28.6.07

Artículo de AGF para publicar y difundir: gracias

PACIENCIA Y CONSTANCIA

(Dos fuerzas para vivir)

 

            Considero y por cuanto mi ya larga vida me lo permite, el valorar estas dos cualidades, como palancas enormemente positivas para que el ser humano consiga metas, que de otra forma no lograría jamás. Con ellas el hombre se va forjando y dominando todo cuanto su capacidad le permite, si sabe dosificar sus ambiciones y se forja metas que le permitan ir viviendo con un grado de integridad que le satisfaga a él mismo, puesto que esa es otra… "a quién de verdad hemos de dar cuentas siempre y de todo cuanto realizamos es a nosotros mismos"… a nuestro yo interior, puesto que es él nuestro más severo juez, al propio tiempo que nuestro mejor amigo… si bien también puede ser nuestro peor enemigo, ya que dentro de nosotros está todo el bien, pero igualmente todo el mal que nos puede destruir y hacernos por tanto, una vida más o menos feliz, pero llevadera; o por el contrario atormentada y llena de infiernos, de los que nos pueden librar, la práctica de esas dos virtudes que el titular señala.

            Estas reflexiones me vienen a la mente mientras estoy frente al mar Mediterráneo, en una de mis escapadas en busca de "este gran padre de la vida en este planeta, cual es el mar"; me encuentro tomando un vaso de leche con una infusión de poleo menta y encendiendo un cigarro puro (canario) que uno al día y en estas tardes placenteras, me fumo mientras veo y observo el ambiente que me rodea, en la terraza del bar que frecuento; a mis pies mi querido Aníbal (un yorkshire) el que me acompaña en mis paseos, lo acaricio y le digo algo; él me mira y se apega a mis pies, por lo que llego a sentir el calor de su cuerpo; hace un ambiente bastante fresco y húmedo.

            Y medito de tal guisa, por que me estoy acordando de tres plantas de tomate… "tres plantas de tomatera que y sin saber la causa, nacieron en tres tiestos de plantas de adorno de las numerosas que tenemos en la terraza de nuestro domicilio habitual" y lo hicieron el pasado otoño; aguantando en las mismas todo el invierno; quizá debido a que éste no ha sido riguroso; quizá también por cuanto dicen los científicos de un cambio climatológico, pero ello no importa para el hecho; ya que precisamente por ello mismo, esas tomateras han ido creciendo mucho más deprisa que lo hacen habitualmente en las huertas de mi tierra, donde el semillero u "hoyo" lo sembramos en febrero y da tiempo, para obtener las plantas y cosechar tomates ya en verano: yo mismo sembré pepitas de tomate y he obtenido plantas a su tiempo, que ya están en la tierra, junto a las tres "veteranas" a que me refiero. Es por esa mi afición a cultivar plantas y flores, por lo que detecté "el nacimiento" de estas tomateras  e indicando ello a mi esposa, le pedí que fuesen respetadas, aunque fueran parásitas de otras plantas de adorno. Sencillamente, quería ver su lucha (paciencia) con los rigores del invierno, que en mi ciudad suelen acompañarse de fríos y nieves, y ver si aguantaban vivas o morían como ocurre en el campo abierto de las huertas de mi tierra; "puesto que en la Naturaleza todo tiene su tiempo". Y como han aguantado y crecido, ya a finales de marzo alguna tenía incluso varias flores; por ello y con sumo cuidado trasladé esas plantas a mi pequeño huerto en el campo y procurando que fuesen con un buen cepellón de tierra, que contuviese todas sus raíces… y allí han seguido prosperando, y un par de semanas después y o sorpresa, pude ver en una de ella tres tomatitos, que a mediados de mayo ya tenían el tamaño de nueces de nogal; cosa insólita (reitero) en mi tierra, puesto que es la época en que estas plantas pasan del semillero a iniciar su ciclo en la tierra donde las transplanta el hortelano.

            Lo he comentado con cierta frecuencia y es la gran enseñanza que nos aporta la simple observación de la marcha de la vida natural, de la que nosotros los hombres, no somos otra cosa que una forma más evolucionada de esa vida que es un misterio; pero ese misterio pareciera que nos dice que es en esas observaciones donde encontraremos siempre todas las verdaderas enseñanzas que precisamos; puesto que en la vida natural todo es paciencia y constancia; que incluso en el agua ("fuente de la vida") tenemos un grandioso ejemplo de esas dos cualidades eternas y que podemos encontrar en las maravillas que logra hacer una gota de agua que constantemente cae, en esas grutas que alguna vez hemos visto y donde va esculpiendo, formas preciosas o maravillosas en forma de estalactitas y estalagmitas.

            Por todo ello yo y hace ya muchos años, cultivo plantas y flores y parto en muchos casos de semillas, puesto que para mi representa una lección constante el ver como luchan los simple vegetales por sobrevivir y llegar a dar fruto, para que su especie tenga continuidad; por ello lo recomiendo a quién quiera recoger la recomendación… es una muy buena cura para el estrés y para otras muchas enfermedades actuales.

 

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

www.jaen.ciudad.org (allí más temas)

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