14.10.06

“LA DESENSEÑANZA” (Llantos y lamentos de los responsables)


¿Qué es un Maestro?... el que enseña. ¿Qué debe enseñar un Maestro?... todo cuanto sepa, lo que debe ir acrecentando cada día, para tratar de ir siempre delante de sus discípulos, puesto que si es rebasado por estos, ya no puede ser Maestro (con mayúscula)… entonces pasa a ser otra cosa, que dejo a otros que la califiquen.

Lo que nunca puede perder el Maestro, es su autoridad ante sus discípulos y menos aún, ante la sociedad que le paga y mantiene (los gobiernos, son meros mecánicos para distribuir los fondos comunes)… Y menos aún, llorar o plañir, o manifestarse impotente ante la situación que sea; puesto que si adopta esta postura cobarde… “mejor que se dedique a otro oficio”, puesto que Maestro… entiendo es una de las más hermosas vocaciones que nacen en el alma del ser humano; y se es o no se es… “pero estos gazpachos mal elaborados que padecemos no se pueden tolerar”.

Veamos, primero lo que “la docta casa dice sobre el Maestro” (y quede claro que en esta grandiosa palabra, incluyo desde al más “alto al más bajo en el escalafón”: puesto que la enseñanza es una y “empieza y no acaba”)… dice el diccionario de la RAE “muchas cosas” sobre esta palabra, pero me quedo con la primera acepción, quitándole “lo de obra”, puesto que “obra” no es persona y por tanto no puede ser Maestro, sí guía para quién sepa interpretarla, por cuanto “una obra en muda”: dice: “Dicho de una persona o de una obra: De mérito relevante entre las de su clase”.

Queda claro que Maestro es algo superior y por tanto su denominación, debiera prevalecer, sobre otras muy empleadas pero visto como va “la maestría”, son añadidos que no han servido para nada, sino para “liar las cosas y lucir oropeles absurdos”.

Hoy no se denominan ni ellos mismos maestros; será por cuanto reconocen que no lo son; pero lo que ya es preocupante, al menos en España, es cómo está “el profesorado en todos sus grados” y donde desde la falta de autoridad, de respeto y autoestima, pasando hasta por el aguantas insultos, daños en sus pertenencias, apaleos e incluso palizas… “de la que ya hay como consecuencia alguna muerte”. En la “desenseñanza” (palabra que me invento por necesidad) española, ya sólo falta que masivamente, los ineducados alumnos (que no discípulos, que como lo de Maestro, es algo muy superior)… peguen fuego o vuelen con dinamita a la mayor parte de sus “aulas” (que no Escuelas)… “de hecho, las roban, las destruyen y se mean y cagan en ellas, ante las barbas de los profesores”… ¿Policía… orden… qué es eso en la actual España?... y suponiendo que “esto”, se pueda seguir denominado con la dignidad que merece… E S P A Ñ A.

Leo en prensa del pasado verano “cosas así”: “Sistema que ha ido desmotivando al profesorado, hasta abandonarnos a nuestra suerte, a merced de un alumnado desaprensivo y de una burocracia cada vez más compleja - nunca ha habido más escuelas y más institutos y nunca se ha enseñado menos ni peor – emparedados entre los padres y los inspectores de un lado y de otro de una jauría de alumnos cada vez más agresivos y con menos interés por aprender – he recibido amenazas, presiones, chulerías y lo peor es que sabes que nadie te va a respaldar – he vivido de cerca agresiones a compañeros – pero te dejan a los pies de los caballos”.

El “rosario” de llantos y lamentos, amén de impotencias es extenso y está escrito y publicado en prensa nacional (como una enormidad de casos concretos) y no pasa nada… ¿Cómo es posible que un asunto tan vital como es la formación y educación nacional, haya caído tan bajo? ¿Qué hacen, al menos, los que se sientan “Maestros” que no se rebelan y plantan cara a quien proceda?... simplemente, “una huelga inicial” de un mes o dos, sin “escuelas”… ¿qué harían los padres… y sobre todo el Gobierno? Aquí se hacen “huelgas salvajes” por cosas que no tienen ni la “milésima” importancia, de lo que tiene la educación y formación de un pueblo.

Y quede claro que la enseñanza es libertad y por tanto, cada Maestro que se sienta como tal, debe tenerla para enseñar en “su escuela”, aquello que crea oportuno y que no contravenga las leyes constitucionales, que ojo… “tienen siempre que respetar esa tan cacareada libertad que se nos dice tenemos”… y que no tenemos que agradecerla a nadie, puesto que nos la dimos en referéndum constitucional, hace ya treinta años.

Lo que no puede seguir siendo, es la situación actual, en la que los enseñantes (no me atrevo a designarlos a todos como Maestros) lloren, imploren y muestren la impotencia e incapacidad que están mostrando; por cuanto “la política destructiva”, ha invadido todo y no saben (o no tienen agallas) para salirse de ella y ejercer… “como verdaderos Maestros; cosa que les agradeceríamos enormemente los españoles… al menos los que tenemos una somera noción, de lo que es la enseñanza del ser humano y sus consecuencias… que gozaremos o padeceremos todos.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más)

No hay comentarios: