Vivimos en un mundo de "títulos" y al que un intelectual español y hace muchos años (creo recordar fue Alfonso Paso: dramaturgo español) ya calificó de forma contundente, con su frase: “titulitis”... o sea más claro, que muchas veces, el título no dice nada... lo que dirá del individuo que sea, será su trabajo posterior, su obra, su realización del tipo que sea... lo de menos es la forma de aprender un oficio, lo que importa es el desarrollo de ese oficio y el juicio que merezca el mismo. Pero ¡Oh las ansias de títulos! Que es lo que aquel intelectual comentó en su famoso comentario.
En tiempos antiguos, había simplemente hombres que habían aprendido viajando, viendo, “sirviendo”, oyendo a otros hombres y luego pensando y meditando, e igualmente practicando lo que creyeron era necesario y suficientemente; y era entonces; cuando "ponían escuela" algunos, otros ni se preocupaban de ello; incluso ni escribían, simplemente hablaban u obraban y eran otros los que visto su buen hacer, los honraban con la hermosísima palabra maestro y le pedían enseñanza... terminada ésta, no se extendía ningún título ni carné, puesto que no era necesario... "El que valía, valía y el que no, simplemente sucumbía en el anonimato"... ¿necesito enumerar sabios de hace dos o más milenios o incluso mucho más posteriores? Creo que no, en absoluto.
Lo que ocurrió es que el gobernante, clérigo o laico (o ambos) vieron que en el control de todos los oficios, había “un negocio y un control inmenso” y es claro que lo aprovecharon y lo siguen aprovechando; todo lo demás es accesorio; puesto que la generosidad de aquellos maestros a los que me refiero, posiblemente desapareció con ellos y hoy apenas si existen excepciones… al menos de aquellas categorías, para formar hombres y mujeres y en las profesiones que adquirieron aquellos maestros, sin títulos impresos o escritos en ningún soporte… él mismo fue su fama, su hacer, su servicio verdadero a las sociedades donde trabajaron y formaron a otros.
Hoy mismo... "lo que sale de las universidades españolas" (supongo que igual ocurrirá en otras muchas del ancho mundo)... para qué comentarlo, ya lo han evaluado organismos internacionales y han mostrado que la enseñanza en todos los campos, en esta España nuestra, está en unos niveles vergonzosos, en este “quinto año” del tercer milenio y de las que sólo se salvan, una minoría, dedicada “a la alta tecnología, que ya estamos viendo para lo que sirve”… “las máquinas van por un lado y los hombres por otro muy diferente”… y ello debe ser preocupante, muy preocupante.
Viajando por el mundo y en muchas obras “materiales”, conservadas o en ruinas podemos apreciar, mucho de aquello que hicieron aquellos maestros (muchos de los que ni tenemos datos fidedignos de quienes fueron) de los necesarios oficios, que procedían de escuelas de otros maestros que no titulaban a nadie… hoy mismo, ni se sabe con certeza, “el cómo, el cuando y el por qué”, de la Gran Pirámide egipcia, tampoco han logrado saber cómo Brunelleschi realizó la gran cúpula de la hoy Catedral de Florencia (“Santa María dei Fiore”); pues no dejó planos ni nada escrito y los modernos arquitectos “andan locos” buscando su secreto… y tantas cosas más… que hicieron, hombres y mujeres, sin titulación alguna; libremente o contratados sin más garantía que su… “estela de saber y a la que se sometían los poderosos de su tiempo”, pues el maestro el verdadero, no admite imposiciones; ha de hacerse lo que él estima es lo correcto y aquellos “poderosos” de su tiempo lo sabía o intuían y para que brillasen en la historia posterior, tenían que contar con la obra del maestro, la que una vez realizada y expuesta, difundiría la fama de ambos a lo largo y ancho del mundo conocido y cuyas obras maestras, aún no han sido superadas.
Baste decir que en mi provincia hay un puente construido por los romanos, hace dos milenios y hasta que recientemente han construido las modernas autovías de doble dirección, ese puente ha soportado el enorme tráfico de una de las principales vías nacionales y que une Madrid con Cádiz; soportando transportes de varias docenas de toneladas de peso, riadas que nunca han rebasado (que yo sepa) la calzada y por fuerte y bronco que bajara el Guadalquivir y aún sigue allí, soportando el tráfico de todo tipo de vehículos, si bien en menor escala, por la derivación ya mentada… curiosamente y cuando esto escribo, se falla un juicio, sobre el hundimiento de un moderno puente, situado en otra provincia española, el que produjo varios cadáveres al caer al río los vehículos que en aquel momento transitaban… y curiosamente el inmediato puente paralelo (aprovechado para la misma autovía) y que construido hacía mucho más de cien años, aguantó aquella riada y sigue en pie y en servicio como “si nada”… “eso sí, en este pleito, desparecieron todos los planos y papeles de la obra… ocultaron las pruebas de uno de los fraudes que con tanta abundancia producen los titulados”.
