2.7.15

Artículo de AGF para publicar y difundir: Gracias

EL CHOCOLATE "DEL LORO" EN ESPAÑA

 

            Aun cuándo de la frase "el chocolate del loro", hay diferentes versiones; me quedo con la de un autor aún vivo y trabajando mucho y bien por el "idioma español" (que no castellano); el que en uno de sus libros afirma:

            "Dice don Pancracio Celdrán en su libro "Hablar con corrección", que el chocolate del loro se usa para designar aquella situación en la que tratan de equilibrar la economía doméstica prescindiendo únicamente de pequeños gastos, sin entrar en los grandes. Extendiendo este significado, tenemos que la expresión viene a decir que para arreglar un gran problema, a menudo económico, se atacan los aspectos nimios, con poca relevancia, y se dejan los importantes. También explica don Pancracio el origen del dicho. En el Madrid dieciochesco, un agasajo no era tal si no había una taza de chocolate como parte del mismo. El producto era caro y así, habitualmente los indianos, hacían alarde de sus riquezas. Alguno de estos indianos se había traído un loro de su época en América, que mostraban orgullosos en el salón de su casa. El loro, dentro de su lujosa jaula, tenía un recipiente con chocolate para que picoteara, a pesar del coste del manjar".

            Pero lo que ocurre en España, es que "hay miríadas de loros y otras tantas chocolatadas para justificar gastos, que no son otra cosa que absurdos dispendios que nos hacen pagar a los indefensos contribuyentes al erario público".

            Chocolate del loro, puede considerarse "uno de los muchos caprichos", que hubimos de pagar al dimitido/abdicado rey Juan Carlos I; cuando pidió y consintió que ya entrados de lleno en la crisis que nos asola, con dinero público, se le construyera un amplio pabellón de caza ("con climatización, cama y cuarto de baño") para que el sufrido monarca, tuviese cerca y a la vista, sus trofeos de caza mayor y "otros trofeos"; gastándose varios millones de euros, mientras ya había muchas colas de españoles, buscando la comida de caridad en las organizaciones particulares que los mantenían y siguen manteniéndolos; puesto que hoy son muchísimos más los hambrientos donde ya entran cantidades muy grandes de niños que o no comen o no cenan habitualmente.

            Chocolate del loro, puede igualmente considerarse, ese desfile anual de "los ejércitos españoles"; hoy el nombre se camufla con el de "fuerzas armadas"; puesto que lo que cuesta, comparado con los inmensos derroches en por ejemplo, coches oficiales que pagamos en España (en Madrid, he leído; que cada uno de los casi medio centenar de concejales tenían a su disposición uno con su correspondiente chofer, que debe haber muchos más, puesto que "un chofer no trabaja las 24 horas y necesita relevos").

            También es "chocolate de loro o cacatúa", el enorme y desconocido en su conjunto, presupuesto de "guardaespaldas" que estamos pagando, a quienes ya ni sabemos, hasta que por indiscreción aparecen los beneficiados en la prensa… mientras en la calle, hay tal abundancia de ladrones de todo tipo y condición… algunos de los cuales tan especializados, que te quitan el reloj de pulsera llevándolo puesto y ni te enteras hasta que te das cuenta que el mismo ha desaparecido.

            Chocolate del loro, cacatúa o papagayo; también es el siguiente, puesto que ya España no es un Imperio como para mantener estos boatos de hace siglos atrás: veamos.

            "Patrimonio Nacional se gasta 120.000 euros en la puesta a punto de una carroza real. (Vozpópuli 23-06-2015).

           Esta berlina de gala es una de las seis utilizadas para el ceremonial protocolario de la presentación de cartas credenciales por parte de los embajadores extranjeros. Es el acto más pomposo de la Casa del Rey dentro de la actividad ordinaria de Felipe VI. En la proclamación del Rey Felipe VI hace ahora un año no desfilaron carrozas para dar imagen de austeridad. Sin embargo, ello no quiere decir que hayan caído en desuso. Todo lo contrario. Son utilizadas a día de hoy para dar brillantez el acto más pomposo que celebra la Casa del Rey dentro de la actividad ordinaria del monarca: la ceremonia protocolaria de presentación de credenciales por parte de los embajadores extranjeros. Este ritual conserva sus mismas características formales desde el siglo XVIII. Patrimonio Nacional quiere mantener en perfecto estado estos carruajes y con tal propósito acaba de iniciar el proceso para la restauración de uno de ellos por un importe de 119.790 euros".

                        Uno "en sus cortas luces" imagina que con todos "los chocolates hipotéticos y que ningún loro ha comido jamás" y que se consumen en esta nueva "España de los milagros progresistas"; reunidos en un fondo común y nacional; igual se  podían solucionar infinidad de cosas y casos mucho más útiles y necesarios para infinidad de españoles, que las están pasando… "no putas sino muchísimo peor".

                        No digamos si "les diera" a una miríada de políticos que cobran sueldos inmerecidos y demás mamandurrias, por reducir los primeros a la mitad del importe y suprimidas las demás "arrearlas" (¿No aseguran que fueron a servir al pueblo?) lo que nos podríamos ahorrar, para remediar tanta y tanta miseria como cae ya encima de cada vez más españoles, que sin ilusión alguna para el presente y el futuro, simplemente superviven o vegetan.

 

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más)

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