4.7.16

Artículo de AGF para publicar y difundir: Gracias

Vender la piel antes de… "cazar al oso"

 

                                Aquí y ahora en España, los más importantes "cazadores de osos" han sido dos; Pedro Sánchez y Pablo Iglesias (que curiosamente llevan el nombre de los dos principales apóstoles cristianos y artífices ambos de la aún hoy potente Iglesia Cristiana Católica y Apostólica Romana). El primero de ellos hubiese dado "lo que le pidiesen" por sentar su culo en la Moncloa, puesto que siendo joven, sólo por ello ya y como "el despreciable Rodríguez Zapatero"; puesto que como él;  hubiese tenido paga principesca y servidores de por vida; lo que hubiese sido el no va más, para su ambición y al parecer la de su consorte que creo le sigue en ambiciones; y el segundo, por cuanto como muy hábil demagogo y "removedor de masas"; supo aglutinar bajo su mando, gran cantidad de descontentos y los que unidos a sus verdaderos seguidores (no muchos pero muy bien adiestrados) y habiendo sabido recibir ayudas "de diferentes planetas de los sistemas políticos más diversos" y convenciendo incluso a sus iguales o similares "comunistas españoles"; ha ido predicando y cantando a voz en grito y con toda convicción que… "podían y ganarían"; y la verdad, han tenido tal predicamento, que el miedo provocado ha logrado que "el tiro les salga por la culata" y el botín de las urnas, se lo ha llevado el que menos puso para ello, o sea lo ha recibido de bóbilis-bóbilis, el fracasado Mariano Rajoy, que así ha recibido el bálsamo milagroso de D. Quijote (el de Fierabrás[i]) y por ello hoy canta  contento lo que no reconocerá fue pura casualidad.

                                Por todo ello y unos días antes del día de "la caza del oso" (últimas elecciones generales el 26 de Junio) ocurre "algo natural" en los políticos cuando disponen con suficiente abundancia, del dinero público (que al decir de una ministra "de cultura" socialista, "no es de nadie" (Carmen Calvo Poyato) y se fueron de gran banquete para ir celebrando anticipadamente "el botín que esperaban ese día les cayera fácilmente y debido al gran trabajo empleado en tan descomunal trampa"; la prensa que lo detectó lo reflejó así:

                                "ESA FASCINACIÓN POR LOS CRUSTÁCEOS": Parte de la extrema izquierda ofrece una extraña fascinación por los crustáceos de alcurnia. A ciento y pico euros por cabeza les salió a Pablo Iglesias y otros ejemplares de "la nueva política" la cena de ecuador de campaña en un postinero restorán de Palma. Caldereta de langosta, carpaccio de gamba de Sóller… lo típico de cualquier menú obrero. Debe ser la lacra del heteropatriarcado, no se entiende, si no, esa obsesión marisquera" (Diario ABC 18 de Junio 2016 página 14). Amen y sin comentarios.

 

Antonio García Fuentes (Escritor y filósofo)

 

www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y http://blogs.periodistadigital.com/nomentiras.php



[i] El bálsamo de Fierabrás es una pócima maravillosa que forma parte de las leyendas del ciclo carolingio. "Aparece como tema en el cantar de gesta francés Fierabrás (el de feroces brazos) que se fecha hacia 1170. Según la leyenda épica, cuando el rey sarraceno Balán y su hijo el gigante Fierabrás conquistaron Roma, robaron en dos barriles los restos del bálsamo con que fue embalsamado el cuerpo de Jesucristo, que tenía el poder de curar las heridas a quien lo bebía. Vencido el gigante por Oliveros, y habiéndose hecho cristiano, lo devolvió a Roma al emperador Carlomagno. Se trata de una piadosa leyenda medieval que los contemporáneos de Cervantes conocerían por la traducción de una versión en prosa francesa del siglo XV, Hystoria del emperador Carlomagno y de los doze pares de Francia, e de la cruda batalla que huvo Oliveros con Fierabrás, (Sevilla, 1525, y reimpresa varias veces), c. 17 y 19. En esta versión dice Fierabrás que ganó los dos barriles del bálsamo por fuerza de armas en Jerusalén. Oliveros, mortalmente herido, bebe de él y sana por completo"2 Esa capacidad para sanar es la parte de la leyenda que don Quijote transmite a su escudero la primera vez que le informa sobre el bálsamo en el capítulo décimo.

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