni el mentado va a reconocer su parte alícuota y menos aún los devastadores "dicen que socialistas", de los que incluso el devastador Zapatero, se va a la República Dominicana a dar conferencias de economía, cosa esta que es como para mondarse de risa.

                                Todo ello no son otra cosa que mentiras y por cuanto la realidad es otra muy diferente; y no hay que consultar a ningún economista "de libros y carrera"; simplemente hablando con la gente que te rodea y preguntándoles como les va la vida, sacas las conclusiones contundentes de que todo sigue igual o peor; y que no se ven ni remotos indicios de que ello pueda cambiar en mucho tiempo. Y ello es de simple comprensión con la frase siguiente… "Lo que se ha destruido, el tiempo de la reconstrucción será mucho más largo que el de la destrucción… milagros no existen ni existieron nunca".

                                En menor escala pero de similar forma, ocurre en todo el mundo, dicen que desarrollado; y a la vista están los múltiples viajes y reuniones internacionales, de quienes al final lo que sacamos en conclusión, es; que ni saben donde están y mucho menos el cómo recuperar lo que perdieron las masas; y digo las masas, por cuanto cada vez aumentan más, los ricos-ricos y de forma opuesta y mucho más abundante, los pobres-pobres. No se necesita ser muy listo para entender, que la enorme producción de todo tipo de bienes que con la maquinaria moderna se obtienen; sus beneficios sólo llegan a esos capitales inmensos, mientras en el otro extremo las multitudes mueren de hambre y otras necesidades vitales; todo ello demuestra que no hubo ni hay una redistribución más equitativa y que controle ambos extremos y en bien de toda la humanidad. Todo lo que digan en contra de esto último, no serán otra cosa que mentiras.

                                Pero volviendo a España, que es donde nací y vivo y por ello mismo debe ser mi primera preocupación, lean lo que escribe quién ni tiene pelos en la lengua y tiene unos conocimientos que le permiten, "destapar la plaga de mentiras que nos han colocado quienes dicen gobernarnos".

"En 1975, la renta per cápita española, después de una carrera de crecimiento económico sin paralelo en el mundo occidental, equivalía al 81,3% de la media de los nueve países europeos miembros de la entonces CEE, según Funcas. En 1959, era tan sólo el 55%, una cifra propia de un país subdesarrollado. Esta renta relativa a los países centrales de Europa sería la primera víctima del desastre político-económico de la Transición, que hundiría nuestro proceso de convergencia con la CEE hasta el 70,8% en 1985. Y en los 37 años transcurridos este nivel no se recuperaría jamás, ni siquiera con las cifras oficiales del PIB, que desde 2008 sobrevaloran la realidad en un 30% y situaron el nivel en el 73,3 % en 2012. Pero no se trata sólo de la convergencia con los países centrales. El resto de indicadores también fallaban. La industria, que representaba el 36% del PIB en 1975, fue desmantelada y hoy representa un 14%. Las rentas salariales, que suponían en aquel año un 62,8% del índice (de acuerdo con los datos de BBVA), se han desplomado al 44,2% -a fin de 2012-, la cifra más baja de toda Europa. El 10% más rico de la población, que poseía un 26% de la riqueza en 1975, posee hoy el 48% y, además, el 70% de la riqueza financiera. El paro era entonces del 2% -o del 6% si consideramos a los emigrantes como desempleados- y ahora se sitúa en el 27%. El hundimiento económico fue tal que, de un crecimiento real del 7,5% anual en el periodo 1959-1975, se pasó al 0,8% en el periodo 1976-1985. Y la inflación se disparó desde el 7 al 44% a mediados de 1977, mientras que la deuda externa se multiplicó por cuatro. En sólo dos años, los traidores de la Transición colocarían a España al borde del colapso primero y en un nivel de crecimiento inferior a su potencial, después".          Lo que antecede es sólo "el aperitivo"; el resto lo pueden leer en la dirección que les dejo… y después de ello que  nos vengan con discursos, el primer ministro Rajoy, todos sus subalternos, toda la oposición que tocó poder y dinero público y así hasta "el alcalde del municipio"; a los que sólo nos queda ya, el decirles… "el tururúúú español"; puesto que la impotencia y la indefensión en que nos tienen, no permite otra cosa. http://blogs.elconfidencial.com/economia/el-disparate-economico/2013-09-23/lo-que-espana-pudo-ser-y-la-traicion-impidio-i_31245

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

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