4.4.22

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Andalucía, su turismo y "mucho más"

 

                                Andalucía es posiblemente, "la tierra más cosmopolita de todo el mundo actual"; dotada de una historia "multimilenaria", aquí existe la ciudad más longeva de todo el Occidente (Cádiz, la antigua Gadir, con más de tres milenios de historia; y sigue siendo ciudad importante). Andalucía fue dotada por la Naturaleza de forma tan sorprendente, que sólo en una de sus provincias (Granada) existen "todos los climas de Europa, más la zona tropical o subtropical de las costas de Granada y Málaga, donde ya se cultivan infinidad de frutas tropicales, e incluso se ensaya la plantación del café". Su situación geográfica es de las más notables de todo el actual mundo; "puente con el continente africano, unión de los dos mares más importantes de la actualidad, (Océano Atlántico y Mar Mediterráneo) y disfrutando un clima privilegiado, que goza de una habitabilidad confortable todos los días del año. Una larguísima historia, de la que incluso hay datos en el reinado de Salomón y que consta en la propia Biblia; y resumiendo lo mucho que se puede aumentar… "Aquí se sabe vivir y dejar vivir al que aquí viene, lo que ya es algo destacable, en un mundo tan revuelto como el actual". Aquí a nadie se le excluye o aparta, por su color de piel, su religión o filosofía y su forma de vivir, siempre que no interfiera en el cosmopolitismo natural del habitante de Andalucía, cuyos habitantes –reitero- sabemos vivir y dejar vivir a los demás; aquí no hay conflictos notables y menos "guerras o guerrillas", que hoy infectan a grandes áreas del mundo; y es por lo que aquí, ya se da el destacable caso, que en varios municipios de las zonas más turísticas, los residentes y con derecho a voto, son ya más los extranjeros que los nativos andaluces; y "no pasa nada, ello se acepta con una naturalidad que asombra al estudioso y observador de la especie humana".

                                Aquí y desde los muy poderosos "jeques del petróleo", que tienen aquí sus residencias palaciegas, sus automóviles de gran lujo y yates de igual categoría; hasta el modesto europeo o norteamericano, de "clase media o acomodada simplemente"; igual se compraron su casa, chalé, o "cortijillo frente al mar o en el interior", y decidieron al jubilarse, quedarse aquí, para aquí esperar el postrer viaje que les lleve "al más allá"… y hace siglos, es aquí, donde el Islán se desarrolla al máximo de su civilización (Califato de Córdoba) y donde, "se les enseña a sus destacados poetas o intelectuales, a cantarle estrofas hasta el prohibido vino, que dan en una variedad asombrosa, las vides o parras andaluzas y desde hace muchos siglos"; y no olvidemos que aquel Califato, no lo destruyen los cristianos, sino, "hordas de mucho más brutos musulmanes, que allende el mar, las montañas y desiertos norteafricanos,  vinieron como primeros ayatolas a destruir las maravillas que ya habían realizado en aquella Córdoba de hace más de mil años, y cuya máxima obra, se llamó, Medina Azahara"; lo que indudablemente facilitó la labor, a los conquistadores del norte, que como señaló el último de sus capitanes, "nos comeremos grano a grano, hasta el último de Granada" (cito de Memoria a lo que dijera Fernando el Católico).

                                Todos esos milenios de sabiduría ancestral, dio lugar a una gastronomía asombrosa y que deleita a todo el que aquí viene, que si quiere comer y beber bien, simplemente allí donde se encuentre, pida "el yantar de los aborígenes", sean de la costa o del interior; comerá y beberán bien y quedará tan satisfecho, que puede que después, "ni le puedan molestar las moscas".

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