En un mundo inseguro y que ya da asco
Mientras nos están incitando a que empleemos "el internet" hasta para comprar el pan de cada día o el también diario papel higiénico, garantizándonos unos servicios "supersónicos por lo rápidos"; leo en prensa algo tan sorprendente e insólito que me hace desconfiar cada día más en este invento, que cada vez "nos envuelve más y que ya sabe de muchos de nosotros hasta el número del zapato que calzamos". La noticia afirma lo que sigue. "Hackean cajeros de Europa y logran que lancen dinero sin control" (ABC 23-11-2016); o sea que esos "lumbreras" que anónimamente ya juegan como quieren "con el gran invento", manipulando en el mismo han logrado (en cierta cantidad de países entre los que se cuentan España) que gran cantidad de "cajeros automáticos", "disparen todo el dinero que contenían como los proyectiles los dispara una ametralladora"; con el consiguiente regocijo de los sorprendidos viandantes, que inesperadamente han visto caer al suelo "una nube de billetes de banco de los que es fácil suponer han cogido todos y los han guardado cuidadosamente en el propio bolsillo, puesto que dudo que alguien de los afortunados pensara en ir a devolverlos al propietario del cajero". Este hecho y muchos más que se han ido publicando, nos da una idea de la inseguridad del maravilloso invento (que lo es) por lo que hay que andarse con cuidado del uso que hacemos de él.
Por mi parte, apenas he comprado algo en la red y nada en lo que hubiese que dar los datos de mi cuenta bancaria; sencillamente no me fío nada, por cuanto también es sabido que te vacían la cuenta con una facilidad asombrosa.
Tampoco uso tarjetas de crédito para nada, sigo el viejo y eficaz servicio de emplear el dinero contante y sonante; pienso por otra parte el que tanto automatismo ya es pernicioso por los puestos de trabajo que ha eliminado y que sigue eliminando; pero esto es lo que "interesa", pero me pregunto… ¿a quién o quiénes? Los bancos desde luego son los más beneficiados y los ha seguido el propio gobierno ya que nos han hecho empleados suyos y sin que nos paguen nada a cambio de los trabajos que nos obligan realizar y que antes nos lo hacían empleos que han desaparecido; o sea "todo un progreso para esa infinidad de pobres obreros que no van a encontrar nuevo trabajo por cuanto las máquinas y los nuevos esclavos lo harán por mandato estatal".
Creo que ha llegado el momento de analizar todo ello y luchar noblemente por eliminar todos los abusos de esa gran máquina que cada vez nos esclavizará más. Conviene pues que pensemos en estas cosas para defendernos de ellas y pensemos en los demás.
IMPUESTOS NUEVOS Y VIEJOS: Esta ya es otra plaga, para empobrecernos cada vez más, a aquellos que aún podemos pagarlos y sin el consuelo por lo arriba explicado, de que ello sirva para otra cosa que para aumentar los ejércitos de parásitos, que nos obligan a mantener los que ya sin escrúpulos ningunos, se han convertido en simples "sanguijuelas peores que las naturales, puesto que estas son insaciables", que las naturales sí lo son y dejan de chupar cuando han llenado sus estómagos que sí que tienen un tope y llenos estos, "se descuelgan" y siguen su ciclo establecido por la Naturaleza.
Recuerden que en alguno de mis artículos he escrito que terminarán por obligarnos a llevar una máscara, para controlar el oxígeno que respiramos y ponernos una tarifa de ese imprescindible consumo humano; bueno pues en Portugal ya están próximos a ello; puesto que tras arruinar el país sus inútiles gobernantes, han decidido poner "un impuesto sobre el exceso de sol que reciban las viviendas"; al menos eso es lo que se entiende al leer la noticia siguiente.
"Impuesto al sol" del Gobierno socialista – Portugal impone una tasa a los pisos más luminosos" (ABC 19-11-2016) "un recargo del 15% sobre los impuestos que hoy pagan". Imaginemos que el sol "ilumina" a la meridional Península Ibérica de forma notable, e imaginemos la indignación de los portugueses, que como los españoles, ya no sabemos lo que nos tendrán preparados nuestros indignos gobernantes.
Caminamos como hace más de dos siglo caminaron aquellos franceses, que empujados por sus propias mujeres y por la excesiva subida del pan suyo de cada día… "terminaron guillotinando a aquella chusma de rey, gobierno y gobernantes; alguna de sus cabezas, rodando por las calles de París; alguna usada como una pelota, "a patada limpia", y la que correspondía a uno de aquellos, que dijo las terribles palabras… ¡Que coman yerba! Y se quedó tan tranquilo, hasta que la cuchilla del doctor "Guillotin"[i] le cortó el pescuezo "con su limpísimo corte": Amén
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y http://blogs.periodistadigital.com/nomentiras.php
[i] Dr. Joseph-Ignace Guillotin (28 de mayo de 1738 - 26 de marzo de 1814) fue un médico y diputado francés. Su nombre se asocia a la invención de la guillotina, dispositivo mecánico para ejecutar a condenados a muerte. Realmente, el Dr. Guillotin no fue el inventor de dicho dispositivo, pero sí propuso su utilización en Francia. El uso del epónimo para nombrar a la guillotina se hizo habitual. Algunos familiares llegaron a solicitar al gobierno que dejaran de usar su nombre para describir a la máquina, pero su esfuerzo fue en vano y tuvieron que cambiarse el apellido.
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