5.4.18

Artículo de AGF para publicar y difundir: Gracias

Pagar con el móvil y similares es destruir empleo

 

                                En definitiva, "es hacer la olla gorda" a quienes nos quieren meter en los ordenadores a toda costa, es esclavizarnos cada vez más y de paso hacernos cómplices de la destrucción de empleo, de la que son especialistas los bancos y demás monopolios: defendámonos de ello y no colaboremos.

                                Llevo un tiempo oyendo una propaganda bancaria muy insistente, que dice más o menos que paguemos siempre con el teléfono móvil, que no llevemos dinero por innecesario. Pero y por sistema, el banco y similares "no dan nunca nada gratuitamente" y en este caso considero que tampoco, puesto que nos dicen la facilidad del pago, pero no la forma de controlarlos a ellos, que por muy idiota que seamos hay que controlar al banco por cuanto diré.

                                Cualquier incauto cae en el señuelo y va a pagar todo o todo lo que le admitan, por el medio del teléfono móvil; así sale a desayunar y va al bar de costumbre (como hacemos en España donde muy pocos desayunan en casa) y hace el primer pago del día que suele ser ridículo por el bajo coste del mismo; luego lo normal es tomar un segundo café a media mañana; y así seguir a lo largo de todo el día y en los diferentes o múltiples comercios del consumo que a diario hacen infinidad de personas.

                                Si como suele ocurrir, la mayoría pagase a través del teléfono móvil y no lleva control de ello, ¿cómo sabe al final lo que gastó ese día, luego esa semana y cada mes y cómo sabe luego la cuenta real y si el banco "no le ha metido lo que sea por el servicio prestado o porque le ha dado por cobrarle algo extra"; tampoco sabrá de la cantidad que partió en el momento en que decidió mirar para controlar; o sea que se encuentra totalmente a merced del ordenador que sí que le vigila a usted hasta el último céntimo de su dinero; por lo que lo normal es que se quede en "números rojos" y se vea en el aprieto en que su teléfono ya no le sirve para ese cometido, amén de tener que pagar la multa que tenga estipulada el banco para estas situaciones.

                                Los bancos y demás comercios del dinero, con el sistema de tarjetas y ya obligarnos a usar todas las máquinas que han instalado y que nos convierten en empleados gratuitos de ellos, les ha permitido eliminar a cantidades enormes de empleados que antes te atendían en el mostrador y que hoy fríamente te dicen que vayas a la máquina y que te sirvas tú mismo; por todo ello hay que procurar no ser "esclavo de las máquinas bancarias, ni echar uno mismo la gasolina en el coche, ni tantas y tantas cosas como hacemos en "un autoservicio" que en realidad no nos beneficia a nosotros, sino al capital en sus múltiples manifestaciones.

                                Ya hasta el Estado, nos obliga a emplear los ordenadores, en un afán de eliminar empleo, que luego no sabe crear para sustituir a tanto parado como ya produce esa máquina infernal, a la que ya denominé hace muchos años, con la palabra genérica de "ordenadomanía".

                                Igualmente hay que evitar las denominadas "grandes superficies o grandes supermercados, donde al final gastas más dinero que el que estabas dispuesto a gastar, por cuanto la debilidad humana, va pasando por un interminable expositor y en el que al final pica y compra lo que ni pensaba, cuando la prudencia aconseja llevar una lista y atenerse a ella y hacer las compras en la tienda de barrio, donde al final compras lo que necesitas y por lo general gastas mucho menos dinero, por cuanto las tentaciones suelen ser mucho más escasas.

                                En definitiva, que hay que controlarse mucho más y ello se logra llevando dinero efectivo en el bolsillo y no empleando "la tarjetita" para todo; motivo que para muchos es "quedarse sin fondos" antes de lo que ellos mismos pensaban.

                                No consintamos en que nos hagan "simples máquinas al servicio del consumismo, que es tanto como hacernos esclavos del capital"; la vida no nos la han hecho más fácil como aseguran las propagandas, sino muy al contrario, mucho más difíciles para los incautos, por "las muchas trampas o señuelos que ocultan".

 

Antonio García Fuentes

 (Escritor y filósofo)

www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y

http://www.bubok.es/autores/GarciaFuentes


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