Mientras se van sucediendo los ya largos y muy trágicos hechos de guerra y masacres, que vienen ocurriendo en ese infierno denominado Oriente Medio y “tierra santa” (que sarcasmo de nombre); otras partes del Oriente más lejano; donde y principalmente los que están muriendo en masa, son musulmanes y la mayoría masacrados por otros musulmanes… algún fanático clérigo de una de estas ramas islámicas (que como las cristianas, son abundantes) predica y grita a “grito pelado” (bien resguardado en “sus agujeros”) el que hay que conquistar de nuevo, todo lo que tuvo en posesión el Islam y en especial, lo que se denominó “Al Andalus” y que ocupó la Península Ibérica y parte del Norte de África… y como nativo de la hoy Andalucía, me veo obligado a decir “cuatro cosas”, para quienes no las sepan y para aquellos eruditos, que profundicen en el tema y nos ofrezcan más; “mucho más pues hay para no agotarlo en miles de folios”.
Este “cura” musulmán, posiblemente enloquecido en su fanatismo, no se detiene a consultar la historia y por descontado, “ni huele”, que la mejor época que ha vivido el Islam en toda su historia, se desarrolla principalmente en la hoy Andalucía y que es aquí donde también se inicia su decadencia y ya nunca es recuperada; por cuanto son los propios musulmanes, los que dominados por múltiples fanatismos y oscurantismos, han creado “un falso islamismo” o no tan verdadero, como el que portaban aquellos musulmanes cultos y bien preparados, que arribaron a fortalecerse en la hoy Andalucía, puesto que nadie dude, que aquí “no estaban incivilizados”; ni mucho menos… por lo que aquellos árabes, nos trajeron pero también “mamaron” aquí cosas para su propio enriquecimiento… llegaron incluso sus poetas, a cantar el vino andaluz, el que indudablemente bebieron todos (“poetas o no”) y en bastante abundancia… “hace muchos años que me sorprende, el que si bien la dulcería que poseemos en gran medida es consecuente con los musulmanes… pero también en este sur, existe una enorme variedad de preparar el cerdo (embutidos incluidos) y ello me da a pensar, que también algo o mucho de ello, “viene de la cocina de aquellos musulmanes, que quizá pensaron inteligentemente, que como hoy se dice… del cerdo se aprovecha todo y es carne excelente”… dejemos estos extremos para investigadores que se quieran atrever.
Por descontado que hoy nuestro idioma (Español y no castellano) está bien lleno de palabras y definiciones árabes, destacando toda palabra que empiece por al, guad, etc. La inmensa mayoría de ríos quedaron con “guad”… Guadalquivir y Guadiana, los más importantes, según recuerdo ahora, pero hay cientos más. Y al empezando por Alcohol y así, hasta miles y miles.
Pero quién destruyó aquel Islam imponente y que su influencia, poder, riquezas y cultura, se irradiaba por todo el mundo conocido, destacando Córdoba como la ciudad más importante y culta de aquellos siglos. A cuyas afueras fue construida la más maravillosa y ostentosa ciudad de muchos siglos anteriores y posteriores (Medina Azahara) y sin que ello, supusiera “pobreza o penurias al pueblo”… entonces aquel Califato dominaba casi toda la península y otros territorios y por vasallaje y su propio comercio y fuerza cultural, debió ser un emporio de riquezas de todo tipo… es más, yo sostengo, que el tan cacareado Renacimiento Europeo, o italiano… donde nace es en aquel Al Andalus y todo cuanto en él se desarrolló de técnica y arte… pero es claro, al ser de otra religión, había que oscurecerlo y que resurgiera… “lo de la cristiana”.
¿Pero quién destruyo aquella maravilla? Que aparte de ser política, lo fue cultural y lo suficientemente tolerante para llegar a aquel esplendor, que indudablemente no solo fue fruto de musulmanes; su tolerancia dio cabida a muchas otras gentes y en su seno vivieron miles y miles de familias cristianas, si no en armonía plena, pero sí que conviviendo con cierta normalidad y tolerancia… igualmente judíos.
Pues lo destruyeron los propios musulmanes, en sus guerras civiles, con sus fanatismos y con las hordas de fanáticos y “semisalvajes”… “medio musulmanes” que invadieron España, desde los territorios del Sur; fueron aquellos los que incluso arrasaron Medina Azahara y fueron los que en definitiva, destruyeron un imperio que normalmente llevado, hubiera durado ni se sabe los siglos… “Así es que tomen nota esos analfabetos clérigos y demás seguidores, del por qué fue destruido aquel imperio, el que como todo, había nacido para morir”… “Los cristianos y aún les costó casi cinco siglos, simplemente fueron derruyendo “piedra” a piedra, castillo a castillo y así, hasta apoderarse de Granada, la que y como Jaén, nunca fueron conquistadas, sino que aquellos últimos reyes nazaritas, las entregaron pactadas y para evitar nuevos ríos de sangre… a sus súbditos. Hasta ahí la grandeza de aquellos musulmanes cultos, que incluso pactaron cosas, que los católicos reyes no cumplieron… “Hablar hoy de la reconquista de Al Andalus, es como si los Españoles quisieran reivindicar su Nueva España… El Perú… y medio mundo más”. Mejor estudien sus propias leyes que dicen respetar y en ellas las tablas de Moisés, que las reconoce el Corán del propio Mahoma… ¡Convivamos y dejémonos de guerras!
Este “cura” musulmán, posiblemente enloquecido en su fanatismo, no se detiene a consultar la historia y por descontado, “ni huele”, que la mejor época que ha vivido el Islam en toda su historia, se desarrolla principalmente en la hoy Andalucía y que es aquí donde también se inicia su decadencia y ya nunca es recuperada; por cuanto son los propios musulmanes, los que dominados por múltiples fanatismos y oscurantismos, han creado “un falso islamismo” o no tan verdadero, como el que portaban aquellos musulmanes cultos y bien preparados, que arribaron a fortalecerse en la hoy Andalucía, puesto que nadie dude, que aquí “no estaban incivilizados”; ni mucho menos… por lo que aquellos árabes, nos trajeron pero también “mamaron” aquí cosas para su propio enriquecimiento… llegaron incluso sus poetas, a cantar el vino andaluz, el que indudablemente bebieron todos (“poetas o no”) y en bastante abundancia… “hace muchos años que me sorprende, el que si bien la dulcería que poseemos en gran medida es consecuente con los musulmanes… pero también en este sur, existe una enorme variedad de preparar el cerdo (embutidos incluidos) y ello me da a pensar, que también algo o mucho de ello, “viene de la cocina de aquellos musulmanes, que quizá pensaron inteligentemente, que como hoy se dice… del cerdo se aprovecha todo y es carne excelente”… dejemos estos extremos para investigadores que se quieran atrever.
Por descontado que hoy nuestro idioma (Español y no castellano) está bien lleno de palabras y definiciones árabes, destacando toda palabra que empiece por al, guad, etc. La inmensa mayoría de ríos quedaron con “guad”… Guadalquivir y Guadiana, los más importantes, según recuerdo ahora, pero hay cientos más. Y al empezando por Alcohol y así, hasta miles y miles.
Pero quién destruyó aquel Islam imponente y que su influencia, poder, riquezas y cultura, se irradiaba por todo el mundo conocido, destacando Córdoba como la ciudad más importante y culta de aquellos siglos. A cuyas afueras fue construida la más maravillosa y ostentosa ciudad de muchos siglos anteriores y posteriores (Medina Azahara) y sin que ello, supusiera “pobreza o penurias al pueblo”… entonces aquel Califato dominaba casi toda la península y otros territorios y por vasallaje y su propio comercio y fuerza cultural, debió ser un emporio de riquezas de todo tipo… es más, yo sostengo, que el tan cacareado Renacimiento Europeo, o italiano… donde nace es en aquel Al Andalus y todo cuanto en él se desarrolló de técnica y arte… pero es claro, al ser de otra religión, había que oscurecerlo y que resurgiera… “lo de la cristiana”.
¿Pero quién destruyo aquella maravilla? Que aparte de ser política, lo fue cultural y lo suficientemente tolerante para llegar a aquel esplendor, que indudablemente no solo fue fruto de musulmanes; su tolerancia dio cabida a muchas otras gentes y en su seno vivieron miles y miles de familias cristianas, si no en armonía plena, pero sí que conviviendo con cierta normalidad y tolerancia… igualmente judíos.
Pues lo destruyeron los propios musulmanes, en sus guerras civiles, con sus fanatismos y con las hordas de fanáticos y “semisalvajes”… “medio musulmanes” que invadieron España, desde los territorios del Sur; fueron aquellos los que incluso arrasaron Medina Azahara y fueron los que en definitiva, destruyeron un imperio que normalmente llevado, hubiera durado ni se sabe los siglos… “Así es que tomen nota esos analfabetos clérigos y demás seguidores, del por qué fue destruido aquel imperio, el que como todo, había nacido para morir”… “Los cristianos y aún les costó casi cinco siglos, simplemente fueron derruyendo “piedra” a piedra, castillo a castillo y así, hasta apoderarse de Granada, la que y como Jaén, nunca fueron conquistadas, sino que aquellos últimos reyes nazaritas, las entregaron pactadas y para evitar nuevos ríos de sangre… a sus súbditos. Hasta ahí la grandeza de aquellos musulmanes cultos, que incluso pactaron cosas, que los católicos reyes no cumplieron… “Hablar hoy de la reconquista de Al Andalus, es como si los Españoles quisieran reivindicar su Nueva España… El Perú… y medio mundo más”. Mejor estudien sus propias leyes que dicen respetar y en ellas las tablas de Moisés, que las reconoce el Corán del propio Mahoma… ¡Convivamos y dejémonos de guerras!
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org
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