En tiempos antiguos, había simplemente hombres que habían aprendido viajando, viendo, “sirviendo”, oyendo a otros hombres y luego pensando y meditando, e igualmente practicando lo que creyeron era necesario y suficientemente; y era entonces; cuando "ponían escuela" algunos, otros ni se preocupaban de ello; incluso ni escribían, simplemente hablaban u obraban y eran otros los que visto su buen hacer, los honraban con la hermosísima palabra maestro y le pedían enseñanza... terminada ésta, no se extendía ningún título ni carné, puesto que no era necesario... "El que valía, valía y el que no, simplemente sucumbía en el anonimato"... ¿necesito enumerar sabios de hace dos o más milenios o incluso mucho más posteriores? Creo que no, en absoluto.
Lo que ocurrió es que el gobernante, clérigo o laico (o ambos) vieron que en el control de todos los oficios, había “un negocio y un control inmenso” y es claro que lo aprovecharon y lo siguen aprovechando; todo lo demás es accesorio; puesto que la generosidad de aquellos maestros a los que me refiero, posiblemente desapareció con ellos y hoy apenas si existen excepciones… al menos de aquellas categorías, para formar hombres y mujeres y en las profesiones que adquirieron aquellos maestros, sin títulos impresos o escritos en ningún soporte… él mismo fue su fama, su hacer, su servicio verdadero a las sociedades donde trabajaron y formaron a otros.
Hoy mismo... "lo que sale de las universidades españolas" (supongo que igual ocurrirá en otras muchas del ancho mundo)... para qué comentarlo, ya lo han evaluado organismos internacionales y han mostrado que la enseñanza en todos los campos, en esta España nuestra, está en unos niveles vergonzosos, en este “quinto año” del tercer milenio y de las que sólo se salvan, una minoría, dedicada “a la alta tecnología, que ya estamos viendo para lo que sirve”… “las máquinas van por un lado y los hombres por otro muy diferente”… y ello debe ser preocupante, muy preocupante.
Viajando por el mundo y en muchas obras “materiales”, conservadas o en ruinas podemos apreciar, mucho de aquello que hicieron aquellos maestros (muchos de los que ni tenemos datos fidedignos de quienes fueron) de los necesarios oficios, que procedían de escuelas de otros maestros que no titulaban a nadie… hoy mismo, ni se sabe con certeza, “el cómo, el cuando y el por qué”, de la Gran Pirámide egipcia, tampoco han logrado saber cómo Brunelleschi realizó la gran cúpula de la hoy Catedral de Florencia (“Santa María dei Fiore”); pues no dejó planos ni nada escrito y los modernos arquitectos “andan locos” buscando su secreto… y tantas cosas más… que hicieron, hombres y mujeres, sin titulación alguna; libremente o contratados sin más garantía que su… “estela de saber y a la que se sometían los poderosos de su tiempo”, pues el maestro el verdadero, no admite imposiciones; ha de hacerse lo que él estima es lo correcto y aquellos “poderosos” de su tiempo lo sabía o intuían y para que brillasen en la historia posterior, tenían que contar con la obra del maestro, la que una vez realizada y expuesta, difundiría la fama de ambos a lo largo y ancho del mundo conocido y cuyas obras maestras, aún no han sido superadas.
Baste decir que en mi provincia hay un puente construido por los romanos, hace dos milenios y hasta que recientemente han construido las modernas autovías de doble dirección, ese puente ha soportado el enorme tráfico de una de las principales vías nacionales y que une Madrid con Cádiz; soportando transportes de varias docenas de toneladas de peso, riadas que nunca han rebasado (que yo sepa) la calzada y por fuerte y bronco que bajara el Guadalquivir y aún sigue allí, soportando el tráfico de todo tipo de vehículos, si bien en menor escala, por la derivación ya mentada… curiosamente y cuando esto escribo, se falla un juicio, sobre el hundimiento de un moderno puente, situado en otra provincia española, el que produjo varios cadáveres al caer al río los vehículos que en aquel momento transitaban… y curiosamente el inmediato puente paralelo (aprovechado para la misma autovía) y que construido hacía mucho más de cien años, aguantó aquella riada y sigue en pie y en servicio como “si nada”… “eso sí, en este pleito, desparecieron todos los planos y papeles de la obra… ocultaron las pruebas de uno de los fraudes que con tanta abundancia producen los titulados”.