29.12.21

Artículo de AGF para publicar y difundir: Gracias

"Los veinte, los treinta y los cuarenta"

 

                                No trato de decir nada nuevo, puesto que entiendo que "ya fue dicho todo y desde mucho tiempo atrás"; pero sí y a mis andares por este perro mundo, a los ya "84 en que me encuentro"; trataré de recopilar y sintetizar lo que a mí, me ha ido bastante bien, dentro de una vida, "bastante bien vivida y donde los miedos y demás tormentas creo haberlas soportado bien; por lo que ya, llegué hace mucho tiempo, a ese estado, en que ya no me preocupa lo material; de lo que tuve y tengo más que suficiente y gracias a mis lemas, que defino en los siguientes: "Piensa, trabaja, camina, sé útil allí donde te encuentres y cumple tu palabra dada, puesto que la misma saliva se consume, diciendo sí, o diciendo no; por tanto hay que emplear las mismas, con el valor enorme que tienen; puesto que la palabra es el mayor y mejor documento que puede aportar el ser humano, sea hombre o mujer, para una mejor convivencia".

                                ¿Por qué mis titulares de hoy?

                                Porque en la vida del ser humano, los considero cruciales, para llegar o no llegar a las metas ("lógicas") que cada cual, se fraguara en su yo interior, que es al principal consejero al que hay que saber escuchar.

                                Esas tres décadas serán siempre cruciales para una mayoría, puesto que en síntesis, significan lo siguiente: "El que a los veinte no quiere, no querrá. El que a los treinta no es, no será. Y el que a los cuarenta no tiene, no tendrá".

                              Que hay excepciones; indudablemente que sí, pero bajo mis apreciaciones, esa es una escala bien ajustada al andar de ese "mono humano, o serie de primates a la que pertenezco".

                                Todo camino necesita "de los ingredientes arriba reflejados" y así desde que nos decidimos por el propio instinto de "ponernos en pie" y aprender a caminar; toda la vida se desarrollará así. Para andar del primer camino al último, siempre necesitamos dar, un primer paso. Igualmente hay que estar dispuesto a aguantar todos los obstáculos que iremos encontrando, en todos los caminos; puesto que la vida es así; y no sólo para nosotros, sino y no lo olvide, "es lo mismo para todo signo de vida, sea animal o vegetal; todo necesita un esfuerzo, y recordemos que hasta esos árboles hoy milenarios, en principio fueron sólo, una semilla, y muchos de ellos, una de un diminuto tamaño". La vida siempre responderá a los más fuertes y constantes; los que no lo son, precisamente para abusar de los débiles, sino para todo lo contrario; y lo demuestra la propia historia, que en resumen, es; "la vida de todos los que de verdad aportaron algo útil al resto de la sociedad; y no sólo los que la historia nos señala como muy destacados en sus hechos; muchos de ellos deleznables por sus tiranías".

                                Desde esos primeros pasos para lograr la verticalidad del ser e iniciar los primeros pasos, hasta los veinte de edad, es la etapa donde ha de desarrollarse el individuo, sabiendo lo que quiere ser y cómo lograrlo, siempre dentro de esa máxima inamovible, de que, "lo que no quieras para ti, no lo quieras para nadie" y convencido de que tus fuerzas siempre parten de ti mismo; no de las ayudas que te puedan dar, que serán siempre secundarias; y de ahí, el grandioso axioma que afirma… "ayúdate que Dios te ayudará"; lo que confirma lo que ya otros sabios afirmaran; o sea, que "el individuo es superior a la masa"; y a lo que yo añado, que no es ningún privilegio, puesto que ese individuo, siempre debe estar dispuesto a ayudar a la masa, para que abunden en ella cuantos más individuos mejor.

                                En la segunda etapa, el individuo tiene que formarse al máximo, en la profesión que vaya a practicar ("mejor vocación que son muy escasas"); y así llegará al punto óptimo del "ser"; entendiendo que ese ser y saber, deben emplearlo no sólo en su beneficio propio, sino en todo cuanto pueda, en favor de los demás.

                                Y así, llegar a la etapa crucial, "de los cuarenta"; en los que ya debe de sentirse seguro, no sólo por los bienes materiales que ya debe haber logrado, sino y más importante; por los bienes intangibles o intelectuales que haya podido atesorar, los que como es lógico, deberá seguir atesorando mientras viva; puesto que es verdad ese otro axioma, de que… "se nace aprendiendo y se muere aprendiendo".

                                Los bienes materiales en este perro mundo (el dinero sobre todo) deben ser un medio, nunca un fin. Medio de lograr la tan cacareada libertad, que no lo es, puesto que mientras más libre eres, más obligaciones contraes; e igualmente por cuanto las necesidades materiales, las tendrás cubiertas, puesto que en este perro mundo, "nadie da nada a cambio de nada, salvo la propia madre, o el padre; y algún otro ser muy allegado, que puedas encontrar a lo largo de tu vida". El dinero como fin, considéralo una de las mayores desgracias de este planeta, puesto que el que sufre "tan terrible enfermedad", simplemente pasa a ser un siervo o esclavo del dinero ("o el poder") por lo que se condena a morir, presa de esas fiebres, que proporciona como castigo, la avaricia.

                                Y finalmente, no tema nunca a la muerte; puesto que ya lo dijo entre otros, el Maestro Pitágoras, el que afirmó que, "es un tránsito nada más"; lo que con otras palabras, también lo dijera Cristo en sus prédicas; o sea y aclarando aún más, que "nuestro querido y adorado cuerpo, es simplemente un pijama, al que envuelve nuestro verdadero ser; cual es, el alma o espíritu, que los grandes sabios afirmaron y yo lo creo, es el verdadero ser e identidad que poseemos y que esta es inmortal; o sea, que aquí estamos de paso, como ya lo venimos estando en otros planos, que aún están por dilucidar, pues como se dice, "los muertos no escriben desde donde estén, pero hasta esto, se aclara, en "El Libro de los espíritus", que escribiera en el siglo XIX Allan Kardec; y lo que es muy consolador por las esperanzas que dio al mundo. Y lo que como creerlo no cuesta nada, pues eso.

                               

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y

http://www.bubok.es/autores/GarciaFuentes

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