12.8.06

CUIDAD A LOS GORRIONES


He titulado así, por cuanto “hay que titular de alguna manera”, pero; generalmente: a los gorriones, no hay que cuidarlos… “si se dejan y como el resto de las criaturas naturales, se cuidan y prosperan por sí solos”; pero podemos ayudarles. Veamos como son y lo que hacen y la enseñanza que siempre transmiten.

Son duros o más que el “duro pueblo” y del que todo parte. Los gorriones son orgullosos, desafiantes; poco necesitan. La Naturaleza los viste, nutre y abriga. Aceptan y aprovechan lo que nosotros tiramos. Pero inteligentemente “no conviven con nosotros, se mantienen siempre a distancia suficiente y que les salvaguarda”. Nos miran, siempre a distancia; se acercan despectivos. “Saben que son más duros que nosotros”… “saben que nos sobrevivirán”. Seguro que los hubo aquí mucho antes de que nosotros “viniésemos”. Como “saben” que seguirán aquí, cuando ya no quedemos ni uno y… se permiten darnos lecciones.

¡Que lección de libertad, independencia y al propio tiempo de organización familiar y “social”!

Sí, son duros “como la vida”. Nos dan ejemplo de sobriedad, de reciedumbre; de optimismo, de alegría, de ganas de vivir… de eternidad… “se levantan y cantan a pleno pulmón, antes de que empiece a clarear el día”… se acuestan, al ponerse el sol y se agrupan sabiamente, para defenderse del calor o frío… de cualquier ataque que les pueda llegar. Tienen incluso, sus perfectos cuerpos de guardia que siempre vigilan y siempre y con tiempo, avisarán al resto, para que se ponga a salvo. Cuando uno baja a comer algo… en seguida, le sigue la bandada… “están perfectamente organizados”.

¡Observad como viven y actúan! Se necesita poco, muy poco para ellos… “medio mundo les pertenece”, los tenemos siempre a nuestro alrededor. Los he visto, desde el Norte de Alemania, hasta la linde del Sáhara… desde Túnez a Portugal. Deduzco por tanto, que por lo menos… “en el viejo Continente, deben existir desde Japón a Suecia y desde el círculo polar ártico hasta el antártico… quizá también, estén ya en América y Oceanía… “el hombre debió llevarlos consigo y de polizontes” (domesticados nunca) puesto que supieron “asociarse al hombre” y vivir como “invitados a su mesa”; es por lo que donde hay hombres… “debe haber gorriones o parientes muy próximos a éstos”.

Pero reitero (he escrito bastantes páginas dedicadas e ellos y precisamente, por la admiración que siempre me produce el observarlos)… ¡Mirad como se nutren! Necesitan muy poco para ello… un trocito de pan, hecho migas o pequeño trocitos, tirado en la calle, jardín o calzada. Ellos vendrán a recogerlo siempre, si lo ponemos a su “alcance sabio” y si no hay pan… “comen lo que sea y que les da La Naturaleza”.

En resumen, son una página “viva”, del mejor de los libros… “el de la vida”, el escrito sobre la corteza y mares del planeta… y el que hay que leer constantemente. Está siempre a nuestra disposición y es totalmente gratuito. Cuando uno se acostumbra a este estudio, encuentra que es enormemente placentero y lleno de enseñanzas fuertes pero sencillas; todas (absolutamente todas) aprovechables, para aprender… “lo que hay y lo que no hay que hacer”.

Por ello, observad a los gorriones. Con su comportamiento os enseñarán… como a mí me han enseñado. Y sobre todo, no tirar a la basura, lo que pueda ser útil a los gorriones, dejadlo siempre a su alcance… ellos nos alegran la vida, “ponen música y vida a las ciudades y cualquier lugar donde habita el hombre”… nos enseñan mucho. Merecen nuestra ayuda y respeto. “Nos transmiten energía y vida”.


Antonio García Fuentes
(Escritor y Filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí muchos otros temas)

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