5.12.18

Artículo de AGF para publicar y difundir: Gracias

EL ORO Y EL INVERSOR EN LA ANTIGUA BABILONIA

    El texto me llegó en un correo electrónico el uno de diciembre del 2018; el mismo demuestra que "los modernos estafadores" no inventaron nada nuevo, ni tampoco los inversores denominados modernos; todo y en realidad se basa en el también muy viejo dicho (o dichos) que aseveran lo que sigue… "No tengas nunca prisa, piensa, trabaja y luego camina… Vísteme despacio que tengo prisa… Nadie da duros a peseta (el duro español se compone de cinco pesetas)… para emprender un largo camino, siempre hay que iniciarlo con un primer paso". ¿Y cuántos más se pueden referir del simple pero profundo acervo popular?

EL TEXTO QUE ARRIBA REFIERO ES EL SIGUIENTE:

"El hombre más rico de Babilonia" es un clásico moderno en materia de ahorro y planificación financiera. Describe las claves para adquirir, mantener y reproducir el dinero, en un lenguaje sencillo, informativo y motivador.

Su autor, George Clason, emplea parábolas e historias babilónicas que muestran como esta antigua civilización logro acumular riquezas y un desarrollo económico sin comparación para su época.

Las cinco leyes del oro
Las leyes de oro son los secretos del éxito, que en el libro separan a los constructores de riqueza del resto de las personas.

Y son:

1. El oro llega en grandes cantidades a aquellos que ahorran al menos un décimo de sus ingresos, para crear un estado para su bienestar futuro.

2. El oro trabaja a favor de las personas que seleccionan apropiadamente una forma rentable de utilizarlo.

3. El oro se apega al inversionista cauteloso, que busca la asesoría de personas con experiencia.

4. El oro se escapa de las personas que invierten en negocios desconocidos para ellos, o que no son recomendados por los expertos en el área.

5. El oro huye de las manos de personas que lo fuerzan a generar ganancias imposibles, que siguen los consejos de tramposos o que confían en sí mismos aun cuando no tienen experiencia.

************************

         Y como final, un consejo que alguna vez, ya hace mucho tiempo "naciera en mi propio caletre"… "El oro (hoy el dinero) es simplemente un medio, nunca un fin; puesto que el dinero como medio es el camino para conseguir bienestar propio y ajeno; como fin, es la maldición que padecemos hoy en día; o sea esa enfermedad que padecen muchos de acumular dinero en cantidades fabulosas y lo que los convierte en simples y pobres diablos, que terminan su vida, SIENDO ESCLAVOS DE SU PROPIO DINERO; lo que también produjo esa reflexión de autor anónimo y que asevera lo siguiente… "ERA TAN POBRE TAN POBRE QUE… SÓLO TENÍA DINERO": Amén.

 

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

www.jaen-ciudad.es (Aquí mucho más)


Libre de virus. www.avast.com

No hay comentarios: