22.4.22

Artículo de AGF para publicar y difundir: Gracias

Los gorriones desaparecen de las ciudades

            El primer sabio que manifestó sentimientos ecológicos fue Pitágoras, con su recomendación de… "que el campo entre en vuestras ciudades"; es claro que hay que entenderlo, en la forma natural, que debían imitar a la naturaleza, con los jardines, arbolado y los animales, pájaros sobre todo y ardillas, que debían acompañarlos en las ciudades; esto ocurría quinientos años antes de que naciera Cristo. Es en definitiva, decir que, "el animal humano", es uno más de los seres vivos que necesitan estar en conexión, cuanto más mejor, con, LA MADRE NATURALEZA. Pero y aberrantemente, hoy, nos hacen vivir, más que en conexión con ella, "envueltos en cemento, ladrillo, metales y de más elementos que conforman las megalópolis actuales y donde al ser humano, le dejan, "agujeros mínimos para vivir"; habiéndose llegado a la aberración máxima que existe en Japón, con su, "hotel ataúd". Leo cuanto sigue:

                "Los gorriones son en los barrios como un vecino más. Es la especie más común en las ciudades y están desapareciendo. Hay 30 millones menos de gorriones que hace 10 años y eso es un indicador de que nuestra calidad de vida está empeorando. Tal y como explica Beatriz Sánchez, SEO de la ONG BirdLife, "lo que es malo para los gorriones puede ser malo también para nosotros". Por ejemplo, la contaminación y el ruido, malos para los gorriones y para los humanos. Se estima que 400.000 personas al año mueren a causa de la contaminación en la unión europea. Para mejorar nuestra vida y la de los gorriones, BirdLife lanza la campaña 'Aves de barrio'. Pretende concienciar a la sociedad y a los políticos de la importancia de conservar la biodiversidad urbana".

            Como he viajado bastante, puedo decir que he visto gorriones, desde Berlín hasta el sur de Marruecos, en Agadir; y desde Londres a Túnez; amén de similares en ciudades de Méjico. Es más aquí en mi tierra (Andalucía) y dicho por un campesino, me aseguró… "cuando se abandona un cortijo o casa de campo, los gorriones abandonan el mismo y buscan otro lugar habitado por el hombre, puesto que de sus desechos vive". Pero hoy y debido a tanta asepsia higiénica, ya ni quedan, "esas migajas" en las ciudades modernas, para que con ellas se alimenten estos agradables pajarillos, que como tales, "dan vida" al hábitat del hombre. Y no, no se trata de alimentar a los indeseables parásitos animales que también nos invaden, tales como ratas, cucarachas y otros bichos que nadie desea tener como vecinos. Ni incluso a las palomas, que ya se consideran como, "las ratas del aire"; por lo que no digo de exterminarlas, pero sí, el controlar sus poblaciones, para o que una de las soluciones, son "los cetreros y la cetrería"; puesto que estos animales han proliferado tanto, por cuanto no tienen sus enemigos naturales, cuáles son las rapaces, que no las siguen a las ciudades puesto que además son escasas y cada vez más; por lo que "la cetrería", también serviría para criar rapaces y de paso crear puestos de trabajo, útiles en muchos lugares súper poblados.

            Pero bien podían sostenerse la suficiente cantidad de gorriones "y similares", con las simples miguitas del pan de los bocadillos, que los escolares portan para comerlos en "el recreo" de sus colegios, cuyos restos y depositados en lugares no al alcance de los otros parásitos, pudieran comerlos, gorriones y similares, así como las ardillas donde existan éstas; igualmente en los domicilios particulares y simplemente depositando esas migajas, en la terraza de la vivienda o los aleros de las ventanas, sería más que suficiente. Yo lo he hecho hasta en mis estancias en el hospital, y curiosamente, "esas migajas son detectadas y consumidas puesto que esos animalitos, en general pasa hambre, y al no encontrar alimentos, simplemente mueren".

            Practico ello, incluso llevando los restos del pan, para desmenuzárselo a estos pájaros, en la placita donde suelo tomar el aire o sol convenientes a mi organismo; y en mis viajes, no olvidaré lo que vi, en pleno centro de París, en un lugar muy concurrido por turistas, bohemios pintores y creyentes religiosos, cual es "La Basílica del Sagrado Corazón de Montmartre" y en un rinconcito de los pequeños jardines anexos a la misma; allí, sentados en un banco, dos muy viejos seres humanos (matrimonio me parecieron) se distraían, echándoles miguitas de pan, a los gorriones de aquel lugar (de ello ya hace muchos años) y la verdad, junto con mi esposa, pudimos apreciar, una estampa, tan humana, tan humana, viendo el rostro de los dos ancianos y el marco del jardín en aquel rincón, que yo no lo olvidaré jamás; como tampoco entendí la gran profusión de "pintores" que allí había, vendiendo sus cuadros; y que ninguno reparase en la estampa tan humana y serena, que representaban aquellos ancianos en tan bellísimo marco urbano pero natural de gran profundidad y del que se podía nutrir el arte, de cualquier artista sensible… "pero por cuanto vi la soledad del escenario, allí aquel día, sólo había pinta monas más pensando en vender sus lienzos, que en crear alguna obra digna de ser recogida para la posteridad"; nos detuvimos un rato viendo la escena y sonriendo proseguimos nuestra visita a tan famoso entorno "internacional". El hecho está recogido por mí, en uno de los muchos relatos escritos mientras he viajado por "el mundo". Ya sólo viajo con mi cerebro y me basta.

NOTAS: La Basílica del Sagrado Corazón de Montmartre es un templo expiatorio y santuario de adoración eucarística, situado en la colina de Montmartre, en Clignancourt, XVIII distrito de París. Su construcción fue decidida por la Asamblea Nacional en 1873, como un edificio religioso a perpetuidad en homenaje a la memoria de los numerosos ciudadanos franceses que habían perdido la vida durante la Guerra franco-prusiana, pero sus promotores fueron acusados desde sus inicios de levantarlo también para expiar los pecados de la Comuna de París.

La cetrería es, la actividad de cazar con aves rapaces entrenadas, especialmente con halconesazores y otras aves de presa para la captura de especies de volatería (aves) o de tierra. El humano captura y liga al ave de presa al propio hombre, por reflejos condicionados, y la entrena en la caza y en la fidelidad.

 

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

www.jaen-ciudad.es (Aquí mucho más)

No hay comentarios: