24.10.16

Artículo de AGF para publicar y difundir: Gracias

¡GUERRA A LA GUERRA… LO DEDICO A TODOS LOS CULPABLES!

 

            Lo escribí hace treinta y un años (1985) y hoy leyendo es mis archivos lo encuentro. Inmediatamente me vienen a la mente, tantos inocentes muertos y que siguen muriendo, cuando no heridos de infinitas formas y que se preguntarán "el eterno por qué"… ¡por qué siguen las masacres, por qué no pueden vivir en paz y en su tierra todos los que huyen y que en cantidad ya desconocida mueren en el viaje! Y sintiendo junto a la impotencia la indignación que todo bien nacido, supongo siente; le dedico lo que sigue a todos los responsables de todo ello y principalmente a los gobernantes de los países dominantes que son en verdad los mayores responsables de todo lo que ocurre en este maldito planeta en el que vine a nacer hace ya casi ochenta años y en plena guerra civil española. AGF 23 Oct. 2016  

¡ GUERRA A LA GUERRA !

 

¿Por qué no se acaba la guerra?

Aquel iluso preguntó...

Y nadie le contestó...

¡Pues quién acaba con la guerra!

 

¿Y si muriera quién la provoca?

-volvió a preguntar aquel loco-

dijéronle a él... pues

¿Quién quita la horca al que ahorca?

 

Sí... reconoció el preguntante.

Antes... –al menos- iba delante.

El primer general o comandante.

El que arma en mano y arrogante.

 

Virilidad, ideal o ambición:

 era la fe y el ardor,

para conseguir el valor,

 de cuantos marchaban en la acción.

 

Al menos aquel guerrero que mandaba,

 podía morir si no mataba,

arriesgaba su propia vida,

y a sus hombres con ello estimulaba.

 

Hoy, ni ese cruel consuelo,

 queda al que no entiende,

 pues ni aprende ni comprende,

al guerrero, a tirano o tiranuelo.

 

Pero aún menos "a la sabandija",

 que declara, instiga o lanza con ferocidad,

 en la más inicua impunidad,

quedando él salvo de todo, excepto de su maldad.

 

Lejos de él, arden los cadáveres,

 mueren allí lejos, los hombres;

 masacrados como zorros o liebres;

sin saber por qué matan o mueren.

 

Atrás quedan los brindis;

 los negocios manchados en sangre;

 los traidores y mercaderes;

 los buitres en sus cantiles.

 

Y no acaba la guerra,

 por cuanto el oro lo impide,

 y muere siempre "el de siempre";

 y vive de su sangre quién lo engaña.

 

Prospera el que miente o mata,

 pues siempre se da maña,

 para comprar otras alimañas,

 y devora así, con saña...

 

A quién grita..

 ¡Guerra a la guerra!,

 lucha inútil y maldita,

siempre presente en la Tierra.

 

Jaén: Diciembre 1985

(Publicado en mi libro, "Pensando en... Andalucía")

 

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y http://blogs.periodistadigital.com/nomentiras.php

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